jueves, 27 de agosto de 2009

Quevedo

Definiendo el amor
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que no da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amor solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada
que dura hasta el postrero parasismo
enfermedad que crece si es curada.

Este es el niño Amor, este es su abismo.
¡mirad cual amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario a si mismo!

Francisco de Quevedo (1580 - 1645)

martes, 25 de agosto de 2009

She is back!!

La inspiración volvió!! Así qe en una de esas tienen el capitulo antes de tiempo. Veremos..

domingo, 23 de agosto de 2009

Mala noticia

Chicas volvi pero con una mala noticia. Algunas seguramente me van a odiar, tirar con un ladrillo, tomar un buqebus o un avion para venir a matarme pero suspendo novela!! Sisi otra vez, se qe no les va a gusta para nada pero son solo una o como mucho dos semanas!! La cosa es qe siento qe escribo presionada, solo xq ustedes esperan el capitulo entonces me parece qe no doy mi 100%. Así como ustedes se merecen lo mejor me tomo un descanso para ofrecerles lo mejor.
A las qe no lo entiendan, S E M A N E J A N!! No estoy dispuesta a poner mi salud mental (exagero lo se, pero a veces se siente asi) para qe algunas desesperadas tengan el capitulo. Asi qe voto por la lectora comprensiva y la qe entiende qe lo necesito!!! Si qieren putearme o lo qe sea, les dejo mi msn en el fotolog, solo avisen qienes son!!!
De verdad lo siento pero entiendanmee!! Besoos..

viernes, 21 de agosto de 2009

Lo siento

NO HAY CAPITULO HASTA MAÑANA. Lo siento mucho chicas pero hoy no tendran su capitulo se qe ultimamente me estoy demorando mucho pero estoy estudiando mucho, ustedes entienden! Ademas necesito hacer cosas basicas como dormir, pero este es un fin de semana largo asi qe en una de esas adelanto capitulo!! Lo mismo corre para el flog, asi qe a las qe de verdad lo esperaban de verdad lo siento. Pero piensen qe es mejor qe lo posponga asi escribo algo decentemente coherente, ademas ustedes se lo merecen.
Por otro lado qiero contarles y agradecerles, porque pasé las 3000 visitas!!! Y eso es sin duda gracias a ustedes. Son excelentes lectoras, de verdad gracias!!
Besooos.

martes, 18 de agosto de 2009

Capitulo 25

Hola chicas!!! Se qe me atracé y qe probablemente todas esperen este capitulo! Pero la espera valio la pena xq les aseguro qe este capitulo es genial. Qiero darle las gracias a los 8 cometarios del capitulo anterior, a aquellas qe leen siempre, a las que me elogian y me dan para adelante, y por último a las 2741 personas que han entrado. Gabi en este capitulo apareces tu con toda intensidad, espero haberte interpretado bien. Si no es así ya sabes donde encontrarme. Para aqellas qe peguntaron tengo una novela en el fotolog, para la qe qiera leer es www.fotolog.com/edbells El capitulo va dedicado a Sil por pasarme los temas de Oasis y por ser tan buena amiga y lectora!! Gracias a Cacho Castaña x hacerme inspirar!!! jajaj Espero qe les guste, son unas lectoras geniales!! Besoss.

Capitulo 25 – Bailar pegados es bailar..
[Narra Mery]
Si bien sentía ganas de transitar las oscuras calles de Londres, sabía que no era lo más adecuado por tanto tomé un taxi hasta el departamento de Gabriela. Podía sentir los ojos del conductor clavados en mis piernas, debo admitir que me incomodaba un poco pero me hacía sentir bonita, deseable. Luego de media hora llegué a su casa, pagué al conductor y toqué timbre.
A los dos minutos bajó Gabi a abrirme la puerta, realmente se veía muy bonita. El color la favorecía por completo, de hecho no aparentaba los 20 años que tenía, sino más.
Vestido Gabi:
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Gabi: amigaaa -me dijo emocionada mientras me abrazaba, y ambas entramos en el edificio – por favor estas hermosa!!
Mery: tu también!! Ese color te favorece! – hice una pausa mientras nos dirigíamos al ascensor – vamos a romper la noche!!
Gabi: por supuesto! Hay que festejar que te vas a noviar con el chico de los ojos verdes! Además quien te dice que no vea a Robert Pattinson allí – dijo ilusionada.
Aún no sabía si le podía decir a mi amiga que conocía a Robert Pattinson y que me gustaba Jackson Rathbone, supongo que mañana cuando vea a Jack le tendré que preguntar. Había hablado con él hacía poco tiempo, exactamente 45 minutos pero me parecía mucho. Ansiaba con escuchar su dulce y sexy voz otra vez, pero sabía que me tocaba esperar hasta mañana.
Luego de llegar al piso 10 que era en donde vivía Gabi, salimos del ascensor y entramos en el departamento. A decir verdad era muy bonito las paredes estaban pintadas de azul oscuro, el resto era todo blanco. Los muebles, los cuadros, incluso el edredón de la cama; era una habitación muy modernista y me encantaba eso de Gabi.
La estuve esperando durante veinte minutos, aún le faltaban algunos retoques, así que me puse a ver televisión. No pasaban nada que me interesase demasiado, así que me puse a ver Romeo y Julieta. Era una película tan bonita, llena de sentimientos. Amor, pasión, tristeza, odio y muerte. Porqué dos personas que se amaban estaban destinadas al odio? Porqué no se pudieron vencer esos tontos prejuicios para aprovechar ese hermoso amor que tenían? Terminan los dos muertos, en la tumba de Julieta. Era tan triste, aunque si me ponía en el lugar de Romeo, ver a mi amado allí tendido, inerte, no estaba demasiado segura de no hacer lo que él hizo. Shakespeare era un genio, sin dudas. Mis pensamientos habían volado tan lejos, a la Italia Renacentista que cuando vi a Gabriela parada en la puerta me costó entender al principio. Pero claro nos teníamos que ir..
Gabi: esperas que llueva? –me preguntó impaciente moviendo el pie derecho. Siempre tan apurada.
Mery: me encantaría – le dije con una sonrisa, a lo cual ella me respondió con un bufido –pero tenemos que irnos. Vamos –la agarré de la mano y la cinché fuera de la casa.
Mery: no entiendo para que te retocaste si estas perfecta amiga – le dije ya en el ascensor.
Gabi: ya te dije, mira si me encuentro con Robert..-hizo una pausa simulando misterio –debo estar preparada, no crees?
Mery: supongo –dije desganada.
Estábamos ya en el exterior del edificio, el viento rozaba en nuestras caras, levantaba nuestras polleras e incrementando nuestra alegría. Me sentía tan libre, tan liviana, como si nada ni nadie me importase. Hoy era sólo María Agustina y quería sentirme totalmente libre. Pero en el fondo, bien en el fondo sabía que tenía muchísimas ganas de ver a Jackson, y me encantaría poder encontrármelo allí, en el lugar a donde nos dirigíamos. Sólo quería mirarlo y perderme en sus verdes ojos, poder sentir la fuerza y el poder que tenían sobre mí.
Tenía que ser capaz de alejar esos pensamientos, hoy saldría a divertirme con mi amiga. Tan simple como eso, debía ser capaz de hacerlo.
Fuimos caminando hacía el club puesto que quedaba a unas pocas cuadras de la casa de mi elocuente y esperanzadora amiga. Al llegar nos tocó hacer la cola para entrar, la cual debo decir era bastante extensa, pero con Gabriela el tiempo pasaba demasiado rápido.
En un momento me pareció ver entrar a dos figuras masculinas familiares, Jackson y Robert? De ninguna manera, debía erradicar ese pensamiento de mi tonto cerebro. Las ganas de verlo y sentirlo cerca me hacían pensar que estaba en todos lados y en ninguno a la vez. Lo curioso es que aquellas dos figuras entraron directamente al club, salteándose la gran fila previa. Serían gente importante, pensé.
Cuando por fin hubimos entrados me sentía en casa, podía respirar el ritmo de la música latina que recorría mis venas. Sonaba Daddy Yankee y mi cuerpo actuó por auto reflejo empezó a moverse sólo, extrañaba tanto mi país que simplemente con una música o melodía determinada me sentía más cerca. Así que cogí Gabi de la mano y nos fuimos a la gran pista principal a bailar.
Dile Andy,

Muevete mulata pero mueve la sintura
Muevete bien suave ponte sabrosura
Mueve tus caderas, muevela hasta bajo
Que en la discoteca con tigo me'nfajo
Que bailen mi furia, Marta y Carolina
Pongalen sabor, porque voy pa'ensima
Andy con el Yankee gozando un monton
Mezclando la Salsa con el Reggaeton
Pero dale de'lao, Dale pero mira pero dale de'lao, de'lao, de'lao
La música latina corría por mi torrente sanguíneo como niño en un parque, me era inevitable menear las caderas de manera sexy. No diría que tenía las caderas de Shakira pero consideraba que bailaba muy bien. Me dejé llevar por la música de un maestro de regaeton como Daddy Yankke, nadie me podía parar, bailaba frenéticamente, movía mis caderas bajándolas y subiendo sensualmente.
La música cambió, ahora sonaba Bata Bata y realmente con Gabi estábamos como locas, no parábamos de bailar. No sentíamos tan cercanas a nuestros países que nos era imposible actuar como si no sucediera nada. Este tipo de cercanía nos contentaba por una o tal vez dos semanas.

Ella se arrebata, bata, bata, bata
blam, blam se arrebata y yo no se lo q le pasa
esa chica se alborota, bota, bota, bota
voy, voy, voy se alborota como q se vuelve loca.
Llevaba las manos a mi cuello y mi cabello y me movía sin control. Si esto no era libertad, qué lo era? Hacía mucho tiempo que no me sentía de esta forma, por ahora esta salida tenía el resultado que deseaba. Libertad.Pero en determinado momento sentí unos ojos clavados en mi, mis curvas y sensual baile..

[Narra Jackson]
Estábamos recorriendo aquel lugar con Robert, él cual andaba medio encubierto pues era Robert Pattinson y probablemente no saldríamos si las chicas que aquí estaban se diesen cuenta de ese detalle.
Realmente no sabía porqué había tenido el impulso de venir aquí. Sólo quería estar cerca de ella, y mirarla aunque fuese de lejos. Con el hecho de saber que se encontraba bien y feliz me conformaba.
Fue entonces que me detuve al verla bailar. Robert chocó contra mí y al ver mi parálisis dirigió su mirada al mismo lugar en donde estaba posada la mía. Se
veía tan increíblemente sensual, podría estar mirándola por horas sin cansarme. Se movía sin cesar con un excelente ritmo, se notaba que ésta era SU música, se sentía como en casa. Comencé a sentir calor, y no creo que sea por la concentración de gente. Mery comenzó a tocar su cuerpo mientras bailaba con esa sensualidad embargadora. Sensualidad propia de Venus, la diosa griega del Amor.
No era demasiado conciente de mi cara pero suponía que tenía una expresión bastante graciosa. Probablemente si me viese mi madre me golpearía, poner semejante cara de baboso por ver a una mujer bailando. Sí, pero mi madre no era la que estaba viendo bailar a Mery.
Me tuve que llevar las manos a la cabeza, respirar hondo varias veces para que la temperatura bajase, pero no fue tan fácil. Cada vez sus movimientos eran más y más provocativos. Acaso me quería matar? Además era muy conciente de que yo no era el único hombre que la miraba, todos estaban en igual o peor situación que yo.
Me volteé para ver a Robert, el cual estaba con la boca abierta y los ojos de par en par mirando a mi sensual Mery. No podía permitir que mirase con esos ojos a MI Mery, así que le di un golpe en la cabeza y una no muy bonita mirada de advertencia.
Rob: lo siento hermano. Pero eso –hizo una pausa, se llevó una mano al cabello y se lo despeinó –es una bomba!!!!
No pude evitar reírme, generalmente tanto Robert como yo nos comportamos debidamente y nos limitamos a hablar entre nosotros. Pero aquello parecía una señal de Dios, verla a ella tan sensual, tan apetecible.
Tenía claro que no era sólo un cuerpo, de hecho me gustaba muchísimo más por dentro, estaba llena de sorpresas. Y ésta era una de ellas, pero era la primera vez que me fijaba en su cuerpo y por más que no era el estereotipo de belleza mayormente aceptado a mi me gustaba. Porqué era ella y no trataba de parecerse a nadie. Eso era algo que me gustaba y admiraba de ella, su originalidad.
En un momento determinado, ella se separó de su amiga y se fue. A dónde se dirigía? No pensaba dejarla sola después de todo lo que había hecho y la mirada de 10 hombres hambrientos. Así que dejé a Robert allí, estático y la seguí. Se acercó a la barra, y con su hermosa y musical voz pidió un Vodka con pomelo. Se veía tan increíblemente hermosa, creo que me estoy enamorando. Sería eso posible?


[Narra Mery]
En determinado momento, la sed comenzó a pesar en mi organismo, necesitaba algo para tomar.
Mery: voy a buscar algo para tomar –le grité a Gabi, la cual seguía muy compenetrada bailando. La música estaba tan fuerte que tengo la sensación de que no me escuchó, de todas formas me dirigí a la barra.
Debo decir que el barman no me cayó en gracia, puesto que me sonrió constantemente y me guiñaba el ojo. Estúpido. Acaso no se notaba en mi cara que era mujer de un solo hombre? Al cual me moría de ganas de ver ahora mismo.
Mery: vodka con pomelo, por favor –le dije al barman, el cual me seguía mirando de esa forma provocativa.
Tomó un vaso, el vodka y el pomelo. Lo puso todo en la coctelera y comenzó a batir con ímpetu, se veía muy gracioso.
Barman: aquí tienes preciosa –me dijo con tono sensual, no podía dejar de pensar que era un estúpido. Tal vez era lindo pero yo estaba demasiado loca por Jackson como para fijarme en él y creo que no se dio cuenta de ese detalle – la casa invita.
Mery: gracias –le dije. Me di vuelta dándole la espalda y comencé a tomar mi trago. Pero cuando levanté la viste lo vi. Juraría que era un ilusión, tal vez un espejismo. Conforme mis dudas aumentaba más se acercaba, estaba apenas a centímetros.
Jack: eres muy chiquita para tomar –me dijo de forma tierna pero a la vez sexy. Estaba tan hermosamente perfecto, parecía que irradiaba luz propia. Era un ángel, era mi ángel y venía a salvarme.
Vestimenta Jackson:
http://modaellos.com/wp-content/victoria-beckham-34th-birthday-10.jpg
La alegría de verlo era tan embargante que me tiré a sus brazos para abrazarlo. Él correspondió el abrazo como es debido, en el momento de separarnos nuestros rostros quedaron a centímetros. Sabía que ambos deseábamos ese beso, pero también ambos sabíamos que no era lugar ni momento para aquel gran paso. Así que nos limitamos a juntar nuestras frentes y mirarnos a los ojos, la profundidad de sus verdes ojos me invadía y me hacía sentir completa.
Mery: te extrañe mucho –le dije apenas susurrando, la música era muy fuerte pero sabía que por la proximidad en la que estábamos él me escucharía.
Jack: yo también preciosa, yo también – me dijo mientras me acariciaba la mejilla.
En ese momento sonó una voz, supuse que sería la del DJ del lugar..
DJ: en este momento abrimos paso a la tanda de lentas, sólo disfruten amigos –había dicho en todo amable. Because of you de Kelly Clarkson sonó con lentitud, pero nosotros seguíamos en ese mundo paralelo en el que estábamos. Ambos nos sumergíamos en los ojos del otros, dejando entrever así nuestras peores blasfemias y nuestros más íntimos deseos.
En ese momento comencé a cuestionarme si estaba enamorada de Jackson. Lo estaba? Las mariposas en la panza eran claros síntomas de amor, pero Shakespeare decía muy sabiamente que aquel que no había llevado a cabo una locura extrema no conocía el amor. Acaso por no hacer ninguna locura no conocía el amor? Era necesario hacerlo para llegar a él?
Los partidarios del Dolce Still Novo aludían que para llega al amor se tenía que sufrir, que no existía una cosa sin la otra. Entonces mi destino era sufrir para llegar a amar a Jackson? No entendía, el amor es tan complicado. Nunca lo había sentido con tal intensidad, ahora podría afirmar que estoy casi enamorada. Y estaba segura de eso.
En todo este proceso de pensamientos, la canción cambió y comenzó a sonar muy lentamente Little by little de Oasis.
Jack: baila señorita? –me peguntó haciendo una reverencia. Siempre tan gracioso él , no pude evitar reírme me estaba invitando a bailar el hombre más increíble y perfecto del mundo.
Mery: sería un placer – sonreí cogiendo la mano que me ofrecía. La cual apreté con fuerza, haciéndole saber que esto era importante para mí. Me respondió con otro cálido apretón, entonces comprendí que todo esto era tan importante para mí como para él.
Nos encaminamos a la pista, él me miró a los ojos como pidiéndome permiso para ejecutar sus movimientos. No sé qué encontró en ellos, pero puso su mano derecha en la parte baja de mi cintura y me atrajo hacía él con suavidad. Yo coloqué mi mano izquierda en su hombro, con una suavidad y una delicadeza que sólo se le da a las muñecas de porcelana me cogió de la mano derecha y la entrelazó con la suya. Entonces comenzamos a movernos con el compás de la música.
Yo apoyaba mi cabeza en su hombro y podía sentir su respiración en mi cuello,
haciendo así que los vellos de la nuca se me erizasen. Estábamos en una pequeña burbuja de amor, y ambos sabíamos que nada la traspasaría. Éramos ajenos al mundo exterior, aquí sólo importaba él y yo.
YOU KNOW I DIDN´T MEAN

WHAT I JUST SAID
BUT MY GOD WOKE UP
ON THE WRONG SIDE OF HIS BED
AND IT JUST DON´T MATTER NOW
CAUSE LITTLE BY LITTLE
WE GAVE YOU EVERYTHING YOU EVER DREAMED OF
LITTLE BY LITTLE
THE WHEELS OF YOUR LIFE THEY´RE SLOWLY FALLING OFF
LITTLE BY LITTLEYOU HAVE TO GIVE IT ALL WITH ALL YOUR LIFE
AND ALL THE TIME, I JUST ASK MYSELF WHY
YOU´RE REALLY HERE
En una oportunidad en la cual nuestras miradas se cruzaron, pude sentir como él se acercaba a mí, cambió su mirada de mis ojos a mis labios. Eventualmente yo hice los mismo, aquellos labios tan curvilíneos, sonrosados y perfectos me invitaba a besarlos. En esa burbuja en la cual se respiraba puro amor, él se acercó hacía mí y mágicamente apoyó sus labios en los míos. Pude conocer el sabor de sus labios con exactitud, pero entonces él comenzó a entre abrir sus labios, siguiendo el ritmo yo hice lo mismo. Podía sentir su afán por tenerme más cerca, la mano que tenía en mi cintura me acercaba cada vez más a él.
Y terminamos fundiéndonos en un tierno, dulce y sincero primer beso, pero sobretodo cargado de amor.
En el momento de separarnos, nuestras frentes quedaron unidas, nuestros ojos conectados por esa magia llamada amor, y en nuestros rostros esa inigualable sonrisa de felicidad.

[Narra Robert]
Jackson me había dejado aquí sólo por ir en busca de Mery, se notaba que estaba muy enamorado o que por lo menos le gustaba mucho. Es que era muy bonita, pero no se comparaba con lo que estoy viendo en este momento. Era la mujer más perfecta que había visto en mi vida, comparable con cualquiera de las siete musas. Simplemente perfecta.
Bailaba exactamente como lo había hecho Mery minutos atrás, de hecho comenzaba a sospechar que eran amigas. Bailaba de una manera tan sexy que me estaba dejando boquiabierto, hasta comenzaba a sentir un líquido en mi mentón. Acaso me estaba babeando? Me llevé la mano para ver, y efectivamente me estaba babeando. Eso no lo hacía, desde hacía..mucho ya. Estaba indeciso, no sabía si acercármele o no. La chica me atraía y eso era claro, de hecho me atraía mucho. Pero y si no le gustaba? Siempre Robert con su inseguridad, a veces odiaba ser así. Pero tomé el suficiente valor y me acerqué a ella, puse la mano en su cintura. Ella vaciló unos segundos, pero cuando se volteó me pude encontrar con la intensidad de mis ojos marrones.

[Narra Gabi]
Mery me había dejado sola en medio de la pista, pero no me importaba de todas formas yo seguía bailando. Encima ese presentimiento que no paraba de perseguirme, me seguía a todos lados. Sabía que hoy algo especial pasaría, lo podía sentir, incluso intuir.
Pero no quería hacerme ilusiones, por más que sabía que había ciertas posibilidades de encontrarme con Robert, el amor de mi vida. Sabía que eran escasas, aunque sabía que en ese caso él nunca se fijaría en mí. O tal vez sí, nunca lo sabría, pero las esperanzas son lo último que se pierden. Así que seguiría aquí parada al pie del cañón esperando por él, sabía que tarde o temprano aparecería.
Seguía bailando, era consciente que lo hacía sola pero ya no importaba, esa sensación de libertad me embargaba, y sabía que lo mismo sucedía con Mery. Pero fue entonces que sentí una mano en mi cintura, lo primero que pensé es que sería él que por fin me había encontrado. Pero a quién engañaba? Él nunca estaría aquí, así que me tocaba pensar que era alguno de lo estúpidos hombres que me observaban bailar y se miraban disputándose el premio gordo.
Así que me di vuelta preparada para insultar a alguien, pero me encontré con unos preciosos ojos celestes gricáceos, una perfecta nariz recta y una sonrisa propia de reclame dental.
Era él, no lo podía creer. Era Robert Pattinson y estaba aquí conmigo, lo tenía a apenas centímetros. Comencé a gritar como una loca, su cara era un poema. Estaba sorprendido por mi reacción pero también estaba satisfecho por ella. Tenerlo tan cerca y no aprovecharlo era casi ilegal, no sabía cuando se me daría una oportunidad como esta. Así que cogí impulso, salte y me subí a él, enroscando mis piernas en su cintura. Me sonrió con esa típica sonrisa torcida de él, es que había alguien más perfecto? No lo creo!
Así que me acerqué y lo besé, lo hice como no lo había hecho nunca. Con pasión, fiereza y deseo, para mi sorpresa él no opuso resistencia por lo cual el beso fue correspondido. Desgraciadamente nos tuvimos que separar para tomar aire, ambos sonreíamos felices.
Gabi: hola, soy Gabi – le dije con una sonrisa tan grande que probablemente encandilaría a alguien. Estaba feliz, muy feliz.
Rob: Robert –me dijo con esa voz tan sexy que lo caracterizaba.
Gabi: lo sé –me reí y le volví a besar.

[Narra Mery]
Después de ese mágico primer beso nos dirigimos a la barra, en la cual el barman miraba con mucho odio a Jackson. Pero no me importaba porque me había besado con el hombre de mi vida, pude sentirlo mío, sólo mío. Y ese beso me comprobó que el siento lo mismo por mí, era tan feliz.
Jackson pidió un whisky y para mí un vodka con pomelo, seguía alegando que era muy pequeña para tomar, pero un poco no le hace mal a nadie. En este caso las consumiciones pasaron por cuenta de Jackson, el barman ya no quería saber nada conmigo y eso me dio mucha gracia.
Ambos nos mirábamos, nos bastaba con eso. Sabíamos que era lo que estaba pasando por el otro en esos momentos, porque era lo que estaba pasando cada uno y se veía reflejado.
Pero en determinado momento apareció Gabi de la mano de Robert? Yo veía bien? Esto era imposible!! O no? De hecho los dos se veía felices, sólo me alegré por ellos, ambos se lo merecían. Aunque pude sentir la mirada confusa de Gabi, sabía que tenía un interrogatorio por delante.

lunes, 17 de agosto de 2009

Capitulo 24

Hola chicas!!! Se qe demoree, pero aca estoy! El capitulo bueno, no me qedo como esperabaper creo qe de todas formas les gustara! Pero antes le qería dar las gracias a un par de personas. Gracias a Maqi qe me ayudo a elegir los colores del vestido de Mery y no estuvimos reiendo un rato de qe Jackson ve todo el tonos de grises xq es doltonico! Pobresito, debe ser feo! A Sil que me ayudó a elegir el nombre del club!! A Juli por hincharme las bolas para qe los haga largos, x eso en ese apareces vos!! A las 2568 personas que han pasado por aqi!! Por ultimos va dedicado a Trii qe el otro dia se qedo hasta las 3 de la matina esperando qe subiera!! Gracias todas, son unas lectoras increibles, besos..

Capitulo 24 – A bailar!!
Querido diario: anoche fue una de las mejores noches de mi vida y de eso estoy bastante segura. Arreglé mis diferencias con Jackson, tu nunca te enteraste pero nos habíamos peleado. Resulta que él es un actor famoso y me mintió al respecto. Pero sus motivos son entendibles, así que anoche hablamos y todo quedó aclarado.
Pero luego pasó algo que al recordar se me acelera el corazón, nos declaramos nuestro amor! Puedes creerlo? Pero tanto uno como el otro quiere hacer las cosas tranquilas y sin prisa, él viene de una desilusión amorosa y bueno, yo..ya sabes..

Sabía que tenía que ir a la facultad, es decir ya me sentía mejor y no había nada que me lo impidiese. Así que aún en las nubes luego de la noche que pasé con Jackson me dirigí al baño y me bañé.
Al salir me vestí con unos jeans negros, una remera fucsia que reflejaba perfectamente mi felicidad, una buzo finito fucsia, los tenis negros, el chaquetón gris y una bufante, también fucsia!!
Cambié hasta la facultad, es que me sentía tan bien. Además amaba el viento matutino en mi rostro, sentir su frescura y su liviandad me relajaban. Al llegar allí Gabi se me abalanzó abrazándome, conciente de que ya estaba mejor tanto física como emocionalmente. Y eso lo reflejaba claramente los colores con los que hoy vestía.
Gabi: amiga, me alegro de que estés bien!! –me dijo sonriéndome mientras deshacía nuestro abrazo.
Mery: yo también Gabi, yo también –le dije sonriendo, pero la conversación murió allí puesto que entró el profesor y en ese momento comenzó la clase.
La clase no pasó demasiada aburrida, de hecho el tema que tratábamos me parecía muy interesante. Freud y Ana O.
Ésta fue su paciente más recordada, ya que mediante su hipnosis lograba sacarla de esa locura, pero cuando no estaba hipnotizada su histeria cobraba vida. Un día tuvo una crisis catártica sin la necesidad de ser hipnotizada y relató así sus problemas. Desarrollando así en su psicoanalista técnicas que más adelante profundizaría, tales como la asociación de ideas y la atención flotante.
El timbre tocó y disolvió así mi interés sobre la clase. Al instante vino Gabriela hacía mí y sabía que se acercaba un largo interrogatorio.
Gabi: cuéntame todo!! – me dijo expectante mientras atravesábamos el campus para ir a la próxima clase.
Mery: a qué te refieres? –le pregunté con picardía, me encantaba hacerla enojar.
Gabi: venga no soy boba, sé que algo pasó! No te pones esa remera desde que te enteraste que tu equipo de fútbol ganó el campeonato uruguayo –hizo una breve pausa para tomar aire –así que escúpelo todo!!!
Mery: me reconcilie con Jackson –le chillé con una enorme sonrisa en la cara, ambas nos pusimos a dar pequeños saltitos cuan niñas pequeñas. Las personas que por allí pasaban nos miraban extrañadas. Luego unos minutos nos separamos al darnos cuenta que estábamos haciendo el ridículo.
Gabi: mejor vayamos a clase –me dijo sonriendo.
Así que juntas nos encaminamos hacía la próxima clase, la cual sí se me hizo lenta y cansina pero en menos de lo que pensé el timbre tocó. Y era hora del almuerzo, así que fuimos hacía la cafetería. Cogí una manzana y una Coca-cola Light y me senté junto con Gabriela en la mesa.
Mery: quieres que te cuente el resto? –le pregunté para picarla, sabía que se moría de la intriga.
Gabi: que? –me miró extrañada – hay algo más? –preguntó con intriga. Me gustaba tanto dejarla con la curiosidad, era muy graciosa. Era un muy buena amiga sin duda, no sabía que sería sin mi de ella y de Juli. Gracias a Dios las había encontrado.
Mery: nos declaramos! Me dijo que mis ojos lo hipnotizaban – hice una pausa para tomar aire, entonces Gabi largó un grito de alegría. No pude aguantar reírme, era tan graciosa verla feliz por mi felicidad. Incluso me daba ternura – aunque en verdad no nos declaramos digamos, formalmente –me miró extrañada – sólo dijimos que queríamos ir despacio y bueno me besó en los labios, pero sólo un pico –le aclaré.
Gabi: pero seguro que querías algo más...- me dijo pícara. Por supuesto que lo quería, pero no quería apurar las cosas y menos si era con Jackson. Tanto sus tiempos como los míos eran lentos, consecuencia de sus anteriores relaciones y no me quejaba. Con él esa lentitud me gustaba, porqué sentía que las cosas iban en serio, quería hacerlas paso a paso y sin quemar etapas básicas.
Mery: si quería, pero no quiero apurar las cosas –le dije con una sonrisa.
Gabi: siempre tan linda y romántica –dijo pestañando muchas veces y poniendo voz de tonta.
Mery: si claro, ahora búrlate de mi! –hice una pausa haciéndome la enojada, pero luego se me ocurrió algo para molestarla. Era tan cruel –si porque Robert Pattinson esto porque Robert Pattinson lo otro –le dije con voz de enamorada. Me miró con odio y cruzó los brazos en su pecho, se veía muy graciosa haciendo pucheros.
Gabi: muy chistosa, muy chistosa. Porqué no vamos a bailar para festejar tu “casi noviazgo” con el chico de los ojos verdes? –dijo con una enorme sonrisa. La idea no estaba mal, de hecho hacía demasiado tiempo que no salía a divertirme con Gabi, además era viernes!
Mery: vayamos a bailar –le dije también sonriendo mientras bailaba en la silla.
Gabi: si, mira si me encuentro a Robert Pattinson en la discoteca!! –me dijo emocionada.
Aún no sabía si podía decirle que conocía a Robert, supongo que tendría que preguntarle a Jackson o incluso pedirle permiso al mismísimo Robert.
Así que luego de la facultad cada una fue a su casa para descansar, arreglarse y luego salir a bailar. Habíamos quedado que yo pasaba a buscarla por su casa.
Así que cuando llegué a mi departamento lo primero que hice fue irme a dormir, o al menos eso pensé; porque en ese momento sonó el teléfono.
Conver. Telefónica.
Mery: hola –dije con voz cansina, sólo quería irme a dormir una linda siesta.
Juli: hola amiga, como estas? –me preguntó alegre.
Mery: Juli!!! Como estas nena? Tanto tiempo!! –le dije feliz. Era una de mis mejores amigas, junto con Gabi éramos el trío fatal. En verdad no era tan así, pero nos gustaba pensar que lo era.
Juli: genial por suerte, pero en verdad te llamaba porque Gabi me dijo que te sentías mal –hizo una pausa –pero por lo que escucho estas como nueva.
Mery: si, era sólo un dolor de ovarios. Además me reconcilié con Jackson..
Y me tocó contarle toda la historia, obviando los detalles no deseados como que el chico que me gustaba era un actor famoso, y que caracterizaba a Jasper Hale en Twilight. Luego de cortar con Juli me saqué las ganas de una buena siesta, pero como todo lo bueno tiene que acabar.
El despertador me despertó, era hora de entrar a bañarme para salir con Gabi. Así que cogí mi ropa interior y fui a tomar una ducha. El agua caliente en mi espalda era relajante, podía así despejar mis pensamientos. Acaso me estaría enamorando de Jackson? Sería capaz de hacerlo en tan poco tiempo? No estaba segura, pero de lo que si estaba era que me gustaba y mucho.
Luego de bañarme fui a ver que vestido decente tenía en el ropero y dio la casualidad que encontré uno perfecto para la ocasión. Así que volví al baño, recogí mis rizos rubios en una media cola un tanto elegante. El maquillaje siempre fue lo mío, recuerdo que mi madre siempre me pedía que yo la maquillase cuando teníamos una fiesta. Así que me puse sombra rosa en los ojos marcando la profundidad con un rosa más fuerte y la luminosidad con plateado. Me delineé los ojos y me puse rimel, dejando así mis ojos mucho más remarcados. Un poco de rubor y en los labios un simple brillo rosa. De hecho mi aspecto era un tanto infantil pero me agradaba aunque el rosa no era mi color preferido.
Fui a por el vestido para ponérmelo, pero antes de llegar a él mi celular sonó. I was made for loving you baby, amaba esa canción de Kiss, así que fui a por él y atendí..
Mery: hola –dijo con alegría. El hecho de salir con Gabi me alegró el día.

Conver. telefónica
Jack: hola cariño – me dijo con esa voz característica llena de ternura infinita. En el momento que escuché su voz mi corazón comenzó a latir más rápido y mi respiración se aceleró, era increíble lo que él producía en mí.
Mery: hola Jack, como estás? –pregunté un poco entre cortado.
Jack: muy bien y tu?
Mery: muy bien también. Qué necesitabas? –le pregunté mientras me dirigía hacía el ropero por los zapatos.
Jack: nada sólo quería saber en qué andabas. Qué estas haciendo? Te escucho caminar –dijo curiosidad.
Mery: es que voy a bailar con un amiga y me estoy preparando –le dije mientras revolvía entre la mar de zapatos que tenía enfrente.
Jack: ahh si? Y a dónde van? –preguntó aún con más curiosidad.
Mery: a un club, creo que se llama Half Past Nigth –le dije con emoción!
Jack: ah que bueno, con Robert queremos salir pero no sabemos donde –me dijo tímido. Yo estoy loca o aquello era una indirecta? Creo que si lo era!
Mery: mándale un beso a Robert!! –le dije con una felicidad emanante por mis poros.
Jack: bueno le mando. Mery me tengo que ir, adiós que te diviertas hermosa. Y colgó.
Levitando en mi hermosa nube de humo fui a por el vestido y me lo puse junto con los zapatos, los cuales no tenían mucho taco pero de todas formas eran hermosos. Menos mal que no tenían taco, eso podía significar la muerta de unas cuantas personas.
Vestido Mery:
http://www.miarevista.es/images/stories/tendencias/vestidos-brindar03.jpg
Zapatos Mery:
http://img.chicade15.com/wp-content/uploads/2009/03/zapato-plateado-3.jpg Me miré al espejo e increíblemente me vi bonita, linda y espectacularmente feliz. Me sentía entera completa, aunque tenía ganas de ver a Jackson, pero eso se arreglaba puesto que probablemente mañana lo vería en la cafetería. Así que hoy sólo iba a disfrutar de una noche de baile con una amiga. Tomé mi bolso y salí a la noche londinense, la cual estaba demasiado joven y yo demasiado deseosa de aprovecharme de ella. Qué me depararía?

sábado, 15 de agosto de 2009

Lo siento

HASTA MAÑANA NO HAY CAPITULO.

viernes, 14 de agosto de 2009

Capitulo 23


Hola de nuevoo chicas!! Se qe les pedi una hora, pero no me fue suficiente. Les qise regalar un capitulo mucho mejor qe eso. No se pueden qejar del largo xq son 8 hojas del word, e decir muucho!! Les qiero agradecer a las 2177 personas qe han entrado y tambien a los 13 comentarios del capitulo anterior qe pedian desesperadas capitulo!! Entiendo su nerviosismo xq tambien soy lectora de novelas pero sepan entenderme, tengo otras obligaciones!! A las qe esperan capitulo en el fotolog, qe sigan esperando nomas xq hasta mañana no hay nada!! De verdad lo siento soy una mala escritora por dejarlas asi, de verdad lo siento!!! Les dejo el capitulo qe se qe muuuchas lo esperan, por fin las explicaciones!! Espero qe les guste, besoos..


Capitulo 23 – El Salvador
El teléfono siguió sonando insistente, el esfuerzo que tuve que hacer para poder cogerlo es inexplicable. Sentí como que mis ovarios se desgarraban haciéndose añicos, un dolor poderoso me invadió. Así que extendí el brazo tratando de alcanzarlo, puesto que estaba en la mesa de luz. Comencé a respirar entrecortadamente, es que el esfuerzo había sido tan grande al punto de quedarme tendida en la cama sin poder moverme. Odiaba ser mujer!! El hecho de menstruar, los cambios de ánimo, etc me podían de un humor de perros.
Mery: hola –dije encontré cortado cuando por fin puede atener. Sólo hacía fuerzas para que fuese una persona conocida y pudiera venir a ayudarme. Si fuese un número equivocado estaría arruinada.
Persona del otro lado del teléfono: hola –me dijo una voz que yo bien conocía, él me salvaría, él lo haría.
Jackson estaba del otro lado de la línea. No podía evitar sonreír por dos motivos. Me salvaría de este dolor inhumano y quería hablar conmigo, tal vez se había dado cuenta que necesito explicaciones. Además se suponía que había salido de su habitación y eso me podía muy contenta.
Jack: necesito hablar contigo –me dijo con un claro tono apenado. La sonrisa se esfumó y los dolores se intensificaron. No pude evitar soltar un grito ahogado. Inmediatamente él comenzó a hablar muy rápido – Mery estás bien? Qué te pasa? Te duele algo? Necesitas ayuda? –se notaba que lo había preocupado. La preocupación denota importancia, es decir que le importo y eso me hacía feliz. Pero no lo suficiente como para sacarme este maldito dolor.
Mery: estoy bien –le dije aún respirando con dificultad. No sé porqué le mentía de esa forma, porque la verdad era que no me encontraba nada bien. Pero ni él ni yo nos creíamos esa mentira.
Jack: estás en tu casa? –me preguntó preocupado y agitado como si estuviese moviéndose.
Mery: sí aquí estoy –le dije apenas susurrando. Qué es lo que pretendía hacer?
Jack: está bien, no te muevas –me dijo apurado – voy para allá, adiós – y colgó.
Jackson vendría a por mi, de eso estaba segura. Pero cuánto demoraría? Lo suficiente? Lo podría soportar? Comenzaba a dudarlo.
No sé cuantos minutos pasaron, la noción de tiempo la perdí luego de ese llamado. Haber escuchado su voz era música para mis oídos, el revoloteo de alas volvió a mi estómago en el momento que sus cuerdas vocales emitieron sonido.
Me limitaba a estar tendida sobre la cama esperando a mi salvador, el cual al parecer no llegaba. Qué le pasaba? Comenzaba a pensar que no aguantaría, que el dolor podría conmigo y que tal vez me desmayaría. Traté de relajarme, tal vez así el dolor disminuiría. Respiré hondo varias veces y logré un estado de relajación, pero de todas formas el maldito dolor no disminuía y Jackson que no llegaba. Además que no podía moverme mucho, los dolores me congelaban. Me moría de la vergüenza tender que decirle a Jack que tenía dolor de ovarios, “es algo natural” diría mi madre. De todas formas no es algo que se ande ventilando como la ropa húmeda. Pero si quería la verdad al parecer tenía que decírselo.
“Necesito hablar contigo” me había dicho, eso que significaba? No podía no pensar en esto, tal vez se había dado cuenta que yo tenía mis razones para enojarme y me daría explicaciones. Muchas explicaciones, dado que aún no entendía porqué no era capaz de no entender nada.
No se cuánto tiempo después de mi llamada alguien tocó desesperadamente la puerta. Solté un suspiro de alivio, Jackson había llegado.
Jack: Mery estás allí? –preguntó agitado y preocupado – Mery responde!!! –porqué demonios no respondía? Qué era lo que me pasaba? Comenzó a darle golpes a la puerta, si no hablaba terminaría rompiéndola.
Mery: debajo de la alfombra hay una llave –le dije pero no estaba del todo segura si me había escuchado. Lo había hecho?
Supongo que sí lo habría hecho porque a los segundos se escuchó el sonido de la cerradura abrirse. Entonces lo vi, mi ángel guardián. Estaba tan iluminado parecía verdaderamente un ángel, pero observándolo mejor tenía unas profundas ojeras grisáceas. Se detuvo al verme en la cama, supuse que sería la impresión, no lo sé. Sólo esperaba que me encontrara presentable y creo que lo estaba. Presentía que esto sería muy vergonzoso.
De pronto como si hubiese caído un balde de agua fría en él vino corriendo hacía mí y me comenzó a acariciar el cabello.
Jack: perdón, perdón, perdón –me decía una y otra vez. Me pedía perdón? Porqué? Tal vez eso lo tendría que hacer cuando yo sea conciente de que lo está haciendo, en estos momentos el dolor era tan intenso que nublaba mis propios pensamientos –todo esto está pasando por mi culpa, por no decirte la verdad –me dijo contra mi rostro, estábamos a escasos centímetros. Acaso se echaba la culpa de mis dolores menstruales? No entendía nada, yo solo quería que fuese a la farmacia a por el bendito remedio.
Mery: calla Jackson, luego hablamos –le dije un tanto suplicante. Él me miró con pena y algo de culpa. Era totalmente absurdo que se adjudicara la culpa de algo tan natural como son este tipo de dolores. O tal vez no se trataba de ESA culpa? Tal vez se refería a lo que pasó en el restaurante. Seguramente, pensé.
Jack: está bien, está bien – me dijo apurado mientras seguía tocando mi pelo. Mi respiración era agitada, luchaba para quedarme despierta. Eran tan intensos los dolores que era demasiado capaz de desmayarme a causa de ellos – sólo dime que tienes? –me preguntó apenado. Juraría que sus ojos se llenaron de lágrimas.
Mery: no te preocupes, son sólo dolores menstruales –le dije apenas susurrando, podía sentir como la sangre subía a mis mejillas. Acerqué mi mano a su mejilla para poder calmarlo, él cerró los ojos al contacto con mi piel.
Jack: estas segura? – preguntó preocupado –parece ser más serio.
Mery: quién es la mujer acá? –pregunté un tanto irónica. Qué iba a saber él de dolores menstruales.
Jack: tú, pero si no te puedes mover...no lo se Mery puede ser apendicitis –dijo simulando que sabía de que hablaba. Era muy tierno verlo ocupándose de mi.
Mery: ya me sacaron la apéndice. De verdad – dije convencida –sólo necesito una pastilla, pero aquí no tengo. Y cómo ves mucho no me puedo mover –concluí seria, los dolores se había radicado en mí y sólo necesitaba lo que no tenía. La bendita pastilla –así que allí –le señalé la mesita donde comúnmente se encuentra el teléfono –busca que hay plata. Ve a la farmacia y pedí un analgésico o una pastilla para los dolores menstruales.
Confesar esto era bastante vergonzoso y más si lo hacía con el hombre que me gustaba. Pero era normal, o eso se suponía. De todas formas la normalidad de la situación no le quitaba la parte embarazosa.
Jack: está bien cariño –me dijo mientras se paraba, dado que estaba arrodillado al lado de la cama. Me besó la frente y se quedó mirándome. Se lo veía tan grande e importante desde aquí abajo, tan hermoso – podrás resistir? Me limité a asentir.
Tomó las llaves que estaban sobre la cama y salió por la puerta. Si no me equivoco no tomó dinero, como pagaría? Ah, claro lo parará él, pensé. Se veía tan precioso, cansado y agotado pero de todas formas se lo veía hermoso. Entonces fue que me di cuenta que lo había extrañado demasiado, que lo necesitaba cuan aire para respirar, lo necesitaba y no lo podía evitar. Estaba dispuesta a dejar mi estúpido orgullo de lado por perdonarlo, lo haría estaba segura. Siempre y cuando su explicación sea certera y me convenza. Sino, sino no lo sé.
No sé cuando demoró pero se me hizo eterno, cada segundo parecían horas. Sentía como si hubiese estado tirada en esa cama toda la vida. No podía esperar para volver a verlo, simplemente lo necesitaba.
Los dolores seguían allí, me desesperaba que no se fueran! Pude sentir algo caliente que corría por mi rostro. Qué sería? Me llevé una mano a la mejilla e increíblemente me di cuenta que estaba llorando. Recuerdo que mi madre siempre me decía que lloraba por todo, “cuando tienes sueño, lloras. Cuando tienes hambre, lloras. Si estas enojada, lloras. Lloras por todo!!”. Y tenía toda la razón del mundo, supongo que lo peor de todo es que mi sensibilidad natural se alteraba con el cambio hormonal del período menstrual.
Pude sentir nuevamente el sonido de la cerradura. Por fin, pensé; él ya estaba aquí. Mi salvador y venía con la pastilla mágica. Luego de cerrar la puerta fue hacía la cocina a por un vaso de agua, o al menos eso imaginé. Mientras estaba allí gritó..
Jack: cómo te sientes? Mejor? –me preguntó, sabía que lo tenía preocupado mi inmovilidad. Es que los hombres nunca tienen idea de lo doloroso que puede ser.
Mery: supongo, pero ahora estaré mucho mejor –le dije tratando de sonreír. Él ya venía hacía aquí con un vaso de agua y galletitas de chocolate.
Jack: venga vamos a tomar la pastilla –me dijo cuan padre que le da un jarabe a su hijo pequeño. Me ayudó a incorporarme en la cama – primero cómete una o dos galletitas, no puedes tomar algo así sin nada en el estómago – me dijo con la ternura propia de un padre. Admiraba su dedicación, era tan propia de él esa ternura irradiante.
Así que como había dicho me comí dos galletitas antes de ingerir la dichosa pastilla que me salvaría. En todo ese proceso nadie habló, él no dijo ni una palabra ni yo mucho menos, estaba demasiado ocupada pensando que pronto se me irían los dolores. Él me miraba expectante, supongo que pensaría que al tomarme la pastilla instantáneamente haría efecto, porqué luego de que la ingerí me miró esperando una mejoría. Mejoría que no llegaría dentro de quince o tal vez veinte minutos.
Mery: hace efecto en diez o veinte minutos – le dije simulando una sonrisa, su ignorancia respecto a temas menstruales era divertido. Pero me sorprendía dado que tenía 3 hermanas mujeres, tal vez no era algo que quisiesen compartir con su hermano mayor.
Esos quince minutos se hicieron quince horas, yo me acomodé en la cama y apoyé mi cabeza en los almohadones, cerrando los ojos tratando de que el tiempo pase más rápido. Podía sentir sus ojos clavados en mí, expectante para que el dolor se fuera. Gracias a Dios, Jackson y la bendita pastilla poco a poco el dolor fue disminuyendo hasta quedar solamente en sombras.
Así que una vez que el dolor desapareció, me levanté de la cama y fui al baño. El rostro de Jackson se iluminó radiante al saber que ya me sentía mejor. Camino al baño me di cuenta que estaba en pijama, que vergüenza. Bueno pensé, más vergüenza de la que acababa de pasar posiblemente no la pasaría en el resto de m vida. Además no era que mi pijama fuese feo, de hecho era lindo. El pantalón era de algodón rojo y la parte de arriba, era una remera de tirantes blanca con un pequeño osito bastante tierno.
Jack: bonito pijama –me dijo sonriente como nunca lo había estado. Supuse que estaba contento de mi notable mejoría. Me limité a sonreírle.
Ya en el baño me di cuenta que ahora que me sentía mejor no podía alargar más sus explicaciones. Las quería pero no estaba segura si las podría soportar. Qué tan malas eran? Me lavé la cara para despabilarme un poco y salí del baño como nueva.
Eran ya las nueve de la noche y se venía lo peor sobre mí. Comenzaba a dudar y a tener miedo de las mismas, las quería escuchar sin dudas, aclararían mucho de mi confusión interna. Pero no sabía que tanto repercutirían en mí emocionalmente y tal vez aún no estaba lista. Así que trataría de alargarlo lo máximo posible.
Mery: te quedas a comer? –le pregunté como si nada. Me miró de lo más incrédulo, como si no fuese a creer lo que le decía.
Jack: estás en condiciones de cocinar? –me preguntó un tanto asustado.
Mery: bueno, no llamaría cocinar a lo que yo hago –le aclaré con una sonrisa, la cual él respondió amablemente. Parecía como si no hubiese pasado nada entre nosotros, como si un hubiesen peleas y explicaciones de por medio –pero sí estoy en perfectas condiciones. Te animas a tender la mesa? –pregunté como si nada.
Mientras yo hacía unos modestos fideos con tuco, él tendía la mesa siguiendo mis ordenes de dónde se ubicaba lo que necesitábamos para la misma. Cuando llevé la comida al mesa dispuesta a servirla, me di cuenta que la mesa tenía velas. Me gustaba ese toque romántico pero me asustaba saber que las explicaciones se acercaban sigilosas lentamente. Sabía que tarde o temprano les tendría que hacer frente.
Comimos en silencio, ambos estábamos demasiado concentrados en nuestros pensamientos como para ocuparse del otro. Supuse que estaría ordenando sus ideas como para largarlas paulatinamente en su momento.
Jack: para no saber cocinar –me dijo con una sonrisa mientras encomillaba el último verbo –te quedó muy rico.
Mery: gracias –dije ya en la cocina mientras lavaba los platos. Él también se acercó, se sentó en la barra americana y se limitó a observarme.
Luego de haber lavado los vasos y un plato, él como siempre rompió el silencio..
Jack: creo que tenemos que hablar –me dijo con serenidad pero podía notar perfectamente su ansiedad.
Mery: espera que termine aquí y hablamos tomando un té – le dije inquieta. Ya no sabía que hacer para alargar la situación, que tan importantes o graves eran sus motivos?
Luego de que terminé de lavar los platos, puse el agua a calentar e hice dos té de durazno y me dirigí a la cama. Tomé aire, valor y ganas de escuchar, liberando así el miedo, terror y ansiedad.
Mery: te escucho –le dije mientras revolvía el té inconscientemente. Al parecer él también se llenó de valor porque tardó unos segundos en contestar.
Jack: primero te tengo que pedir perdón – me dijo también revolviendo el té. Levantó la vista y nuestros ojos se encontraron, sus hermosos ojos verdes estaban sobre los míos, había olvidado esa sensación tan poderosa –quiero que sepas que tuve mis razones para mentirte.
Me mantuve en silencio esperando que siguiese hablando, cuando algo se nos hace difícil de decir es mejor que no nos interrumpan, sino nos cortan el valor que anteriormente habíamos tomado.
Jack: ya cuando filmábamos para Twilight éramos conocidos, los vampiros mas lindo –dijo con ironía – la película se estrenó para diciembre del 2008. Como ya sabes Robert es Edward y bueno las adolescentes mueren por él, he oído cosas muy extrañas que planean hacerle –rió con ironía –es una locura. A él no es que le disgusta pero a veces le molesta que lo atosiguen. Por eso es difícil de verlo digamos, a menos en alguna premiación o el set de grabación.
Volvió a hacer un pausa, sinceramente no tenía idea porqué me explicaba esto. De hecho sabía que era lo que Robert causaba después de escuchar a Gabi hablar de él, era todo un sex simbol.
Jack: luego de unas semanas del estreno de la película yo estaba en un bar tocando sólo como a veces suelo hacer. Luego de tocar me quedé a tomar algo en la barra y pude distinguir una chica morocha que me observaba atentamente desde el otro lado del lugar. Siempre suelen hacerlo, como Jasper es rubio y eventualmente yo no lo soy, la mayoría de las veces me observan y me analizan antes de acercarse. Para qué mentirte la chica era hermosa, ojos celeste cabello morocho largo. Prefiero las pelirrojas –aclaró sonriendo – pero no me importó, ella tenía algo que me llamó la atención. Al poco rato simulando ir a buscar un trago de la barra se me acercó. Me preguntó si era Jackson Rathbone, y no iba a mentirle además me había cautivado.
Esa chica ya me caía mal, muy mal de hecho. Sobretodo por la forma en que él la describía, seguramente se había enamorado de ella y por eso no podía estar conmigo? Acaso era esa la razón? No pongan la carreta delante de lo bueyes, nos solía decir una profesora de matemáticas. Decidí no adelantarme a los hechos, debía llegar al final de la historia para juzgar.
Jack: tomamos unos tragos, me dio su celular. No pude aguantarme más y a la noche siguiente la llamé – al menos no me sentía menos de esa forma. A mi también me había llamado la noche después que le había dado mi celular – la invité a salir un par de veces. Bueno ya sabes nos hicimos novios, realmente yo no sabía mucho de ella pero de todas formas no me importaba. La quería – hizo una mueca – usualmente cuando tengo una novia trato de llevar la relación al próximo nivel – no estaba segura si quería escuchar esta parte – no me malinterpretes –dijo enseguida viendo mi cara de frustración – mis amigos/as para mi son fundamentales, así que siempre que tengo una novia a la cual quiero mucho la presento, y ellos me dan su opinión. La cosa es que a Nikki y Ashley – no sabía quienes eran, supuse que sería algunas de las actrices – me dijeron que no les había caído bien. Kristen dijo que la odiaba, a Kellan le daba igual mientras estuviese buena – rió ante ese pensamiento – y Robert sólo quería mi felicidad. Una noche en mi apartamento de Los ángeles junto con los amigos de mi banda, llegó ella y me dijo que necesitaba urgente hablar conmigo. Debo admitir que al principio me asusté. Enseguida pensé que estaba embarazada – me estremecí al pensar que otra mujer tuvo a Jackson antes que yo – pero me pidió algo extraño, pero la quería y le concedí el “sueño” –hizo una pausa para tomar aire. Acaso pretendía que yo adivinase cuál era el sueño de aquella muchacha? – así que como había pedido le presenté a Robert. Unas semanas después recibí una llamada de él diciéndome algo que me rompió el corazón. No sé cómo pero ella había conseguido su celular, probablemente lo haya sacado del mío, y lo había estado llamándolo para poder salir. Él se negaba obviamente porque ella era mi novia, pero de todas formas ella seguía insistiendo. Hasta que un día explotó y le dijo la verdad.
Y cuál era la verdad? Este chico me tenía de los nervios!! Estaba convencida que si me encontraba con es muchacha había grandes posibilidades que la matase.
Jack: que sólo había salido conmigo para llegar hasta él. Que estaba perdidamente enamorada de Robert, que a mi nunca me quiso. De hecho le dijo que yo le daba asco, que luego de hacer el amor conmigo vomitaba porque yo le daba repulsiones. Obviamente te podrás imaginar que corté la relación con ella, Robert cambió el teléfono y ella nunca volvió a llamar – hizo una pausa para que yo asimilase todo. Esa chica era una desalmada, como se atrevía hacerle semejante daño a un ser tan puro como Jackson? Estúpida. Instintivamente me tiré en sus brazos para poder abrazarlo, creo que estaba más afectada yo que él. No podía existir alguien tan cruel – no te preocupes ahora ya está superado. Sufrí mucho pero mis amigos me apoyaron y me ayudaron a salir adelante. Desde ese entonces me cuido mucho con las mujeres.
Había entendido esa parte, pero dónde era que yo entraba? Aún no tenía una explicación a su mentira.
Jack: y luego llegas tu tan torpe y adorable como siempre. Al instante en que chocamos en la calle tu sonrisa y tus ojos me hipnotizaron. Luego en el bar la pasión con la que hablabas de ese libro me terminó de asegurar que me gustabas. Pero tenía miedo de arriesgarme nuevamente. Tu no me reconocías lo cual era bueno, de hecho podía ser yo mismo sin fingir alguien que no soy. Estaba convencido que tu ignorancia hacía mi profesión incluso la de Robert era real, pero no podía saber cómo te lo tomarías en el caso de que te enteraras. Por supuesto que no pretendía ocultártelo siempre, es sólo que el fantasma de Catherine seguía allí demasiado latente y me aterraba saber que tal vez te enamorarías de Robert, aún sin saber que él era el gran Edward Cullen.
Si historia era tan triste, tuve que hacer un esfuerzo muy grande para no largar las lágrimas acumuladas. Ahora podía entender las razones de su mentira, aun que no aprobaba la mentira en sí, sabía que tenía razones de sobra para haberlo hecho.
Mery: podrías haber confiado en mí. No me enamoraría de Robert aún sabiendo que él es Edward Cullen. No te haces una idea del impacto que fue verte en la pantalla, rubio, pálido, diferente. Pero pude reconocerte y la sorpresa que me causó fue increíble, hasta tuve que salir de la sala. No podía entender porqué me habías mentido y ahora lo entiendo, lo que no hace que apruebe tu mentira.
Jack: sin duda haberte mentido esta mal y siquiera yo lo apruebo, sólo que me estaba cuidando. Entiendo si no quieres hablarme o verme más –me dijo apenado mirando el piso. Me acerqué hacía él, con el dedo índice levanté su cara e hice que nos miráramos. Toda la intensidad y profundidad de sus ojos estaban sobre mí, podía saber exactamente sus sentimiento con tan sólo ver sus ojos. Era tan puro.
Mery: yo nunca haría eso. Yo, yo –hice una pausa, decir lo que sentía no era uno de mis mejores virtudes – yo te necesito –logré decirle, él sonrió con satisfacción y yo me limité a ponerme colorada, como era ya costumbre.
Jack: eres tan adorable cuando te sonrojas – me dijo mientras se acercaba hacía mí, quería ese beso, lo deseaba. Pero no ahora, no lo quería si lo iba a arruinar todo, mejor sería esperar hasta que las heridas estuviese 100% cicatrizadas. No pensaba jugar con sus sentimientos y menos con los míos. Así que apenas permití que me besase la comisura de lo labios.
Jack: con eso me basta –me dijo sonriente mientras me daba un beso en la mejilla.
Mery: mejor vamos despacio –le dije sonriendo.
Jack: estoy de acuerdo –me dijo también sonriendo. Ambos estábamos como si nunca hubiese pasado nada, tan felices como de costumbre. Podía sentir un gran alivio en mi interior, todo ya estaba aclarado y perdonado.
Sabía que tal vez me arrepentiría de lo que estaba a punto de hacer, pero no tenía nada de malo. Además lo necesitaba, no esta preparada para dejarlo ir.
Mery: te quieres quedar a dormir? –pregunté sonrojada.
Jack: me encantaría –me dijo con una enorme sonrisa, se notaba que eso lo alegraba.
Me tapé los ojos mientras él se desvestía. Listo me había dicho cuando hubo terminado, ya estaba a mi lado dentro de las sedosas sábanas. Me dormí en su pecho mientras me acariciaba el pelo, fue romántico sin duda. De hecho de por sí él lo era.
A la mañana siguiente me despertó el sol que entraba desde la ventana, abrí lentamente los ojos y pude ver el vacio del apartamento. Jackson se había ido, pero al observar la cama pude comprobar que no estaba tan sola, allí había una nota junto con una hermosa rosa blanca. Cogí la nota y la leí..
Querida Mery: me fui a casa a cambiarme y hablar con Robert. Quería agradecerte, me hiciste pasar una de las mejores noches de mi vida. Más tarde llamó para ver qué tal te encuentras.
Te quiero, Jackson.

Este hombre era la dulzura personificada y era todo mío. Acaso podía ser más perfecto?

jueves, 13 de agosto de 2009

Una hora

Chicas estoy escribiendo, estoy haciendo un esfuerzo enorme para qe qede algo coherente. Escribir algo feliz cuando estas triste es DIFICIL! así qe traten de entender por favor, se que esperan el capitulo y las recompensare, sólo denme una hora y les subo capitulo!! Y a la chica qe dijo qe no leia los comentarios, se eqivoca!!! Sin duda qe los leo, y se qe estan impaciente, sólo pido una hora, una hora..

lunes, 10 de agosto de 2009

Capitulo 22

Capitulo 22 – Dolores
El miércoles pasó aburrido y extremadamente lento. En la facultad apenas prestaba atención, de hecho casi me echan de clase por eso.
Prof.: quién es el autor que nombra al inconsciente?- hizo una breve pausa - a ver Srta. Lamas..
Mery: Freud? – pregunté dudosa, sinceramente no tenía idea de lo que preguntaba.
Prof.: correcto, pero sino baja de la Luna la sacaré de clase –me dijo tajante.
En mi cabeza sólo estaba Jackson, la pelea y la llamada de Robert. Debo decir que eso sólo empeoró mi estado, trajo culpa consigo; él estaba mal por mi y eso no lo soportaba. De todas formas seguía dolida por sus mentiras y sus gritos. Aún estaba confundida, habían pasado demasiadas cosas en pocos días. Pocos pero intensos, pensé.
Todo venía genial hasta el casi beso en la puerta de mi casa, creo que eso fue el detonante de toda la confusión. Para complementar aquello la ida al cine y mi descubrimiento en el mismo no hacían más que empeorarlo, no tengo por qué nombrar lo que pasó en aquel elegante restaurante. Eso lo había arruinado completamente.
Podía escuchar un ruido exterior, acaso alguien me estaba hablando? Realmente no me importa si esa voz no es de Jackson, y por lo que sabía él era un estúpido que se encerraba en su habitación.
Ayer por la noche tuve el impulso de llamarlo pero probablemente no me contestaría, o tal vez me gritaría y aún no estaba preparada para enfrentar tal cosa. Así que me limité a dejar el teléfono sobre la mesa y retener mis absurdos impulsos.
Aunque no dejaba de preocuparme el echo de que se encerrara en su habitación, no podía hacerlo y menos por mí. Quería hablar con él, necesitaba verlo y darle un abrazo pero mi estúpido orgullo no me lo permitía, odiaba ser de esa forma. Me había perdido demasiadas cosas buenas a causa de éste, y no estaba del todo segura que esta vez permitiera que me arrebataran esas cosas.
Gabi: María Agustina!! – me gritó una voz, me “desperté” sobresaltada.
Mery: que necesitas Gabi? –pregunté apenas en un susurro, no me apetecía hablar con nadie. Me hundía en mi propia angustia, realmente daba pena.
Gabi: es que no tenemos que ir a otra clase –me dijo con brusquedad y un tanto asustada por mi estúpida actitud.
Mery: ah –dije desganada – Gabi lo siento pero me voy a ir, no me siento muy bien.
Gabi: está bien, vete. Luego te llamo a ver que tal te encuentras –me dijo comprensivamente mientras me abrazaba. Me besó la mejilla y me dejó ir.
De hecho me sentía bastante mal, me dolía la cabeza y la parte baja del abdomen. Mi amiga uruguaya Arantza me diría que estoy somatizando las emociones. Da igual, me sentí mal y eso era lo que importaba.
Así que cogí mi bolso, los libros y me dirigí hacía el exterior. Fui hasta la parada del ómnibus. A decir verdad no tenía dinero como para tomar un taxi.
Esperé allí aproximadamente diez o tal vez quince minutos. Pasaron otros dos o tres más y ya estaba entrando a mi apartamento.
Me bañe, me puse el pijama como era ya costumbre. Me hice un simple almuerzo, el cual comí desganada junto con una pastilla contra el dolor de cabeza.
Llamé a la librería para aclarar que hoy no iría. Sino fuese porque realmente me sentía mal iría de todas formas, necesitaba el dinero. Así que luego del llamado a la librería me fui a dormir. Aún no sabía qué era exactamente lo que tenía pero me sentía de lo peor. Y no sólo físicamente, internamente también.
La tarde/noche pasó horrible, no pude pegar un ojo en todo ese lapso de tiempo. Los dolores estaban plantados en mí y al parecer no querían irse. A eso de las nueve de la mañana me “despertó”, puesto que no estaba durmiendo sólo cerraba los ojos, mi celular.
Mery: hola –dijo aún en la cama, mientras me agarraba la parte baja del abdomen. Tal vez apendicitis? Pero entonces me di cuenta que ya me la habían sacado antes.
Gabi: hola amiga –me dijo con un tono de compasión – te sientes mejor?
Mery: a decir verdad no -respondí con sinceridad – de hecho estoy peor. Estoy pensando en llamar al médico.
Gabi: oh de veras estas tan mal? –me preguntó preocupada.
Mery: supongo, tú como estas? Yendo para la facultad me imagino –le dije tratando de ocultar mi dolor.
Gabi: si estoy en el ómnibus. Pero no te preocupes por mi, tú como estas? –me volvió a preguntar.
Mery: ya te dije que no muy bien Gabi. Acaso tienes problemas de comprensión? –le pregunté juguetona.
Gabi: no me refería a eso –me dijo seria. Entonces entendí a que se refería. Jackson.
Mery: oh –solté desinteresadamente –supongo que bien no lo sé –le dije con franqueza. Aún era una hora de la mañana que no pensaba con claridad.
Gabi: sabes que si me necesitas estoy verdad? –me preguntó con ternura.
Mery: por supuesto que lo sé Gabriela – le dijo tratando de devolver la ternura recibida.
Gabi: te dejo que estoy por bajarme –hizo una pausa, supuse que se estaría parando del asiento en donde estaba sentada – te me cuidas. Adiós.
Mery: Adiós –y colgué.
Apenas me levanté para ir hacía el baño, y coger un vaso de agua, a decir verdad no comí nada en todo el día. Me sentía mal, realmente mal, lo dolores se hacían mas fuerte y comenzaba a asustarme. De todas formas sabía que lo podía soportar, había soportado cosas peores.
Recuerdo cuando tenía 16 años no me llevaba sangre ni oxígeno al cerebro a causa de una contractura en la espalda. Esto que ahora me pasaba comparado con aquello es sólo una uña encarnada. Así que aguantaría, nada podía ser más grave que eso.
Eran ya las siete de la tarde, la noche caía sobre Londres y la Luna menguante se asomaba por el horizonte. Estaba famélica pero el cuerpo no me daba como para levantarme y hacerme de comer. Cada vez que iba al baño tenía que ir encorvada puesto que el dolor me “mataba”.
Como unas 5 veces en el día, tuve que ir al baño. Cuando estaba allí encontré la respuesta a mis dolores. Había empezado a menstruar y aquellos dolores no eran más que dolores de ovarios. Suspiré aliviada de que no fuese nada grave, pero eso no quitaba que doliese.
Siempre había odiado esa parte de la feminidad, menstruar. Es que había obligación de hacerlo? Lo odiaba, a veces deseaba ser hombre y no tener que pasar por todo este tipo de cosas. La depilación, el parto, los cambios de humor, los antojos; eran la cara no conocida de la mujer. Y la odiaba. Pero biológicamente hablando era lo que me había tocado, y hasta dónde sabía no se podía cambiar, así que me tocaba aguantarme.
Pero ahora no tenía ninguna pastilla contra este tipo de dolores. No sabía que hacer y no estaba en condiciones de salir a por ellas. Salí del baño sin saber que hacer, pero cuando estaba en el umbral de la puerta una fuerte puntada me vino en el lado derecho. Solté un grito ahogado, podía sentir como se clavaban en mi miles y miles de cuchillos, sentía un dolor intolerable, casi insoportable. El dolor me absorbía y se apoderaba de mí.
Aún no se cómo pero logré llegar hasta la cama, me tendí en ella decidida a esperar que el dolor pasara. No tenía otra opción, solo tendría que pasar. Pero entonces el teléfono sonó, y tal vez era la voz de la salvación.

domingo, 9 de agosto de 2009

Capitulo 21

Capitulo 21 - Helado de chocolate
No entiendes absolutamente nada me había dicho. Pero qué era lo que yo no entendía? Qué me había mentido? Eso lo podía entender perfectamente! Intuía que había algo oculto debajo de todo este enorme lío, pero me temo que nunca lo averiguaría. No había hecho más que estropearlo todo! No podía fingir que no sabía quien era todo mi vida, era un tema que a la larga terminaría saliendo a la luz. El hecho que salió en este momento es mínimo, tal vez tendríamos los mismos problemas en un futuro.
Las lágrimas caían incesantes por mi rostro, nadie nunca me había tratado de esa manera, con tanto desprecio y odio. Me sentía tan miserable. Me había tratado de la peor manera que se le podía tratar a un ser humano. Y todo porqué? Por una vil mentira. Una vil y estúpida mentira nos había llevado a todo este lío, en el cual nunca hubiese querido entrar. O al menos no sabiendo que ese sería el resultado. Una pelea.
Sentía un dolor en el pecho que al parecer nunca se iba a ir, un nudo en la garganta y el estómago revuelto. Esas eran las consecuencias de esta pelea. Cómo decían los partidarios del Dolce Still Novo, para amar hay que sufrir. Yo no lo amaba aún, pero con el simple hecho de quererlo hacía que me doliese toda esta situación.
Situación que había nacido por culpa de Gabi que había querido ir a ver esa estúpida película de vampiros. Tal vez nunca me hubiese enterado entonces. Pero no se trataba de echar culpas y si había que hacerlo, sólo había dos culpables. Él y yo, nadie más.
Pero había algo que me había quedado resonando en mi mente luego de la discusión, “Entonces apareciste tú alocada y atropellada como eres, desde el primer momento tus ojos y tu sonrisa me hipnotizaron”. Si yo no me equivocaba él sentía lo mismo que yo, ambos nos gustábamos y lo habíamos arruinado por completo.
De todas formas me había mentido y no era una cosa que perdonaría fácilmente, mucho menos después de sus gritos. Pensar en eso hizo que el caudal de lágrimas aumentasen.
I was made for loving you baby, sonó Kiss desde mi celular. Sinceramente no tenía voluntad de atender a pesar que éste reposaba tranquilamente sobre la mesita de luz. Estaba a escasos centímetros, pero no me apetecía tomarlo, sólo dejaría que suene. La persona que llama ya se cansará pensé. Pero no lo hacía, el celular siguió sonando durante cinco minutos. Me estaba taladrando el cerebro, así que estiré mi mano derecha hasta la mesa y lo cogí. Pero antes de atender miré quien era, y por nada del mundo contestaría esta llamada. No hablaría con él después de cómo me trató. Sí, tal vez sonaba orgullosa pero no permitiría que Jackson me tratara de esa forma, no de nuevo. Probablemente sólo quería seguía gritándome así que me negué a atenderlo y apagué el celular.
Al parecer no se iba a dar por vencido, por el teléfono de la casa comenzó a sonar. Luego de que sonó tres veces, atendió la contestadora. Te comunicaste con la casa de Mery, o sea mi casa. Ahora no estoy pero si quieres puedes dejar un mensaje después de la señal. Adiós.
Luego de la señal correspondiente, una hermosa voz sonó desde el pequeño aparato telefónico. Que lindo escuchar tu voz de nuevo. Necesito hablar contigo, decirte como son las cosas. Sé que estuve mal al tratarte así, yo sólo...necesito verte. Llámame cuando puedas. Adiós.
Aún seguía en la cama y al escuchar la voz de Jackson las lágrimas se intensificaron. Era tan perfecto que hasta se disculpaba. Pero yo no daría mi brazo a torcer, me había lastimado con unas simples palabras. Cada vez que pensaba en la situación podía sentir miles y miles de puñales que se clavaban en mi corazón.
No podía entender porqué me había mentido? Acaso temía que me acercase a él por su fama? No me conocía lo suficiente como para saber que yo nunca haría eso? Al parecer no, no me conocía porque me mintió y me dolía.
No podía estar allí tirada en la cama llorando por un hombre, mi abuela me había dicho una vez: “se llora por muchas cosas, pero nunca por un hombre”. Así que haciendo caso a mi abuela me sequé las lágrimas, cogí mi ropa interior y me fui a bañar. Allí pude relajarme totalmente, al punto de tener la mente en blanco. Pero cuando puse los mojados pies sobre la alfombra los problemas, tristezas y dudas me invadieron cuan Napoleón a Europa.
Me limité a ponerme el pijama, así estaba cómoda, me resigné a hacer las tareas de la facultad. Me dirigí a la heladera y saqué un helado de chocolate, fui a por una cuchara y volví a dirigirme a la cama.
Así que aquí estaba, comiendo helado en la cama como una treintañera solterona. Que patético, pero al menos el chocolate ayudaba a calmar mi angustia interna. No del todo, pero ayudaba.
Sufriría en silencio, aludiendo a la frase de mi abuela, no lloraría por un hombre. Tal vez y sólo tal vez cuando sanaran mis heridas hablaría con él. Ahora lo único que me tocaba enfrentar era la sedosa sábana y la cómoda cama, a pesar de que eran las tres de la tarde sentía que había estado despierta durante horas. Demasiadas emociones juntas pensé.
Afortunadamente dormí sin ningún tipo de pesadilla ni sueño que me recordase al incidente de ayer. Me levanté desayune aún en pijama, luego me bañe. Fue una ducha corta porqué tenía que irme a la facultad, pero de todos modos la supe disfrutar. Inconscientemente me vestí de negro, es que hasta mi inconsciente estaba triste? Qué estupidez pensé. Cogí mi bolso y salí a la fría mañana de Londres.
Al llegar a la facultad supe que me esperaría un extenso interrogatorio de Gabi, no sabía si estaba preparada como para aguantarlo sin contar toda la verdad. En instante en que entré en el salón, Gabi se me abalanzó y comenzó a hablar apresuradamente, muy propio de ella.
Gabi: entonces, que paso? Cenaron? Almorzaron en verdad. Se besaron? Cuéntame, te pidió casamiento o qué? – hizo una pequeña pausa para tomar aire –oye porqué estas de negro? Acaso murió alguien? –preguntó juguetona, pero creo que fue entonces que vio mi cara. Sinceramente no sabía que aspecto tenía, pero suponía que no muy bueno a juzgar por la reacción de mi amiga. Inmediatamente me abrazó, y me acariciaba el pelo – qué paso Agus? Sabes que puedes confiar en mí.
Mery: nada importante – logré decir por fin. Nunca me había gustado que mis seres queridos se preocupasen por mí, no quería amargar a los demás.
Gabi: venga Agus que no soy tonta, sé que te pasa algo. Puedes contarme si quieres –me dijo con una leve risita pero pude ver en sus ojos la tristeza que le ocasionaba mi supuesta desconfianza.
Mery: es sólo que me peleé con el chico de los ojos verdes –hice una pausa en la cuál ella puso los ojos como platos. Viniendo de mi amiga, sabía que era un típica reacción de sorpresa, de seguro que no lo esperaba – sólo eso – y instintivamente me volvió a abrazar fuerte.
Gabi: oh mi niña, no te preocupes estarás bien – me dijo en el oído.
Mery: el tema muere acá Gabriela, no quiero hablar por favor –le dije con una sonrisa de súplica.
La mañana pasó lenta y más aburrida de lo usual, las llamadas a mi celular no cesaba, pero yo no las contestaría. De ninguna forma lo haría, o al menos de momento. Todavía no estaba preparada para enfrentarlo. Sus palabras seguían doliéndome, “no entiendes absolutamente nada”. Aún seguía con la duda de que era lo que yo no entendía? Había algo más, de eso estaba segura. Pero mi orgullo no se vio vencido por la curiosidad.
Ya era martes por la noche, estaba en casa en la misma situación patética. La cama y un helado de chocolate. El teléfono sonó con la misma frecuencia que venía haciéndolo desde ayer. Cada treinta minutos una llamada a mi casa, y cada quince una a mi celular. El buzón de mensajes estaba que explotaba.
Como de costumbre la contestadora atendió. Te comunicaste con la casa de Mery, o sea mi casa. Ahora no estoy pero si quieres puedes dejar un mensaje después de la señal. Adiós.
Luego de la típica señal, una voz habló pero no era la misma que cada media hora. A esta la conocía pero no lograba distinguir quién era. Sé que estas allí Mery, limítate a atenderme. Soy Robert. No me quedaba otra opción que ir a por el teléfono y hablar con él. Lo cogí de la mesa, fui hasta la cama y atendí.
Rob: hasta que por fin atiendes!! –me dijo preocupado. Y a este que le pasaba? Aún no se me pasaba por alto que él era Edward Cullen, y también me había mentido – comenzaba a desesperarme. Nunca me atendías.
Robert insinuaba que era él quien llamaba constantemente, y no Jackson? Pero si en mi celular aparecía como si él llamase. No entendía nada, pero ya me estaba acostumbrando a esa sensación.
Mery: eras tu quien llamas entonces? –pregunté confundida e indecisa.
Rob: por supuesto que era yo. Necesito hablar contigo – me dijo poniéndose serio.
Mery: pues dime, que necesitas? –pregunté intrigada.
Rob: sólo quiero saber que le hiciste a Jackson? –me preguntó serio pero se lo notaba enojado también.
Mery: porqué lo preguntas?
Rob: es que no ha salido de su cuarto desde la cita que tuvieron ayer al mediodía. Y sinceramente comienzo a preocuparme –me dijo, de verdad en su tono de voz se notaba preocupación.
Mery: cómo?? –le grité. Acaso Jackson era idiota? Encerrado en su cuarto desde ayer? Sin comer? Sin nada? –pero cómo? Totalmente encerrado? –pregunté confusa pero a la vez dolida. Esta reacción era consecuencia de nuestra estúpida pelea, más allá de que seguía enojada no permitiría que él se hiciese daño alguno. Sólo quería su felicidad.
Rob: encerrado, es decir se levanta para ir al baño y comer. Aunque come muy poco. Sólo quiero saber que pasó, porqué esta así? Tu tienes esa respuesta?
Yo la tenía, pero él tal vez ya se la imaginaba por eso esta llamada. Tendría que contarle todo.
Mery: es que me enteré de todo –hice una leve pausa – Edward.
El silencio del otro lado de la línea no sabía si era bueno o demasiado malo. De todos modos me confirmaba que no estaba loca ni mucho menos. Jackson era Jasper Hale, y Robert era el guapísimo Edward Cullen.
Rob: supongo que estas enojada – me dijo en un susurro.
Mery: por supuesto que lo estoy Robert –le espeté, y comencé a contarle la historia desde un principio para que él puede imaginarme mis sensaciones. Confusión, no entendimiento, dudas, tristeza, pero amor.
Él se limitó a escucharme atentamente sin acotar ninguna frase, esperó paciente su turno de hablar.
Rob: créeme que entiendo todo lo que te sucedió. Pero sé perfectamente que Jackson tiene sus razones para haberlo hecho. Razones por las cuales no justifiquen su pelea, pero de veras que tiene razones para haberte mentido. Y sé que no lo hizo por agrado.
Mery: tal vez tenga sus razones, pero son tan grandes como para justificar una mentira –pregunté escépticamente.
Rob: eso deberás pensarlo tú cuando él tome la decisión de contártelo. Sólo quiero que lo entiendas, de acuerdo?
Mery: de acuerdo. Gracias Rob –no pude evitar sonreír, se notaba que Robert quería mucha a Jackson –pero que hacemos con él? No puede pasarse encerrado todo el día! Eso hace mal.
Rob: lo sé, lo mantendré distraído mientras tú te preparas para oír su historia –me dijo con un deje de esperanza en su voz.
Mery: esta bien, sólo cuídamelo sí? –le dije en tono triste.
Rob: lo haré. Adiós –me dijo y colgó.
Fue una llamada sorpresiva sin dudas, pero me reí al pensar en lo que pensaría Gabi si sabía que Robert Pattinson había hablado a mi casa. Su cara sería un poema.
Pero me sentía mal que por mi culpa Jackson se encontrara en esas formas. Sabía que a la larga lo perdonaría pero tomaría un tiempo sanar las heridas que me había causado. Sólo bastaba esperar que aquello sucediera.

sábado, 8 de agosto de 2009

Capitulo 20

Hola chicas!! Lamento haberme demorado mucho en subir, se qe han estado esperando esta capitulo. Solo le digo qe no me odien. Prometo qe se pone interesante pronto, ademas termine los parciales asi qe voy a tratar de subir un capitulo por dia. Les doy muchas muchas gracias a las 1517 personas qe han entrado a visitar el blog, de verdad muchas gracias! Por favor voten en la encuesta que les pongo si? Y sigo insistiendo que seria genial qe deben su comentaro, es importante saber lo que piensan. Este capitulo va dedicado especialmente a Titi x si lo esta leyendo. Gracias, y besos a todas..

Capitlo 20 - La verdad
Jack: hola –me dijo tímidamente, se veía tan adorable! La verdad era que me había quedado allí plantada como una estúpida, aún seguía sorprendida de verlo luego de lo que pasó, o de lo que no pasó.
Mery: hola –logré decir un poco entrecortado. La sorpresa pero a la vez la alegría se apoderaban de mí; sorpresa porque no esperaba encontrarlo aquí y alegría porque había venido de todas formas.
De pronto dio los dos pasos que nos separaban y me abrazó fuerte. No podía no abrazarlo, así que lentamente pasé mis manos por su espalda tratando de apretarlo lo máximo posible. Ahora que había descubierto que me gustaba no pensaba soltarlo nunca, pero era inminente de un momento a otro tendría que hacerlo.
De a poco él se fue separando de mi pero aún mantenía sus manos en mi cintura, y las mías reposaban tímidamente en sus hombros. Nos quedamos mirando intensamente, hasta que él rompió el tenue silencio.
Jack: perdóname –me dijo en tono arrepentido, pero de todas formas se lo notaba tímido. Pero qué era lo que tenía que perdonarle? Que daño me podía hacer él si era cuasi perfecto? Me negaba a pensar que él podría dañarme.
Mery: pero que es lo que debo perdonar? – pregunté confusa.
Jack: lo que pasó la otra noche – hizo una pausa indeciso pero a la vez sorprendido, seguía sin entender nada. O me negaba a hacerlo – que yo casi, que me acerqué –decía titubeante – que quise besarte – me soltó de pronto.
Mery: ah eso – dije entendiéndolo todo. Me pedía perdón por quererme besar? Este chico estaba loco! Tendría que pedirlo por no haberlo hecho!! No podía entender cómo me había olvidado de esa parte, si es que había sido la causa de la “pelea”, creo que al estar con él simplemente lo olvidaba todo – no te preocupes eso está olvidado – le dije sonriendo, sonrisa a la cual él correspondió. Ese brillo característico volvía a hacerse presente en su mirada. Pero ese brillo tan propio de él me hizo acordarme que también era propio de Jasper Hale. Tendría que preguntarle porqué me había mentido, el problema es que no sabía cómo hacerlo.
Con una enorme sonrisa la cual podría encandilar al Sol, el cual hoy estaba oculto entre las sedosas nubes, me abrió la puerta del copiloto para que subiese a al auto.
El viaje al restaurante fue en total y absoluto silencio, es decir con la radio de fondo. Alguna que otra sonrisa entre medio pero todo normal. Bueno, todo tan normal como se está con un famoso. Me reí al pensar eso, pero la verdad era que no sabía aún si era famoso o no. No entiendo para que me mentía a mi misma, sabía que era él pero necesitaba escucharlo de su propia boca. Y eso, sólo era cuestión de tiempo.
Llegamos al restaurante, el cual era bastante elegante. De hecho sentía que desencajaba con el lugar, pero supuse que para él el lugar era normal, seguramente estaría acostumbrado al lujo y las comodidades. Era una persona famosa! Necesitaba confirmarlo sino enloquecería!
Nos atendió una señorita morocha y muy bonita, la cual le sonrió a Jackson con demasiadas ganas, yo diría que excesivas. Tenía muchas ganas de saltar por arriba de las mesas y agarrarla del cabello, pero sabía que eso no era una reacción demasiado racional, así que me quedaría con las ganas. Acaso estaba celosa?
La muchacha nos condujo a una mesa junto a la ventana, la vista era bastante linda y el ambiente era agradable, pero cuando me iba a sentar Jackson negó con la cabeza. No me podía sentar o qué era lo que pasaba? No entendía nada!
Jack: lo siento señorita, pero no tendrá algo más privado? –le preguntó con amabilidad. La muchacha frunció el ceño, me lanzó una mirada envenenada y reprobatoria, luego nos condujo a un lugar mucho más reservado. Jackson le agradeció con una grande y hermosa sonrisa, la muchacha se fue de lo más indignada. Acaso el lugar reservado tenía un significado especial? No creo, aunque mi subconsciente lo deseaba sabía que el de Jackson no.
Mery: ahora sí me puedo sentar? –le pregunté con una sonrisa incrédula.
Jack: por supuesto –me dijo mientras me corría la silla para que me sentase. Era todo un caballero. Esa caballerosidad era propia del siglo pasado, así como la de Jasper. Tenía que dejar de pensar en él como una persona propia, era sólo un personaje. Estaba un poco confundida.
Cuando ambos estuvimos sentados, volvió la muchacha con el menú, y me puso la misma cara de reprobación. Las ganas de cinchar de su pelo aumentaban conforme siguiese sonriéndole a Jackson de esa forma.
Muchacha: qué es lo que desean? –le preguntó a Jack con una sonrisa, a mí me ignoraba totalmente. Apoyé mi espalda en la silla y me crucé de brazos enojada, mientras ellos seguían hablando.
Jack: queremos ravioles con salsa cuatro quesos y dos vasos de pepsi – le dijo sonriendo. Pude sentir un retorcijón en el corazón al ver la forma que él le sonreía. Me gustaba tanto Jackson como para ponerme celosa de que le sonriera a una mujer?
Muchacha: ya se lo traigo señor – le dijo con una enorme sonrisa. Esta situación ya no me estaba gustando en lo más mínimo.
La chica se fue y por fin Jackson clavó la vista en mí, pero al ver mi postura y mi expresión, cambió la suya al instante.
Jack: qué te pasa? –preguntó confuso.
Mery: nada – mentí. Es que no podía decirle que estaba celosa de la camarera. Sería bastante bizarro y mucho más después de haberle corrido la cara.
Jack: y entonces porqué tenes esa cara? – me preguntó enarcando una ceja. A este chico no se le escapaba una.
Mery: qué cara tengo? –le pregunté también confusa.
Jack: una hermosa – me dijo con una sonrisa, no pude evitar devolvérsela – pero en este momento está enojada –dijo con ternura. Es que los enojos siempre durarían tan poco con él?
Mery: gracias, pero no me pasa nada – le respondí decidida. Creo que no se creyó mi mentira. Pero en ese momento volvió la camarera con nuestra comida, le sonrió nuevamente a Jackson, y poco más que me tira el plato sobre la mesa. Entrecerré los ojos para observarla atentamente, ni siquiera era tan bonita a decir verdad. Tendría la edad de Jack o incluso más pero comenzaban a notársele arrugas, a pesar de que tenía unos lindos ojos celestes se los delineaba demasiado, y tal vez debería bajar algunos quilos.
Pero que estoy diciendo? Criticar a esa mujer no me va a hacerme sentir mejor! De hecho si Jackson estaba feliz con ella, yo era feliz. Acaso tanto me gustaba como para sacrificar también mi felicidad?
No pude evitar asociar lo que nos estaba pasando a Jackson y a mí, con lo que le pasó a Bella y a Edward cuando fueron a Port Angels. En un momento de la película en donde prestaba atención lo vi, pero la diferencia es que Edward sólo tenía ojos para Bella. En caso de Jackson no los tenía sólo para mí. Es que de hecho no tenía porqué hacerlo si éramos sólo amigos.
Realmente estaba bastante confundida! Jasper Hale era Jackson Rathbone? O Jackson Rathbone era Jasper Hale? En definitiva tanto uno como el otro eran la misma persona! Pero la pregunta que más me importaba, cuánto me gustaba Jackson? O cuanto me podía llegar a gustar?
El hecho que me gustase ya lo tenía claro, pero no sabía cuanto. Es que acaso el amor se puede cuantificar? Dios estaba hecha un lío, así que apoyé mis codos en la mesa y me llevé las manos a la cabeza tratando de ordenar mis pensamientos.
Jack: tu crees que yo soy tonto? –me preguntó enojado. Corrí una mano de mi cara y lo miré enarcando una ceja – está bien no me contestes mejor! Pero sé que algo te pasa. Sabes que puedes confiar en mí –me dijo con ternura.
Mery: de veras que no me pasa nada, es sólo que se me fue el hambre – le dije tratando de simular una pequeña sonrisa.
Jack: sabes? Me duele que no confíes en mí –me dijo mientras pinchaba un raviol con el tenedor, podía notar en su voz la tristeza.
Mery: Jackson sabes que no es así.. –traté de decirle pero me vi interrumpida por un montón de muchachas que se abalanzaron sobre la mesa.
Y aquí que pasaba? Había un terremoto o algo así? Entonces me di cuenta que él era Jasper, que lo querían a él.
Con todas las mujeres que él podría tener porque iba a elegirme a mí? Justo a mí? Eso era tan imposible como que Hitler siguiese vivo.
Adoptando la misma actitud que antes, me crucé de brazos y me recosté contra el respaldo de la silla. Sólo me tocaba esperar que ellas se fueran, si es que lo hacían alguna vez.
Nenita: Jasper muérdeme – le pidió una pequeña niña de ocho o tal vez nueve años. Tan grande era la twilightmania como para exigir tales cosas? Además una niñita tan pequeña. Era bastante insólito.
Fan: es verdad que tienes algo con Ashley? –le preguntó una muchacha que, por lo menos tenía quince o dieciséis años, era consciente de lo que decía – porqué para mi te mereces lo mejor y Ashley es la mejor –le dijo con una sonrisa mientras me lanzaba una mirada reprobatoria. Es que acaso todos me odiarían hoy? Creo que no era demasiado consciente de lo que decía.
Jack: chicas no crean todo lo que leen, son solo rumores –dijo sonriendo.
Estuvo aproximadamente diez minutos firmando autógrafos, sacándose fotos y hablando con sus fans. Se lo veía tan adorable y tan dedicado a su público, que de pronto sentí un revoloteo de alas en el estómago. Sabía lo que eso significaba, mariposas. Y creo que no eran buenas en caso de que el amor no sea correspondido.
Luego que las muchachas se fueron, él se volvió a sentar y me miró directo a los ojos. Así sin más, sin decir apenas una palabra. Podía notar su confusión desde el otro lado de la mesa, y estaba segura que él podía notar la mía. Aunque creo que malinterpretaba la razón de la misma. Como siempre fue él quien rompió el silencio..
Jack: em no vas a preguntar nada –dijo confundido con la voz entrecortada, mientras hacía gestos graciosos con la mano – de lo que pasó?
Mery: no –le dije muy segura de lo que decía. Me miró de lo más sorprendido, pobrecito no entendía nada – sé con quién estoy sentada- le dije sonriendo.
Jack: ah si? – me preguntó enarcando una ceja. Se le notaba el nerviosismo – y con quién estas sentada? –me desafió.
Mery: estoy sentada con Jackson Rathbone – le dije con una sonrisa de autosuficiencia.
Jack: yo nunca te dije mi apellido –dijo con los ojos como platos. Estaba de lo más sorprendido.
Mery: Jackson Rathbone, mejor conocido como Jasper Hale, Jasper Cullen o Jasper Witlock – hice una pequeña pausa. Él tenía los ojos como platos, poco más que se le salían de la órbita. Disfruté unos segundo de su expresión, pero decidí continuar. Tenía que llegar al final de todo esto –de hecho tienes muchos nombres. Eres el vampiro más reciente de la familia Cullen, y por tu antiguo pasado en las guerras del sur sientes más debilidad por la sangre que el resto de tus hermanos. De hecho sólo lo haces por Alice, es decir tu pareja. Eso demuestra que a pesar de ser vampiros, de no respirar, de que no les lata el corazón, de no comer ni beber, tienen sentimientos y que tengan la capacidad de amar es increíble. Así que, por todo esto Jasper es a mi modo de ver el mejor personaje, porqué se resiste a su naturaleza por amor, al igual que Edward, es decir Robert.
Él me miraba sorprendido, se le notaba totalmente descolocado, pobrecito no entendía nada. Pero todavía podía sacarle más jugo a todo esto, antes de llegar a la verdad disfrutaría viendo su cara de incomprensión.
Mery: así también has trabajado en series tales como Criminals Minds haciendo de un psicópata travesti o en The O.C haciendo de un adolescente que le vende drogas a la hermana de Marissa. A su vez tienes una banda con tres amigos, 100 monkeys, he escuchado algo y son bastante buenos a decir verdad.
Jack: tú, tú, tú –decía entrecortado, pobre estaba que no podía hablar de la impresión – tú siempre lo supiste? –preguntó confuso.
Mery: por supuesto que no. Me enteré ayer –le confesé.
Jack: pero cómo? –preguntó confuso. Entonces se llevó una mano al pelo para rascarse el cuerdo cabelludo – ya entiendo, fuiste al cine verdad? –me limité a asentir – viste Twiligth no? –preguntó ya más calmado entendiéndolo todo. Volví a asentir –lo que no entiendo es cómo supiste tantas cosas de mi.
Mery: google –le dije con una enorme sonrisa.
Jack: deberían cuidar lo que publican ahí –dijo apenas susurrando. Pero de pronto levantó la mirada y la clavó en mis ojos. Podía sentir toda la intensidad de sus verdes ojos posada en mi, era casi intimidante – no estas enojada?
Esa era la pregunta clave!! Claro que lo estaba, si es que me había mentido!
Mery: por supuesto que lo estoy – hice una pausa y él me miró tristemente – de hecho estoy más dolida que enojada. Jackson me mentiste.
Jack: eso no es verdad! –me dijo de repente un tanto molesto.
Mery: por supuesto que lo es. Aunque hayas omitido ciertas cosas estoy dolida. Porqué no me contaste que eras actor? Tenías miedo que te juzgara o acaso de que me burlara de ti? Sabes que nunca haría cosa semejante. Y porqué me dijiste que naciste en Luisiana si naciste en Singapur? A ver qué explicación hay en eso? –le preguntó seria y enojada.
Jack: ah eso, no le encuentro explicación exacta. Es que muchas personas se sorprenden cuando les digo que nací allá, la mayoría no me creen –dijo tratando de justificarse.
Mery: vamos yo nací en Uruguay, un pedazo de tierra muy chiquito de América del Sur y estoy de lo más orgullosa. Pero no por ser un país chico ando mintiendo por ahí de que soy argentina verdad? –le espeté con un deje de enojo.
Jack: esta bien, sí te mentí estas feliz ahora? –me gritó de lo más alocado. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, pero no permitiría llorar enfrente de él. Yo siempre con mi sensibilidad, apestaba ser de esa forma.
Mery: y qué excusa vas a poner con la gran mentira de tu profesión? –le pregunté de golpe, tratando de contener las rebeldes lágrimas que de mis ojos querían escapar desaforadas.
Jack: sabes lo difícil que es encontrar a una mujer que no se interese por ti sólo porqué eres famoso? Sabes lo difícil que es eso? Tienes idea? –me volvió a gritar. Yo sólo hacía el gran esfuerzo para que las lágrimas no saliesen – no tienes idea!! Entonces apareciste tú alocada y atropellada como eres, desde el primer momento tus ojos y tu sonrisa me hipnotizaron. Pero lo que más me había gustado de ti es que no me reconocías. Qué te acercabas a mí por ser sólo Jackson, no Jackson el que actúa de Jasper. Para ti sólo era Jackson, y era de lo más emocionante saber que te interesabas por lo que soy de verdad y no por lo que represento –me dijo ya bajando el tono de voz. Se notaba que hablaba con sinceridad, pero aún así me dolía, más allá de las explicaciones me dolía en lo más profundo.
Mery: acaso creías que no me iba a enterar nunca? No soy tan ingenua, me iba a dar cuenta tarde o temprano. Es que en verdad no me importa si eres actor, músico y farmacéutico sólo quería que me lo dijeses tú. No que me tuviera que enterar por cosas ajenas a nosotros, como una pantalla de cine. Sabes la confusión que sentí al verte? Tienes idea? Jackson me mentiste, y yo la mentira no la tolero.
Jack: es que no entiendes absolutamente nada!!! –me gritó de golpe. Mis fuerzas flaquearon entonces las lágrimas comenzaron a descender por mi rostro ininterrumpidamente.
Mery: buen provecho Jasper Hale –le dije con un tono frío en la voz. Cogí mi bolso y salí dramáticamente hacia la fría calle. Paré un taxi e inmediatamente me dirigí hacía mi casa. Al llegar sólo podía estar en la cama y llorar, llorar y volver a llorar. No me gustaba la mentira y él me había mentido, no lo iba a permitir. Pero sobre todo lo que ahora actualmente me dolía era su actitud, sus gritos desenfrenados. Nadie me había gritado de esa forma, me sentía la peor basura del mundo. Pero sabía que no debía sentirme así, la culpa de todo aquello no había sido mía. Todo se originó a través de su mentira, yo no me hacía responsable. La verdad era, que las mentiras tienen patas cortas.