jueves, 30 de julio de 2009

Capitulo 16

Hola chicas! Siento haberlas dejado tanto tiempo sin nove, pero sepan entender!! Aca les dejo el capitulo de hoy qe a pedido de Julieta es bien pero bien largo!! La encuesta del tercero en discrodia ya se cerró y ganó Kellan, asi qe ya veremos..
Les dejo el capitulo y de nuevo perdon, espero qe les guste! Besoos..

Capitulo 16 – Pizza, fútbol y música.
Rob: bueno, bueno – dijo tratando de ponerse serio mientras se limpiaba las lágrimas de la cara – pongamos orden.
Jack: si, vamos a sentarnos – me invitó, de hecho aún seguía parada. No me había sentado ya? Creo que había perdido la cabeza.
Los tres nos sentamos en los sillones, Jackson se sentó a mi lado y Robert enfrente nuestro. Podía sentir su colonia importada desde aquí, comenzó adarme calor, de seguro que era la calefacción. O tal vez era la proximidad con Jackson? Por Dios, Agustina que dices? Así que me saqué los buzos que traía puesto, pero ambos muchachos me quedaron mirando. Acaso me había sacado TODOS? Imposible o sí? Pero ninguno me quitaba la vista de encima, comencé a ponerme nerviosa. Lentamente bajé la mirada hacía mi cuerpo, pues no, no me había sacado todo. Por suerte pensé.
Me miraban porqué llevaba la remera verde con las letras blancas que rezaban “I am a bitch”, largué una carcajada en ese instante, sus caras eran muy graciosas!
Mery: me la regaló una amiga para mi último cumpleaños – le dije entre pequeñas risas.
Rob: espero que lo que diga no sea verdad –dijo sonriéndome desde el otro sillón.
Mery: por supuesto que no –le contesté – van a llamar a la pizza? – les pregunté mientras me frotaba la panza, no había notado lo hambrienta que estaba.
Jack: por supuesto, Rob pásame el teléfono – le pidió a su compañero de habitación. Éste lo cogió de la mesa y se lo lanzó a Jackson, él cual comenzó a discar el número de la pizzería, supuse.
Al cabo de uno o dos minutos cortó y devolvió el teléfono a su lugar, luego fue hasta la heladera y sacó una botellita de cerveza. La destapó y volvió hacía nosotros.
Pero hablando de líquido, yo necesitaba ir al baño, puesto que no había ido a mi casa antes de salir, y ahora había ingerido mucha pepsi.
Mery: Jack – le dije –él volteó para mirarme. Por un momento me quedé perdida en sus verdes y brillantes ojos, al parecer a él le pasaba lo mismo con lo míos. Sacudí la cabeza tratando de reaccionar – dónde esta el baño?
Jack: por el pasillo –me dijo mientras se acercaba con una sonrisa – la segunda puerta a la izquierda.
Mery: permiso, entonces –dije mientras me levantaba.- Robert también se levantó cuando yo me levanté, tal cual un antiguo caballero. Sonreí ante el pensamiento de Robert vestido de caballero, se vería muy gracioso.
Así que me encaminé hacía el baño, era muy lindo y sorprendentemente limpio. Me lavé las manos al terminar y salí hacía el pasillo. Pero cuando me encaminaba hacía la sala, me detuve en una habitación. Parecía un cuarto de música, las paredes estaban pintadas de un beige muy claro, el piso también de una madera clara, tal cual el de la sala. Allí había un piano de cola negro, era precioso tan brillante y parecía nuevo; un par de guitarras, tanto eléctricas como acústicas, y luego una solitaria batería.
Mirando hacía ambos lados del pasillo me adentré en la habitación, y me dirigí hacía el piano. Pasé mi cortos dedos sobre la sedosa y suave superficie del instrumento de cuerdas. Me senté en la pequeña butaca y levanté la pesada tapa del piano, acaricié las blancas y brillantes teclas. Me sentía tan en paz en esa habitación, tan tranquila y armónica.
Comencé a tocar las pocas notas que conocía, de la canción My Heart will go on de Celine Dion, y comencé a cantar suavecito. Era una de las canciones que me había enseñado mi padrino, me encantaba era de lo más romántica. Pero me detuve al escuchar unos pasos que se dirigían hacía aquí. Ups creo que me habían escuchado, inmediatamente me paré y fui hacía las guitarras simulando que las veía. A los pocos segundos aparecieron Rob y Jack en el umbral de la puerta, y ambos me miraban con sorpresa.
Rob: eres tú la que tocaba el piano? –preguntó con una sonrisa en su rostro, pero se podía ver la sorpresa, casi estupefacción.
Jack: eras vos la que cantabas? – me preguntó y puso la misma expresión de estupefacción que su amigo. A decir la verdad la situación era graciosa, pero no iba a admitir que era yo la que tocaba y cantaba, muy pocas personas sabían eso. Era un pequeño secreto y quería que siga siéndolo.
Mery: por supuesto que no, deben estar imaginando – les dije a ambos de forma despreocupada y con una sonrisa. Se miraron entre ellos y me volvieron a mirar, pobres no entendían nada – pero bueno, que es este lugar?
Rob: es el cuarto de música –me contestó como si fuese obvio.
Mery: aunque no lo creas Robert, eso ya lo había deducido – le dije con una enorme sonrisa. Jackson rió en voz baja y Robert me miró enojado por mi broma.
Rob: bueno es mi estudio de música en esa caso –dijo ahora sonriendo. Acaso él también era músico?
Mery: tu también sos músico? – le pregunté sorprendida, no tenía ese perfil. Pero algo raro ocurrió, Robert miró a Jackson como pidiendo ayuda, no sabía que responder o que? Sería demasiado extraño que no conociera su propia profesión no?
Rob: pues sí también soy músico –dijo al fin. Wow estaba en la casa de dos músicos, y no me iba a ir de aquí sin escucharlos. Puse mi mejor cara de súplica, Jackson me miró con ternura y Robert confuso. Nunca entendían nada.
Jack: creo –dijo enfatizando la palabra –que nuestra amiga quiere que toquemos algo – concluyó con una sonrisa mientras se acercaba a la guitarra acústica y se la colgaba. Se veía tan sexy de esa forma, tan perfecto.
Rob: oh saber que no me gusta tocar en público –le dijo a Jackson, el cual lo miró extraño.
Mery: eres músico y te da vergüenza tocar en público? –le pregunté sin entender. Un músico con pánico escénico? Eso era difícil de concebir.
Rob: pues fíjate que no me da vergüenza –me dijo de forma desafiante.
Mery: por favor, por favor –le dije con mi mejor cara de súplica. Su cara era graciosa, se debatía entre conceder o no mi deseo.
Rob: sólo porque me pones esa carita de pollito mojado –me dijo con una sonrisa. Yo comencé a dar saltitos y ambos se reían de mí.
Así que Robert se dirigió al piano, se sentó y en ese momento me recordó a alguien. Pero a quién? Era la misma sensación que tenía con Jackson, sentía que los conocía de algún lado, pero seguía sin recordar de dónde.
Comenzó a deslizar sus dedos por las teclas con una delicadeza increíble, haciendo que el instrumento hablase. Por su parte Jackson tocaba la guitarra con atención y devoción, se lo veía tan concentrado. Pasando sus dedos por las seis cuerdas.
Fue entonces cuando comenzaron a cantar, era una canción que no conocía pero de todas formas era preciosa. La voz de Jackson era mucho más roquera, y la de Robert más dulce si se puede llamar así. Era un placer escucharlos, tan coordinados y satisfechos con eso. Se notaba que amaban la música, era increíble lo que me transmitían, paz, amor, dedicación. Me sentí repleta de eso sentimientos, cerré los ojos y me dejé llevar por la melodía. Estaba deseosa por cantar pero no quería interrumpir aquella situación, aquella paz y amor digna de ángeles. Pero de pronto la música cesó y tuve que abrir los ojos, ambos me miraban con ternura pero sobretodo Jackson, eso hizo que enrojeciera.
Mery: por Dios eso fue increíble, fue tan coordinado y armonioso – la voz se me quebró, era sensible a las cosas buenas. Sentí unos brazos protectores que me abrazaban, cuando levanté la vista pude observar sus increíble ojos verdes. Jackson me estaba abrazando, consolándome. Era totalmente absurdo e increíble que me pusiera de esta forma por una simple canción, creo que se me había puesto la piel de gallina.
Mery: lo siento, es que soy sensible a este tipo de cosas – les dije con una sonrisa, para mi mala suerte Jackson se alejó, pero como recompensa me besó en la mejilla.
En ese momento sonó el timbre de la casa, de seguro sería la pizza, me encontraba de lo más hambrienta. Robert se paró del piano, aún seguía allí y salió de la habitación, imaginé que para atender al repartidor. Nos habíamos quedado solos con Jack, como muchas otras veces sólo nos mirábamos, como si nos pudiésemos entender sin las palabras, sus ojos me lo decían todo. Era una sensación increíble, podía sentir la conexión que teníamos. Pero su hermosa voz irrumpió esa conexión.
Jack: ojalá pueda alguna vez escuchar tu voz –me dijo con una sonrisa torcida y con una mirada insinuosa –porqué a Rob lo podes engañar pero a mí no.
Mery: alguna vez –coincidí con una sonrisa. Sólo pocas personas sabían que cantaba y era algo muy duro de develar, muy íntimo. Tendría que confiar demasiado en él para confesarle tal cosa.
Rob: chicos está la pizza –avisó con un gritos desde la sala.
Jackson me hizo una reverencia para que saliera al pasillo, fue gracioso pero a la vez caballeroso, ambos nos dirigimos así hacía la gran sala. Me sentía a gusto con ellos dos, ambos eran o más bien serían grandes amigos. Aunque en el caso de Jackson añoraba que fuese algo más.
Al entrar a la sala, la pizza estaba en la pequeña mesa ratona del living, así que ambos nos dirigimos allí. Me senté y él se sentó a mi lado. Tenía hambre, pero me sentía avergonzada de comer con ellos. Sé que es una actitud un tanto infantil, pero no se porqué me sentía cohibida.
El primero en tomar la iniciativa fue Robert, quien tomó un pedazo de pizza y se lo llevó a la boca. Pero claro no tenía porqué estar cohibido, si era su casa!
Jack: servite –me dijo mientras tomaba un pedazo. Así que toda avergonzada como estaba cogí un pedazo y copiando a mis amigos me lo llevé en la boca.
Todos nos pusimos a ver el partido de Machester vs. Chelsea que Robert estaba viendo en un principio, aún no había terminado, faltaban apenas 20 minutos e iba ganando el Chesea por dos tantos contra uno.
Cristiano Ronaldo tomó la pelota, evadió a los zagueros y se encaminó al área. Era sin duda uno de los mejores futbolistas que estaban en la liga hoy en día, se acercaba al área. El arquero del Chelsea salió a achicar el arco pero le tiró todo el pie con los tapones arriba y encima dentro del área.
Mery: penal –susurré. Jackson me miró sorprendido, y Robert asombrado. Y aquí que pasaba? No entendía nada.
Rob: cómo dijiste? –preguntó con aún asombrado pero con una sonrisa en su rostro.
Mery: penal – repetí – le cometió falta dentro del área, fue intencional y como el arquero es el último hombre le van a sacar tarjeta roja –concluí. Se miraron asombrados y luego posaron sus ojos en el plasma, el juez se acercaba al arquero y le estaba sacando tarjeta roja. Se volvieron a mirar sorprendidos y posaron su vista en mí, se sorprendían que una mujer supiese de fútbol o qué?
Jack: sabes de fútbol? –me preguntó con los ojos como platos. Sí, sin duda estaban sorprendidos que así fuera.
Mery: sí, y es más – aventuré – patea Cristiano Ronaldo y hace el gol – hice una pausa –el partido termina empatado – finalicé con una sonrisa autosuficiente.
Se volvieron a mirar como diciendo “nunca le va a embocar” y posaron nuevamente sus ojos en el plasma. Como el Chelsea había hecho ya los tres cambios, tuvo que sacar a un jugador de cancha para sustituir al golero, así que el suplente entró y fue directo al área. Cristiano Ronaldo tenía la pelota y la colocaba en el punto penal, tomó tres pasos de distancia hacía la izquierda, eso significaba que era diestro al patear. El juez dio el pitido que indicaba que podía patear, corrió hacía la pelota y le pegó con suavidad pero fuerza. Fuerte, al ángulo izquierdo, inatagable para el arquero. Gol.
En ese momento ambos posaron absortos sus ojos en mí, yo sonreí con suficiencia. Levanté las cejas divertida.
Mery: se los dije – bromeé con una risa. Quince minutos después el partido terminó, y tal como yo había dicho, empataron.
Jack: así que sabes de fútbol? –me preguntó confuso pero a la vez contento.
Mery: si, algo sé –dije con humildad y una tímida sonrisa.
Rob: algo? Pero si eso fue increíble Mery!! –dijo casi que en un grito que me hizo sobresaltar! –eres increíble!! –dijo divertido.
Jack: si es una caja de sorpresas –dijo en apenas un susurro casi inaudible, Robert no escuchó pero yo que estaba a su lado si escuché. Supongo que ser una caja de sorpresas era bueno, pero no quería ser como la caja de Pandora, eso sin duda sería negativo.
Entonces les conté que mi abuelo me hacía ver fútbol cuando era chica y me explicaba las reglas. Un vez fallecido él dejé el fútbol hacía un lado, pero de la mano de Isabel volvió a mi vida para no irse nunca.
El resto de la cena pasó entré bromas, y algunas anécdotas. Pero ya era hora de ir, además mañana tenía facultad, era por la tarde pero aún me quedaban cosas por hacer.
Mery: chicos fue un placer cenar con ustedes pero me tengo que ir a mi casa, siento dejarlos así –les dije mientras me levantaba y me empezaba a poner la cantidad de buzos que había dejado a un lado.
Rob: está bien te dejo ir –dijo con una sonrisa –pero prométeme volver, eres muy divertida –me dijo ya en la puerta y me dio un pequeño abrazo.
Jackson se había quedado en el sillón, acaso no se iba a despedir de mí?
Jack: te acompaño –dijo de pronto mientras se dirigía hacía el perchero y cogía una campera. Me sonrió dejando entrever sus hermosos dientes blancos, creo que me quedé embodaba viéndolos. Luego de despedirme de Rob una vez más, nos dirigimos con Jackson al ascensor y salimos a la fría noche londinense.

3 comentarios:

  1. Me encanto el cap, jaja qe grosa Mery cmomo sabe de futbol :P Que ands bn, Cuidate!

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  2. hola!! jaja al fin empece a leer la novee!!! jaja me encantoo, te juuro, jee, ademas ya sabes que leo la del flog!! ♥
    mi flog, para que sepas, es: http://www.fotolog.com/edwardanthonymc
    ame el cap, bien larguiito, y que genia ella sabe tdo de fuutbol!! ahora sigo leyenmdo, eeh.. besitooos!!!
    clarii!

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REACCIONES A MI LOCA IMAGINACION..