jueves, 30 de julio de 2009

Capitulo 16

Hola chicas! Siento haberlas dejado tanto tiempo sin nove, pero sepan entender!! Aca les dejo el capitulo de hoy qe a pedido de Julieta es bien pero bien largo!! La encuesta del tercero en discrodia ya se cerró y ganó Kellan, asi qe ya veremos..
Les dejo el capitulo y de nuevo perdon, espero qe les guste! Besoos..

Capitulo 16 – Pizza, fútbol y música.
Rob: bueno, bueno – dijo tratando de ponerse serio mientras se limpiaba las lágrimas de la cara – pongamos orden.
Jack: si, vamos a sentarnos – me invitó, de hecho aún seguía parada. No me había sentado ya? Creo que había perdido la cabeza.
Los tres nos sentamos en los sillones, Jackson se sentó a mi lado y Robert enfrente nuestro. Podía sentir su colonia importada desde aquí, comenzó adarme calor, de seguro que era la calefacción. O tal vez era la proximidad con Jackson? Por Dios, Agustina que dices? Así que me saqué los buzos que traía puesto, pero ambos muchachos me quedaron mirando. Acaso me había sacado TODOS? Imposible o sí? Pero ninguno me quitaba la vista de encima, comencé a ponerme nerviosa. Lentamente bajé la mirada hacía mi cuerpo, pues no, no me había sacado todo. Por suerte pensé.
Me miraban porqué llevaba la remera verde con las letras blancas que rezaban “I am a bitch”, largué una carcajada en ese instante, sus caras eran muy graciosas!
Mery: me la regaló una amiga para mi último cumpleaños – le dije entre pequeñas risas.
Rob: espero que lo que diga no sea verdad –dijo sonriéndome desde el otro sillón.
Mery: por supuesto que no –le contesté – van a llamar a la pizza? – les pregunté mientras me frotaba la panza, no había notado lo hambrienta que estaba.
Jack: por supuesto, Rob pásame el teléfono – le pidió a su compañero de habitación. Éste lo cogió de la mesa y se lo lanzó a Jackson, él cual comenzó a discar el número de la pizzería, supuse.
Al cabo de uno o dos minutos cortó y devolvió el teléfono a su lugar, luego fue hasta la heladera y sacó una botellita de cerveza. La destapó y volvió hacía nosotros.
Pero hablando de líquido, yo necesitaba ir al baño, puesto que no había ido a mi casa antes de salir, y ahora había ingerido mucha pepsi.
Mery: Jack – le dije –él volteó para mirarme. Por un momento me quedé perdida en sus verdes y brillantes ojos, al parecer a él le pasaba lo mismo con lo míos. Sacudí la cabeza tratando de reaccionar – dónde esta el baño?
Jack: por el pasillo –me dijo mientras se acercaba con una sonrisa – la segunda puerta a la izquierda.
Mery: permiso, entonces –dije mientras me levantaba.- Robert también se levantó cuando yo me levanté, tal cual un antiguo caballero. Sonreí ante el pensamiento de Robert vestido de caballero, se vería muy gracioso.
Así que me encaminé hacía el baño, era muy lindo y sorprendentemente limpio. Me lavé las manos al terminar y salí hacía el pasillo. Pero cuando me encaminaba hacía la sala, me detuve en una habitación. Parecía un cuarto de música, las paredes estaban pintadas de un beige muy claro, el piso también de una madera clara, tal cual el de la sala. Allí había un piano de cola negro, era precioso tan brillante y parecía nuevo; un par de guitarras, tanto eléctricas como acústicas, y luego una solitaria batería.
Mirando hacía ambos lados del pasillo me adentré en la habitación, y me dirigí hacía el piano. Pasé mi cortos dedos sobre la sedosa y suave superficie del instrumento de cuerdas. Me senté en la pequeña butaca y levanté la pesada tapa del piano, acaricié las blancas y brillantes teclas. Me sentía tan en paz en esa habitación, tan tranquila y armónica.
Comencé a tocar las pocas notas que conocía, de la canción My Heart will go on de Celine Dion, y comencé a cantar suavecito. Era una de las canciones que me había enseñado mi padrino, me encantaba era de lo más romántica. Pero me detuve al escuchar unos pasos que se dirigían hacía aquí. Ups creo que me habían escuchado, inmediatamente me paré y fui hacía las guitarras simulando que las veía. A los pocos segundos aparecieron Rob y Jack en el umbral de la puerta, y ambos me miraban con sorpresa.
Rob: eres tú la que tocaba el piano? –preguntó con una sonrisa en su rostro, pero se podía ver la sorpresa, casi estupefacción.
Jack: eras vos la que cantabas? – me preguntó y puso la misma expresión de estupefacción que su amigo. A decir la verdad la situación era graciosa, pero no iba a admitir que era yo la que tocaba y cantaba, muy pocas personas sabían eso. Era un pequeño secreto y quería que siga siéndolo.
Mery: por supuesto que no, deben estar imaginando – les dije a ambos de forma despreocupada y con una sonrisa. Se miraron entre ellos y me volvieron a mirar, pobres no entendían nada – pero bueno, que es este lugar?
Rob: es el cuarto de música –me contestó como si fuese obvio.
Mery: aunque no lo creas Robert, eso ya lo había deducido – le dije con una enorme sonrisa. Jackson rió en voz baja y Robert me miró enojado por mi broma.
Rob: bueno es mi estudio de música en esa caso –dijo ahora sonriendo. Acaso él también era músico?
Mery: tu también sos músico? – le pregunté sorprendida, no tenía ese perfil. Pero algo raro ocurrió, Robert miró a Jackson como pidiendo ayuda, no sabía que responder o que? Sería demasiado extraño que no conociera su propia profesión no?
Rob: pues sí también soy músico –dijo al fin. Wow estaba en la casa de dos músicos, y no me iba a ir de aquí sin escucharlos. Puse mi mejor cara de súplica, Jackson me miró con ternura y Robert confuso. Nunca entendían nada.
Jack: creo –dijo enfatizando la palabra –que nuestra amiga quiere que toquemos algo – concluyó con una sonrisa mientras se acercaba a la guitarra acústica y se la colgaba. Se veía tan sexy de esa forma, tan perfecto.
Rob: oh saber que no me gusta tocar en público –le dijo a Jackson, el cual lo miró extraño.
Mery: eres músico y te da vergüenza tocar en público? –le pregunté sin entender. Un músico con pánico escénico? Eso era difícil de concebir.
Rob: pues fíjate que no me da vergüenza –me dijo de forma desafiante.
Mery: por favor, por favor –le dije con mi mejor cara de súplica. Su cara era graciosa, se debatía entre conceder o no mi deseo.
Rob: sólo porque me pones esa carita de pollito mojado –me dijo con una sonrisa. Yo comencé a dar saltitos y ambos se reían de mí.
Así que Robert se dirigió al piano, se sentó y en ese momento me recordó a alguien. Pero a quién? Era la misma sensación que tenía con Jackson, sentía que los conocía de algún lado, pero seguía sin recordar de dónde.
Comenzó a deslizar sus dedos por las teclas con una delicadeza increíble, haciendo que el instrumento hablase. Por su parte Jackson tocaba la guitarra con atención y devoción, se lo veía tan concentrado. Pasando sus dedos por las seis cuerdas.
Fue entonces cuando comenzaron a cantar, era una canción que no conocía pero de todas formas era preciosa. La voz de Jackson era mucho más roquera, y la de Robert más dulce si se puede llamar así. Era un placer escucharlos, tan coordinados y satisfechos con eso. Se notaba que amaban la música, era increíble lo que me transmitían, paz, amor, dedicación. Me sentí repleta de eso sentimientos, cerré los ojos y me dejé llevar por la melodía. Estaba deseosa por cantar pero no quería interrumpir aquella situación, aquella paz y amor digna de ángeles. Pero de pronto la música cesó y tuve que abrir los ojos, ambos me miraban con ternura pero sobretodo Jackson, eso hizo que enrojeciera.
Mery: por Dios eso fue increíble, fue tan coordinado y armonioso – la voz se me quebró, era sensible a las cosas buenas. Sentí unos brazos protectores que me abrazaban, cuando levanté la vista pude observar sus increíble ojos verdes. Jackson me estaba abrazando, consolándome. Era totalmente absurdo e increíble que me pusiera de esta forma por una simple canción, creo que se me había puesto la piel de gallina.
Mery: lo siento, es que soy sensible a este tipo de cosas – les dije con una sonrisa, para mi mala suerte Jackson se alejó, pero como recompensa me besó en la mejilla.
En ese momento sonó el timbre de la casa, de seguro sería la pizza, me encontraba de lo más hambrienta. Robert se paró del piano, aún seguía allí y salió de la habitación, imaginé que para atender al repartidor. Nos habíamos quedado solos con Jack, como muchas otras veces sólo nos mirábamos, como si nos pudiésemos entender sin las palabras, sus ojos me lo decían todo. Era una sensación increíble, podía sentir la conexión que teníamos. Pero su hermosa voz irrumpió esa conexión.
Jack: ojalá pueda alguna vez escuchar tu voz –me dijo con una sonrisa torcida y con una mirada insinuosa –porqué a Rob lo podes engañar pero a mí no.
Mery: alguna vez –coincidí con una sonrisa. Sólo pocas personas sabían que cantaba y era algo muy duro de develar, muy íntimo. Tendría que confiar demasiado en él para confesarle tal cosa.
Rob: chicos está la pizza –avisó con un gritos desde la sala.
Jackson me hizo una reverencia para que saliera al pasillo, fue gracioso pero a la vez caballeroso, ambos nos dirigimos así hacía la gran sala. Me sentía a gusto con ellos dos, ambos eran o más bien serían grandes amigos. Aunque en el caso de Jackson añoraba que fuese algo más.
Al entrar a la sala, la pizza estaba en la pequeña mesa ratona del living, así que ambos nos dirigimos allí. Me senté y él se sentó a mi lado. Tenía hambre, pero me sentía avergonzada de comer con ellos. Sé que es una actitud un tanto infantil, pero no se porqué me sentía cohibida.
El primero en tomar la iniciativa fue Robert, quien tomó un pedazo de pizza y se lo llevó a la boca. Pero claro no tenía porqué estar cohibido, si era su casa!
Jack: servite –me dijo mientras tomaba un pedazo. Así que toda avergonzada como estaba cogí un pedazo y copiando a mis amigos me lo llevé en la boca.
Todos nos pusimos a ver el partido de Machester vs. Chelsea que Robert estaba viendo en un principio, aún no había terminado, faltaban apenas 20 minutos e iba ganando el Chesea por dos tantos contra uno.
Cristiano Ronaldo tomó la pelota, evadió a los zagueros y se encaminó al área. Era sin duda uno de los mejores futbolistas que estaban en la liga hoy en día, se acercaba al área. El arquero del Chelsea salió a achicar el arco pero le tiró todo el pie con los tapones arriba y encima dentro del área.
Mery: penal –susurré. Jackson me miró sorprendido, y Robert asombrado. Y aquí que pasaba? No entendía nada.
Rob: cómo dijiste? –preguntó con aún asombrado pero con una sonrisa en su rostro.
Mery: penal – repetí – le cometió falta dentro del área, fue intencional y como el arquero es el último hombre le van a sacar tarjeta roja –concluí. Se miraron asombrados y luego posaron sus ojos en el plasma, el juez se acercaba al arquero y le estaba sacando tarjeta roja. Se volvieron a mirar sorprendidos y posaron su vista en mí, se sorprendían que una mujer supiese de fútbol o qué?
Jack: sabes de fútbol? –me preguntó con los ojos como platos. Sí, sin duda estaban sorprendidos que así fuera.
Mery: sí, y es más – aventuré – patea Cristiano Ronaldo y hace el gol – hice una pausa –el partido termina empatado – finalicé con una sonrisa autosuficiente.
Se volvieron a mirar como diciendo “nunca le va a embocar” y posaron nuevamente sus ojos en el plasma. Como el Chelsea había hecho ya los tres cambios, tuvo que sacar a un jugador de cancha para sustituir al golero, así que el suplente entró y fue directo al área. Cristiano Ronaldo tenía la pelota y la colocaba en el punto penal, tomó tres pasos de distancia hacía la izquierda, eso significaba que era diestro al patear. El juez dio el pitido que indicaba que podía patear, corrió hacía la pelota y le pegó con suavidad pero fuerza. Fuerte, al ángulo izquierdo, inatagable para el arquero. Gol.
En ese momento ambos posaron absortos sus ojos en mí, yo sonreí con suficiencia. Levanté las cejas divertida.
Mery: se los dije – bromeé con una risa. Quince minutos después el partido terminó, y tal como yo había dicho, empataron.
Jack: así que sabes de fútbol? –me preguntó confuso pero a la vez contento.
Mery: si, algo sé –dije con humildad y una tímida sonrisa.
Rob: algo? Pero si eso fue increíble Mery!! –dijo casi que en un grito que me hizo sobresaltar! –eres increíble!! –dijo divertido.
Jack: si es una caja de sorpresas –dijo en apenas un susurro casi inaudible, Robert no escuchó pero yo que estaba a su lado si escuché. Supongo que ser una caja de sorpresas era bueno, pero no quería ser como la caja de Pandora, eso sin duda sería negativo.
Entonces les conté que mi abuelo me hacía ver fútbol cuando era chica y me explicaba las reglas. Un vez fallecido él dejé el fútbol hacía un lado, pero de la mano de Isabel volvió a mi vida para no irse nunca.
El resto de la cena pasó entré bromas, y algunas anécdotas. Pero ya era hora de ir, además mañana tenía facultad, era por la tarde pero aún me quedaban cosas por hacer.
Mery: chicos fue un placer cenar con ustedes pero me tengo que ir a mi casa, siento dejarlos así –les dije mientras me levantaba y me empezaba a poner la cantidad de buzos que había dejado a un lado.
Rob: está bien te dejo ir –dijo con una sonrisa –pero prométeme volver, eres muy divertida –me dijo ya en la puerta y me dio un pequeño abrazo.
Jackson se había quedado en el sillón, acaso no se iba a despedir de mí?
Jack: te acompaño –dijo de pronto mientras se dirigía hacía el perchero y cogía una campera. Me sonrió dejando entrever sus hermosos dientes blancos, creo que me quedé embodaba viéndolos. Luego de despedirme de Rob una vez más, nos dirigimos con Jackson al ascensor y salimos a la fría noche londinense.

domingo, 26 de julio de 2009

Receso

Chicas lo siento mucho per suspendo nove por lo menos hasta el 5 o 6 de agosto! Mi animo y mi cerebro no estan aptos para escribir nada suficientemente alegre! Si qieren putearme, haganlo pero traten de entenderme! Si quieren explicaciones... www.fotolog.com/edbells estan allí! De verdad qe lo siento a todas las qe estan enganchadas! Besos..

jueves, 23 de julio de 2009

Capitulo 15

Capitulo 15 – Robert’s house
Había perdido el tiempo, realmente no sabía si había pasado media hora o un siglo desde que estábamos allí riendo. Supongo que para cualquier desconocido la situación sería pintoresca. Dos adultos sentados en los escalones de la entrada de un edificio, ambos riendo y llorando de la risa. Yo no podía más realmente, hasta me agarraba el estómago, ya no recordaba de qué nos reíamos en un principio. Después de no se cuanto tiempo, el celular de Jackson comenzó a sonar. Para serles sincera le estaba agarrando fastidio, siempre interrumpía los momentos inolvidables y únicos!
Jack: si quien habla? –preguntó con la voz aún tentada – estamos aquí abajo Rob – hubo una pausa. Tal vez cuando vea a Robert le de un puñetazo por interrumpirnos constantemente – no, no nos pasó nada. Ya subimos –le dije con una enorme sonrisa y cortó.
Mery: me parece que se enojó verdad? –le dije haciendo una mueca. El tal Robert ese parecía ser una buena persona, pero un tanto histérico, o al menos eso me pareció.
Jack: no, Robert nunca se enoja –al menos tenía algo bueno, pensé – solo es que tenía hambre – y largué una carcajada. El me miró confundido.
Mery: lo siento, lo siento –le dije llevándome ambas manos a la boca evitando así volver a reírme –es que no lo puedo evitar. Se acercó suavemente y quitó mis manos de mi propia boca, mi corazón comenzó a acelerarse. Qué pretendía? Podía sentir su respiración junto a mi cara.
Jack: tu sonrisa es muy linda como para que la tapes –me dijo de forma muy sexy. Colapsaré, pero él de pronto se apartó sacudiendo la cabeza, como queriendo sacar algún pensamiento de su mente –mejor entremos –avisó y me abrió la gran puerta de vidrio y madera; siempre tan caballeroso.
Caminamos por un amplio vestíbulo, todo revestido en madera de tonalidades claras, la decoración era bastante minimalista pero aún así hermosa. Hasta que llegamos a una puerta de metal, supuse que sería el ascensor. Creo que estuve en lo cierto por que Jackson me abrió la puerta y ambos entramos al diminuto elevador. Estábamos bastante juntos, podía sentir su calor corporal y su olor a colonia importada (el pibe tiene plata). Recé para que el viaje fuese corto, los elevadores no eran de mi agrado. Aún recuerdo cuando me quedé encerrada en uno, fue bastante sofocante. Pero suspiré aliviada cuando marcó el séptimo piso, contando que había diez pisos más me pareció un viaje corto.
Cuando por fin llegamos a destino, me volvió a abrir la puerta, salimos y aguardé a un lado del ascensor. Nunca había conocido un hombre tan caballeroso, seguía sopesando la posibilidad de pedirle matrimonio. Creo que me quedé absorta en mis absurdos pensamientos por que Jackson me llamó desde dentro de un apartamento. Creo que habíamos llegado a la casa de Robert.
Me quedé allí parada como una estúpida, me daba vergüenza entrar a la casa de un desconocido, lo había visto una vez, es casi como un desconocido en ese caso. Luego de unos segundos Jackson asomó la cabeza por la puerta, se veía gracioso.
Jack: vienes? –me preguntó con una sonrisa. Me obligué a avanzar, porque la verdad es que me empezaba a sentir incómoda.
La casa era muy amplia, me atrevería a decir que era un pent house (o como se escriba), el piso era de madera oscura y muy lustrada, las paredes pintadas de un beige muy claro, había algún que otro cuadro colgado en ellas. Continué avanzando por un pasillo y de pronto di con la sala, que era totalmente distinta. Era más bien modera, tenía todo un enorme ventanal con la vista más hermosa que jamás hubiese visto. Era magnífico, creo que se podría ver todo desde allí, incluido el Big Ben. Había un enorme plasma, dos sillones en rojo y negro (para ceci si esta leyendo) y en uno de ellos se encontraba Robert acostado mirando un partido de fútbol. Manchester United vs. Chelsea, hacía tanto que no veía fútbol..
Mery: buenas noches – le saludé, de pronto se sobresaltó. Creo que lo había despertado, pobrecito –uy lo siento no me di cuenta que estabas dormido –me disculpé con una mueca.
Rob: no te preocupes –me dijo mientras se iba acercando a mí – como estas? –y me besó la mejilla.
Mery: muy bien y tu? –le pregunté, al final no era tan raro como parecía, de hecho era educado y caballeroso.
Rob: excelente –me sonrió –te gusta la casa? – supongo que esperaba que le dijese que sí. En verdad la casa era linda, pero muy fría.
Mery: si es muy linda –verdad –se nota que viven dos hombres solos – le dije mientras me encaminaba a uno de los negros sillones y vi por el camino un par de pantalones y medias en el piso, y más allá vi una remera y calzoncillos.
Rob: no siempre estamos solos –me aclaró. Eso que demonios quería decir? Que venían mujeres a hacerles compañía? No quería imaginarme a Jackson en brazos de otra mujer que no fuese yo –no me malinterpretes, me refería a que a veces viene mi madre y nos ayuda con la ropa sucia –aclaró mientras recogía sus prendas del suelo – o sino contratamos a alguien. Somos hombres no nos pueden pedir orden.
Mery: cierto –coincidí. Me miró de lo más ofendido, su cara daba mucha gracia parecía como si estuviese haciendo un puchero, de hecho creo que lo estaba haciendo.
Creo que Jackson hacía desaparecido, pero luego de unos pocos minutos de charla continua con Robert, cruzó la sala con una chándal, la misma remera blanca de hoy y descalzo. Le daba un aspecto muy hogareño, era sexy hasta para andar en su propia casa!! Espero que Robert no se haya fijado en mi leve babeo cuando entró Jackson.
Jack: quieres algo de tomar? –me ofreció con una enorme sonrisa.
Rob: si, quieres algo? –repitió la pregunta –tenemos cerveza, pepsi, juego de naranja y agua –enumeró y esperó mi respuesta.
Mery: pepsi –elegí, éste se paró y fue a por ella.
Jack: papsi o coca cola? –me pregunto así de la nada, supongo que estaría intrigado?
Mery: pepsi –le contesté con una sonrisa.
Jack: lo mismo yo –me dijo con una enorme sonrisa.
Y como muchas otras veces nos quedamos mirando a los ojos, simplemente mirándonos, nos explorábamos por dentro. Él podía ver mi interior y yo el suyo, y era tan puro..
Rob: aquí tienes Mery –me dijo depositando el vaso sobre la pequeña mesa ratona. Si, creo que este chico se caracterizaba por interrumpirnos!! –tengo hambre pidamos algo –pidió poco más que rogando. Típico no saben cocinar, se ve que les hace falta la mano de una mujer –ustedes que quieren? –nos preguntó dudoso.
“Pizza” dijimos Jackson y yo a la vez, y como nos había pasado en los escalones nos empezamos a reír como tontos, me lloraban los ojos. Pero a los pocos segundos no sólo éramos él y yo quienes nos reíamos, sino que se había sumado Robert con nosotros.

martes, 21 de julio de 2009

Capitulo 14

Capitulo 14 – Frodo
Jack: lo siento tengo que atender –me avisó con una mirada de disculpas.
Mery: si no te preocupes, atiende tranquilo – le sonreí. Cogió sus celular y se lo llevó al oído.
Jack: Hola – pausa, quien fuese que llamaba hablaba demasiado, me estaba sacando minutos a su lado – estoy acá en algún lugar de Londres Robert –dijo con tono serio. Así que hablaba con el tal Robert – si estoy con ella – acaso Robert siempre preguntaba si estaba conmigo o qué? Le molestaba? Al parecer sí? No creo, aparentaba ser buena persona – no se si vuelvo para cenar –avisó, hubo una pausa – espera que pregunto –le dijo, pero luego se volteó a mirarme a mí – pregunta Robert si deseas cenar junto a nosotros en su casa, y? Que dices? –me apresuró. Yo estaba loca o me estaba invitando a cenar? No, sin duda había escuchado perfectamente. Se supone que tenía que aceptar verdad? Iría a cualquier lugar en tanto tuviese la compañía de Jackson.
Mery: si, sería un placer –le dije con una enorme sonrisa. Este hombre me podía, nunca había conocido nada igual.
Jack: dice que si –le avisó a Robert, hubo un silencio en que el interlocutor siguió hablando – no se donde estoy Rob, estamos al lado del río –dijo divertido. Acaso nos habíamos perdido? Me parece que sí, él no era oriundo de aquí y yo mucho menos. A pesar de estar hace seis meses en Londres, tenía que reconocer que no conocía demasiado. Me dedicaba a ir de la facultad al trabajo, y del trabajo a casa – esta bien, si okei nos vemos –se despidió para luego cortar. Se volvió hacía mí –al parecer estamos perdidos –dijo divertido.
Mery: perdidos en Londres –le contesté con una voz misteriosa, ambos comenzamos a reír – y si mejor nos tomamos un taxi? –le pregunté una vez ya lo suficientemente serios.
Jack: me parece genial –me dijo sonriendo, creía que su sonrisa encandilaría la luz lunar. Ambos nos encaminamos a la calle para coger un taxi, Jackson paró uno y ambos nos subimos a la parte trasera del mismo; le indicó la dirección y emprendimos viaje. Él se giró para mirarme a los ojos, estuvimos un buen rato así, solo mirándonos. Era increíble la conexión que teníamos, pero de pronto él bajó la mirada. Había visto algo en mis ojos que no le gustó? Si sólo se podía ver ternura, sinceridad, en realidad todo lo que me pasaba. “tus ojos hablan” solía decirme una y otra vez mi padre.
Jack: tienes muchos anillos –soltó de pronto. Habían pasado ya unos cuantos minutos que no escuchaba su voz y me sonó totalmente dulce y delicada, pero a la vez varonil y sexy. Sólo él podía combinar todo eso en una sola, y encima el resultado era espléndido – todos tienen historias? –preguntó. Quería saber como había obtenido mis anillos? Eso si era raro, de hecho yo me llamaba Agustina no Frodo.
Mery: acaso no todo tiene historia? –pregunté, él sonrió satisfecho con mi respuesta – este anillo –le dije señalando el anillo de oro que descansaba sobre mi dedo mayor de la mano izquierda –me lo regaló mi abuela cuando cumplí quince años – él me miró sorprendido –ah claro, aquí y en USA se celebran los 16 pero allá son los 15, en fin..este de aquí – dije señalando el anillo que le seguía también de oro, que estaba firme en mi dedo anular de la misma mano – y este otro –señalando el anillo de plata y piedras celestes y blancas que tenía en el anular pero de la otra mano – me los compré con la plata que recaudé de mis cumpleaños de 15, y este último –dije señalando el anillo de oro que reposaba en mi dedo mayor pero de la mano derecha –me lo regaló mi padrino para mis 16. Él me miraba totalmente concentrado en lo que le contaba, como si fuese algo de vida o muerte, lo hacía con verdadera atención.
Jack: todo tiene una historia –repitió con una enorme sonrisa, al parecer satisfecho con mi relato –y las pulseras? –preguntó con curiosidad.
Mery: pues esta de aquí –le dije señalando la pulsera de oro y plata que tenía en la muñeca izquierda – me la regaló un amigo de la familia, luego yo me compré esta con el dinero que me dio mi abuela para los 16, si te fijas hace juego con la otra ves? –le señalé ambas para que pueda establecer la semejanza - y estas de aquí –proseguí señalando dos pulseras de plástico blancas que reposaban en la otra muñeca –me las regaló un amigo uruguayo. Si no me equivocaba se puso tenso al mencionar un amigo, estaría celoso? Mas bien porqué habría de estarlo si era sólo un amigo? Aunque deseaba con todas mis fuerzas que sea algo más.
El viaje se hacía demasiado largo, o habíamos estado caminando por horas y nos habíamos alejado demasiado o Robert vivía muy lejos. Miré la hora, definitivamente habíamos caminado un buen rato, eran ya las once de la noche, menos mal que al día siguiente no tenía facultad. O al menos no a la mañana.
Mery: veo que tu también tienes anillos –observé, de hecho eran muy lindos. Tenía dos, uno en el dedo meñique de su mano derecha y uno en su pulgar izquierdo. Ambos eran de plata, o al menos de eso parecían, y le daban un aspecto sexy.
Jack: este –dijo señalando el del dedo pulgar me lo regalaron mis padres cuando me hice mayor de edad, si te fijas tiene mis iniciales – se sacó el anillo y me lo puso en la palma de mi mano. Nuevamente el contacto con su suave piel generaba en mí escalofríos. Cogí el anillo delicadamente y lo observé. En la superficie de plata se podía observar unas iniciales grabadas, JR (dedicado para algún conocedor, no es Juan Ramón Carrasco ehh jaja). Ahora que pensaba no me había dicho su apellido, aunque en verdad no importaba. Además yo tampoco le había dicho el mío, lo importante es él no su apellido, simplemente me daba curiosidad. Otro misterio que me mantendría desvelada por las noches. Le devolví el anillo y se lo volvió a colocar – y este otro me lo regaló mi abuela en el mismo acontecimiento –sonrió mientras inconscientemente se lo tocaba.
El señor taxista nos miraba sorprendido, seguramente creería que éramos dos tontos hablando de anillos, si seguramente eso parecíamos. El silencio se volvió a apoderar del taxi, pero seguíamos intercambiando miradas. No podíamos parar, yo me alimentaba de las esmeraldas de sus ojos y viceversa. Luego de unos 10 o 15 minutos más, tal vez, es que con él el tiempo se me escurría, se me iba como arena entre las manos, el taxi se detuvo. Se detuvo en un edificio de aspecto viejo y anticuado pero a la vez hermoso por sus terminaciones arquitectónicas, en verdad no sabía mucho de arquitectura, pero sin duda esto era una obra de arte. Y eso era lo que amaba de Londres, su historia, su belleza. Mientras Jackson pagaba el taxi (luego de insistir demasiado), ambos bajamos. Lo seguí hasta la puerta, o al menos con la mirada porque a mitad de camino me detuve a contemplar aquella hermosura, y me refiero al edificio, a Jack lo miraba siempre que podía claro está.
Jack: vienes Frodo? –me preguntó ya desde adentro con una espléndida sonrisa. Frodo, así como el hobbit del Señor de los Anillos, así como yo me había llamado hace un par de minutos atrás. Hasta pensábamos de manera similar, era increíble! No se porqué pero aquello me dio mucha gracia y comencé a reír como no lo hacía desde ya..había perdido la cuenta desde la última vez que me había reído con ganas. Me sentía feliz, me tuve que sentar a los pies de la escalera, a los pocos minutos Jackson se reía de mi risa. Ya no podíamos parar, ambos llorábamos de la risa, sin motivo alguno. Sólo éramos dos personas totalmente felices riéndonos como dos tontos enamorados. Acaso eso era lo que éramos él y yo?

domingo, 19 de julio de 2009

Capitulo 13

Capitulo 13 – Paseo a la luz de la londinense Luna
Aún sabiendo que él me vendría a buscar, seguí haciendo lo que estaba haciendo, pero sin prestar atención claro. Él quería verme, tanto o más como yo a él. Sólo sería una caminata verdad? Nada importante, sólo caminaríamos. Si eso era, no entendía porqué estaba tan nerviosa.
Los minutos caían en cuentagotas, pasó lento muy lento. Necesitaba verlo, podía sentir un retorcijón en el estómago. Porqué estaba tan nerviosa? Sería que me estaba enamorando? Qué tan cierto podía ser eso? Si apenas lo conocía, sí pero sentía que mi vida dependía de la suya.
Las termitas se devoraron el árbol apenas en unos minutos, y fueron a por más. En esa media hora de espera había contabilizado por lo menos tres o cuatro árboles. Era increíble como esos bichitos tan chiquitos podían devorarse en apenas unos pocos minutos árboles enteros! El timbre me interrumpió el análisis de “la termita y yo”. Ya había llegado, wow ahora que hacía? Lo invitaba a subir? No, mejor me limitaba a bajar. No quería parecer “fácil”, si mejor sólo bajaba.
Cogí el chaquetón gris y mi bolso, apagué la tele y salí. Esperé el ascensor, cuando por fin vino entré y marqué planta baja. Esos dos minutos en los cuales esperé bajar se me hicieron eternos. Necesitaba verlo, quería volver a ver sus ojos verdes, quería memorizarlos, grabarlos en mi mente para así no olvidarlos jamás. El ascensor se abrió y entonces lo vi. Estaba tan hermoso como siempre, hoy traía un jeans negro, una remera blanca ceñida a su cuerpo, una camisa roja a rayas y las botas tejanas. Esperaba que no hubiese notado mi cara de embodaba al verlo. Era tan sexy y lindo, que wow me dejaba sin palabras.
Así que cogí las llaves y abrí la gran puerta de vidrio.
Jack: buenas noches –me saludó con un beso en la mejilla. Podía sentir como mis mejillas se encendían.
Mery: buenas noches –repetí mientras cerraba la puerta. Comenzamos a caminar calle arriba – caminata sin rumbo fijo? –pregunté.
Jack: caminata sin rumbo fijo – sonrió, era tan perfectamente perfecto que hasta dolía – que estaba haciendo cuando te llame? –pregunto intrigado.
Mery: nada interesante –él sonrió ante la última palabra –en verdad miraba como las termitas se comían los árboles –le dije sonriendo, es que era la pura verdad.
Jack: oye, eso si es interesante –protestó como niño chico. No pude aguantar la risa y largué una carcajada. Era muy divertida la forma en como había dicho aquello.
Mery: por lo que veo tu si estabas sin nada interesante que hacer como para salir a caminar conmigo a las nueve de la noche... –le dije son una sonrisa pícara. Me miró con esas dos esmeraldas brillantes que él tenía como ojos.
Jack: en realidad si hacía algo interesante, pensaba en ti –me dijo con la mayor ternura que alguien podía despedir. Me puse colorada automáticamente – y sé que nos vimos ayer, pero necesitaba verte, tenerte cerca –admitió un poco avergonzado. Acaso no era totalmente comestible este hombre?
Mery: si te consuela yo también pensaba en ti y en cuando me ibas a llamar –admití también. Al parecer era la hora de las confesiones, agaché la mirada.
Íbamos caminando como por unas peatonales que daban al río, los faroles despedían destellos de luz. La luz de la luna menguante daba de lleno en su cara, dándole a su piel un tono perlado, parecía un dios de la mitología griega. Tan hermoso como inalcanzable para un mortal.
Jack: quiero saber más de ti –me largó de pronto. Wow eso quería decir que le importaba, yo le importaba! Agustina céntrate!
Mery: qué quieres saber? –le pregunté indecisa y un tanto confusa, qué querrá saber?
Jack: que es lo que estudias? –preguntó fascinado.
Mery: Psicología, son 6 años de carrera y apenas estoy en el segundo –contesté orgullosa de mi carrera.
Jack: wow eso es mucho, y porqué aquí? Porqué en Londres? –esa era la pregunta que hacían todos.
Mery: porqué aquí el nivel académico es mayor –hice una pausa, él me miró como esperando algo más – y porque necesitaba abrir alas y volar. No quería enfrentarme a más preguntas un tanto incómodas, me sentía mal pensando que dejé a mis padres y mis amigas por venir a “volar” a Londres; así que era a
mí a quien le tocaba ahora – y tu estas de vacaciones verdad? –él asintió- vacaciones de qué? A qué te dedicas?
Jack: soy músico –dijo un tanto apurado – tengo una banda con otros tres amigos y tocamos en pubs y eso. Pero nada demasiado importante –concluyó un tanto nervioso. Y a este qué le pasaba?
Mery: que genial que trabajes de lo que verdad te gusta –acoté con una sonrisa, a la cual él respondió – y según me acuerdo me dijiste que eras de todos lados, como es eso? –pregunté intrigada. Este hombre tenía cada salida que me sorprendía.
Jack: pues si soy de todos lados –lo miré extrañada – nací en Luisiana (o como se escriba), Estados Unidos, pero luego por el trabajo de mi padre, nos mudábamos de aquí para allá. Somos una familia unida y siempre viajábamos juntos, era como un ritual –se notaba que la familia era muy importante para él por la forma de hablar que tenía. Esto me hizo acordar de mi familia, extrañaba tanto las cenas familiares en casa. Yo era hija única y mis padres lo eran absolutamente todo para mi. Sin planearlo, sin apenas pensarlo una lágrima recorrió mi mejilla.
Jack: ey pequeña que pasa? –preguntó preocupado mientras me llevaba a un banco para sentarme –fue algo que dije? Te sientes mal? Quieres que llame a alguien? –y siguió haciendo un sinfín de preguntas, que tierno que era se preocupaba por mi.
Mery: no, tranquilo estoy bien. Sólo que la forma en que hablaste de tu familia, con tanta entrega y amor, me hizo acordar a la mía y a cuanto los extraño –logré decirle entre lágrima y lágrima.
Él me abrazó fuerte, me acarició con delicadeza el cabello y susurraba en mi oído :”sh sh ya pasó pequeña, ya pasó” una y otra vez. Perdí la cuenta de los minutos que pasamos así abrazados, no quería despegarme de él pero era algo inminente, tenía que hacerlo.
Jack: estas mejor? –preguntó mientras secaba con su dedo índice una lágrima de mi mejilla. El sentir el contacto con su piel me daba como una especie de escalofrío en la columna, era increíble la sensaciones que él lograba en mí –quieres un helado? –me preguntó con esa hermosa sonrisa y señaló un carrito que había a nuestro costado. Yo sólo asentí – esta bien, ya vengo. No te muevas –me avisó. Al cabo de unos minutos regresó con dos conitos de vainilla (de dulce de leche no porque después Juli se queja ajaja), y volvimos a emprender nuestra caminata.
Mery: y porqué Londres para vacacionar? –me miró extrañado –es decir hay sinfines de lugares más estilo vacaciones –aclaré. Vaciló unos segundos pero luego volvió a hablar..
Jack: pues la verdad? No lo sé, sentía la necesidad de venir, además Rob me ofreció su casa así que.. –dejó sin terminar la frase –y si era el destino quien quería que yo estuviese aquí para que se dé esto? –preguntó señalándonos a ambos.
Mery: entonces pensas que el destino nos quiere ver juntos? –pregunté desconcertada, era una buena teoría.
Jack: porqué no? Además yo siempre le hago caso al destino... –dijo con una sonrisa sexy. Oh mi Dios que quiso decir con eso?
Seguimos caminando por una, dos quien sabe cuantas horas. Me contó de su familia, qué era el único varón entre tres mujeres, que era bastante celoso de los novios de sus hermanas, que de pequeñas les había enseñado a pelear, esa parte la disfruté bastante, podía imaginármelo perfectamente tratando de darle clase a sus hermanitas.
Por mi parte yo le conté de mis padres, mi madre con sus problemas de columna pero con su interminable buen humor, mi padre con esa aspecto serio y de miedo pero siendo el mejor hombre que conocí. Mis amigas, lo locas y diversas que eran unas de otras, alguna que otra anécdota.
Pero su celular nos interrumpió, mejor dicho alguien que llamaba a su celular lo hizo...

sábado, 18 de julio de 2009

Capitulo 12

Capitulo 12 – Llamada
Sin duda había sido un día para recordar, pero un día que tenía fin porque me estaba por ir a dormir. Comí algo que encontré en la heladera y me fui a la cama. Tuve el mismo sueño que la otra noche, soñé con Jackson. Estaba en un lago, era todo verde, precioso. Entonces él se acercaba con sus penetrantes ojos verdes. Cada vez se acercaba más, y más. “te amo” me susurró al oído, tenía sus labios a centímetros, podía sentir su respiración en mi cara, ya podía saborear el beso..
Y de nuevo interrumpida por el despertador, al cual le di un rápido manotazo para no escucharlo más. Me desesperaba de por si el ruido, y más aún cuando me había interrumpido el desenlace de un magnífico sueño. Alguna vez eso se llegaría a concretar? Algún día podría besarlo? Podría probar sus rosados labios? Creo que no, éramos simplemente amigos.
No podía estar más tiempo en la cama, aunque quisiese, pero tenía que levantarme, tenía trabajo. Así que me tiré de la cama aún sin ganas y me di una ducha para despabilarme. Me puse unos pitillos negros, una remera verde escotada con unas letras que rezaban : “I am a bitch” (me la había regalado Isabel para mi cumpleaños pasado, muy típico de ella), un buzo finito gris, y los converse negras. Desayuné apenas unos cereales y salí del apartamento, no sin antes coger el chaquetón gris y la bufanda verde. Sí, lo sé tengo muchas bufandas, es que me encantaban.
Tenía turno de la mañana-tarde en la librería, les mentiría si les dijese que no hice ninguna torpeza. Esta vez no era por estar pensando en Jackson, sino más bien por mirar a cada minuto mi celular a ver si tenía alguna llamada de él. Pero no había ninguna. Y pasaron las horas, me fui a mi casa y no me llamó. Así que prácticamente me resigné, de seguro que no me llamaba. Tal vez no le gusté, o le parecía demasiado infantil después de que me vio saltando en la lluvia, pensé. Típico de mí hacerme toda una película, sisi a lo mejor se le rompió justo el celular, o se le mojo y no puede llamarme. Sí, de seguro era eso, si me tocaba esperar hasta el sábado para volver a verlo, esperaría. Eran ya las once de la noche, estaba desvelada en el living haciendo zapping, no había nada para ver, o al menos nada suficientemente bueno. Me detuve en Discovery, y vi a una colonia de termitas comiéndose unos árboles en el bosque. Qué interesante, pensé. Interesante, y me reí, eso era algo que él me decía.
I wss made for loving you baby sonó Kiss desde mi celular. Ahora quién sería? De seguro Gabi para molestar. Así que me levanté y fui a por el.
Convers. Telefónica.
Mery: qué quieres Gabi? –pregunté sin ánimo.
Xxx: no soy Gabi –respondió una voz varonil y muy dulce. No podía ser o si? De seguro me equivocaba.
Mery: quién habla? –pregunté confusa. Quería que fuese él, pero no generarme más ilusiones.
Xxx: tan pronto te olvidaste de mí? –preguntó apenado. Sí, tenía que ser él, así que arriesgué.
Mery: Jackson? –pregunté dudosa.
Jack: pues por fin te das cuenta –me dijo, se notaba en su voz que sonreía – como estas?
Mery: pues muy bien y tu? Qué hacías?– le contesté, automáticamente al saber que era él una sonrisa se escabulló en mi rostro. Sólo él lograba eso en mí.
Jack: también bien, aunque extrañando a una chica rubia. No haz visto ninguna? –me preguntó picarón.
Mery: si, cada vez que me miro al espejo, pero no se si es a mí a quien buscas –le dije siguiéndole el juego.
Jack: pues si eres rubia, te llamas Mery y tienes unos ojos que sonríen, eres la que busco –me dijo de forma muy sexy. Y ahora que respuesta inteligente le daba?
Mery: mira, hoy es tu día de suerte, porque creo que reúno todas esas categorías –le dije son una sonrisa en el rostro.
Jack: qué bueno!! –dijo emocionado. Era divertido oírlo así, solté una leve risita –dejando de lado la broma, qué hacías? –me preguntó ahora un tanto serio.
Mery: nada demasiado interesante –le dije sin pensar. Cuando me di cuenta me reí sola –miraba la tele, pero no hay nada bueno para ver, ya sabes..
Jack: la verdad yo estoy en la misma, no tengo nada para hacer –hizo una leve pausa – quieres ir a dar un paseo por la noche londinense entonces?

Dios mío ahora era él el que me invitaba a salir. Qué le decía? Que pregunta tonta Agustina (cuando hablo conmigo misma soy Agustina, de hecho ese era mi segundo nombre. Sí, lo sé me fui por las ramas) le decía que sí obviamente! Pero no me salían las palabras, estaba shokeada, me estaba invitando a salir el hombre más perfecto del mundo. Aguarden, en verdad sólo era una simple caminata. No tenía porqué ponerme así.
Mery: sí, claro – le dije al fin. Y gracias a Dios mi voz sonó tan perfecta como siempre- pero ahora?
Jack: si claro pequeña Mery ahora. Paso a por ti en media hora. Adiós –me dijo y me cortó de la nada.

Iba a dar un paseo a la luz de la londinense luna con el hombre más hermoso y perfecto del mundo, con el chico de los ojos verdes..

Jackson Rathbone







viernes, 17 de julio de 2009

Capitulo 11

Capitulo 11 – Aventón
Estaba tranquilamente saltando y jugando en la lluvia. Lo sé, parecía una niña pequeña, pero era lo único en que me sentía como en casa. Era lo único que me conectaba con mi pedacito de país que era Uruguay. La lluvia, la Luna, las estrellas y el Sol eran lo único que compartíamos, y eso me hacía sentir más cerca. Además no me importaba que la gente me viera, ya de por si hacía el ridículo así que hacerlo realmente, me daba igual.
Podía sentir la lluvia en mi cara, el viento azotándome, estaba helada pero no importaba. Me sentía libre, liviana.
A mi lado se aparcó un Peugeot negro, y se bajó la ventanilla. No lo podía creer era él. Siempre aparecía, siempre aparecía para arreglarlo todo. Le di la mejor de mis sonrisas, de seguro que me veía como una tonta saltando bajo la lluvia, pero mucho no me importaba, yo era feliz entonces, qué más daba?
Jack: me quieres decir que demonios haces? –me preguntó preocupado. Robert puso los ojos en blanco.
Mery: pues no me ves? –le pregunté con ironía –estoy disfrutando de la lluvia. Alcé la cara en dirección del cielo y abrí los brazos, aún podía sentir las gotitas caer en mi cara, se sentía tan purificador.
Jack: te me vas a enfermar –me dijo y luego bajo la cabeza. Robert abrió los ojos como platos, negó con la cabeza y luego se rió. Y que sepan que ese “te me” no se me había escapado. Me daba mucha ternura que se preocupara por mi, pero era sólo lluvia. Cuando llegase a casa me pegaría una buena ducha caliente y todo solucionado. Pero él seguía insistiendo...
Jack: ven nosotros te llevamos –me dijo pero luego se volteó a mirar a Robert. Creo que fue más bien una mirada asesina, porqué este aceptó.
Rob: si Mery tranquila nosotros te llevamos –me dijo con una sonrisa, lo habían obligado pero se sentía a gusto con eso. En verdad mal no me vendría que me llevarán, pero la lluvia la hermosa lluvia, no se podía desaprovechar. Por lo poco que conocía a Jackson, sabía que no cedería hasta ganarme en la pulseada.
Mery: no los quiero molestar –avise. Jackson puso cara de “ni loco nos molestas” – además no le quiero mojar el auto a Robert –dije con amabilidad mirándolo.
Rob: no te preocupes, se manda a lavar. –me dijo despreocupado – además sabes que él no dejará de insistir hasta que subas aquí verdad? – me carcajeé con su intervención. Tenía razón, Jackson se dio vuelta para mirarlo, Robert simplemente levantó los hombros.
Mery: esta bien, si insisten tanto –dije ya resignada. Si sabría esto mi madre, probablemente me retaría; subirme a un auto de alguien desconocido. Pero técnicamente a Jackson lo conocía y si Robert era amigo de él, que podía pasar? Era de confianza, creo.
Le indiqué el camino, no faltaba mucho. El corto viaje fueron unas pocas palabras de mi hacía Robert, se lo veía triste, desganado. De verdad que me dio mucha pena, pero claro que me iba a contar si recién me conocía, era entendible sin duda. A los pocos minutos aparcó frente del edificio donde vivía, Nick (el portero) ya estaba preparado con una paraguas en la mano.
Mery: gracias por traerme, pero sigo pensando que no era necesario –le dije un poco enojada. Poco más que me obligan a subir –perdí tiempo de lluvia –les dije fingiendo enojo. Robert me miró raro, pensaría que estaba loca.
Jack: interesante –y carcajeó. El pobre de Robert no entendía nada, pero aún tenía esa cara apenada. Luego le preguntaría a Jack que le pasaba. A lo mejor le desagradaba mi presencia.
Mery: bueno chicos, gracias de verdad –les dije mientras ponía la mano en el picaporte de la puerta.
Jack: ahora subes y te me das una ducha de agua bien caliente si? No quiero que te pase nada –me dijo con la mayor ternura del mundo. Era muy lindo que alguien además de Gabi se preocupara por mi, me hacía sentir querida.
Mery: si papá –le dije con ironía. Ahora era Robert el que carcajeaba.
Rob: esta chica me está cayendo bien –dijo con una sonrisa. Al menos eso había logrado, crearle una sonrisa a un hombre que estaba apenado. Me sentía bien haciéndolo.
Mery: bueno Robert tú también me caes bien, pero deberías sonreír más seguido y más con esa sonrisa tan linda –le dije en tono cordial, pero me parece que él mal interpretó todo. Además Jack lo miró como para asesinarlo. Mejor me iba de allí antes de que mi gran bocota siguiese hablando.
Mery: pues mejor me voy –les avisé. Los besé a ambos en la mejilla y bajé del auto.
Jack: cuídate mucho María –me dijo. Al parecer cuando se despedía le gustaba decir mi nombre en español. No era algo que me molestara, más bien al contrario, me encendía. El español le quedaba tan bonito en sus labios.
Nick enseguida salió con el paraguas a mi búsqueda, una vez bajo techo me giré para mirar el auto negro pero ya no estaba allí. Cuando lo volvería a ver? No podía esperar nuevamente al sábado! La ansiedad me mataría, o sino antes lo haría Gabi si seguía atomizando con el chico de los ojos verdes..

jueves, 16 de julio de 2009

Capitulo 10

Chicas lo siento mucho de verdad, las hice esperar damasiado!! Sisi lo se, pueden odiarme si gustan pero estaba llena de deberes y cosas para el colegio!! No se cuando pueda volver a subir, lo más seguro que mañana! Sigan votandoo para ver qien es el tercero en discordia, y de verdad mucha gracias a las que siempre leen! Si dejan su comenatario, digan de que fotolog son si? Les dejo el cap, besos..

Capitulo 10 – Mery Poppins
Narra Jackson
Mery se fue radiante por la puerta. Era una de las mujeres más interesantes que conozco. La pasión con la que había hablado de esa libro, su ingenuidad con respecto al enamoramiento del tal Charlie, encima le gusta la música. Pero sus ojos, sus ojos eran lo que más me atraían. Ellos sonreían, eran increíblemente hipnóticos. Marrones pero no un marrón ordinario, sino un marrón suave, dulce como el chocolate. Había encontrado lo que buscaba sin querer, sin planearlo. Y ella era hermosa, hermosamente hermosa. Sus rulos rubios, tal cual risitos de oro, su impecable sonrisa. No sé porqué pero era ella, era ELLA!
Rob: planeta Tierra llamando a Jackson –me dijo Robert agitando una mano sobre mi rostro. Me sobresalté.
Jack: que pasó? –pregunté confundido. Acaso me había perdido de algo?
Rob: así que ella es Mery no? –preguntó pícaro. No me gustaba cuando él ponía esa cara! Y menos si ponía esa cara pensando en la chica que me gustaba.
Robert era tímido sí, pero cuando quería seducir a una mujer lo hacía, y nunca se le había escapado ninguna. Lo único que faltaba era que Robert me robara a Mery.
Decidí pasarlo por alto, si seguía pensando en eso lo agarraba a las piñas, y no era adecuado. Además, seguramente me lo estaba imaginando todo porque quería que ella fuese solo mía.
Jack: pues sí ella es Mery.. –le respondí con un suspiro. Había algo en ella que me atraía – entonces viejo, para que necesitas mi compañía?
Rob: es muy bonita, al menos ella está mejor que la última que nos trajiste –lo miré mal. La ultima novia que les había presentado, bueno no terminó bien la cosa – pero bueno si a ti te gusta. Parece ser muy simpática – concluyó. Y a este que le pasaba? Yo ya sabía cuales eran los atributos de Mery – la cosa es que no quería ir solo al set, estoy como triste. Ya sabes, con todos esos rumores..
Mi amigo estaba triste, angustiado y yo solo pensaba en la chica rubia que se había ido por esa puerta hace varios minutos! Soy un mal amigo? Creo que no, o al menos eso espero.
Jack: si Rob no pasa nada, vayámonos –le animé con una sonrisa. Nos levantamos, Rob fue por el auto que no sé donde lo había estacionado; y yo fui a la barra a pagarlo todo. Y ahí estaba el tal Charlie que no sabía que era lo que tenía en mi contra. Se notaba claramente que destilaba amor hacía Mery por los ojos, acaso me veía como una competencia? Supongo que sí, en verdad eso es lo que yo era. Su competencia, pero me constaba que ella sólo lo veía como un amigo, así que no le di mucho corte. Tranquilamente le pagué con amabilidad, cosa que me caracterizaba, según decían era demasiado tranquilo. Creo que mi buenos tratos con él lo irritaban aún más, era bastante gracioso.
Cuando salí, estaba atestado de paparazzi. Menos mal que Rob ya se había ido, pobre a él si que lo perseguían, eso le molestaba, sentía que no podía tener vida. Pero al contrario, a mi no me molestaban, sólo estaban ahí, ellos hacían su trabajo como yo hacia el mío. Respondía a las preguntas que me parecían correctas y a las demás no, tan simple como eso. Pero era distinto, Robert era ya un sex simbol! Todas las jóvenes iban detrás de él. Recuerdo un día que con Ashley tuvimos que colocarle una peluca rubia, de hecho fue bastante divertido. Kellan se estuvo burlando varias semanas de él por eso!
Mientras caminaba entre la mar de periodistas buscando el auto de Rob (que seguramente no aparecía porque estaba toda esa gente allí), pensaba en como tomaría Mery todo esto. Además no me había reconocido, no me quejo, al contrario, me gustaba ella era mi amiga porque realmente lo quería no por ser Jackson Rathbone. Eso era increíblemente difícil de encontrar, sobretodo después de Twiligth. Sólo se me acercaban chicas por interés, “presentame a Robert” me pedían, o sino “muérdeme Jasper, hazme tuya”. Era increíblemente ridículo eso!!
Por fin encontré el Peugeot negro de Rob, así que me despedí de los paparazzi, ellos siempre se portaban bien conmigo y con la banda también. Me subí al auto y arrancó de inmediato a toda velocidad.
Rob: me enferman –dijo enojado. Genial, tenía que hacer algo mi amigo estaba triste y ahora enojado. – no puedes respirar que ya se enteran. Siempre te siguen a todas partes, no puedes tener ni un poco de intimidad. El otro día salí a tomar algo con mi compañera de elenco y ya estaban inventando que teníamos algo. Me molesta, me encanta actuar pero la fama...me saca de quicio.
Jack: te entiendo, de mi también han inventado rumores. Pero son sólo eso, rumores. Robert no tienes que preocuparte, tú haz la tuya y ellos la de ellos. Todos estamos trabajando aquí. Además.. –pero me corté al ver a una chica rubia que estaba dando saltitos mientras caminaba, se estaba empapando toda, es que aún llovía. Me sonaba tanto, no podía ser o sí? Mery? Esta chica era increíble!! Increíblemente tonta, se iba a enfermar!! Se paró en seco, comenzó a girar en círculos, abrió sus brazos y volvió su cara hacía el cielo, de forma que la lluvia cayese en su cara. Parecía tal cual Mery Poppins bailando en la lluvia, pero cien veces más interesante y espectacularmente hermosa.Miré a Robert con cara de súplica, este sólo cerró los ojos, tomé eso como una aprobación. Me conocía tan bien que ya sabía que es lo que haría! Acaso esta chica me gustaba tanto como para hacer eso a tan poco tiempo de conocerla? Era simple caballerosidad pensé..

domingo, 12 de julio de 2009

Info

Chicas en la actualizacion anterior les deje la foto de Charlie si? La idea surgio a traves de Dani qe me dijo qe tena intiga x saber qien era Charlie, pues ahi lo tienen si? Les pido por favor qe vote en la encuesta qe les dejo x ahi, xq no se qien va a ser el tercero en discordia entre Jackson y Mery, asi qe dejo la encuesta para qe eligan ustedes si? emm creo qe no tengo nada mas para decir, les deje el cap de hoy, espero qe les guste! Besos..

Capitulo 9


Capitulo 9 – Interesante. Tus ojos sonríen..

Jack: pues – hizo una pausa –nunca vi a una mujer, y menos una mujer joven hablar tan apasionadamente de un libro. La gente no suele leer hoy en día –me dijo serio. No era lo que esperaba que me digiera, pero de todas formas creía que era interesante y eso era bueno.
Mery: bueno, así como vos amas la música, yo amo los libros. De hecho trabajo en una librería –le dije sonriendo. Aunque no creo que siga trabajando si sigo pensando en vos mientras lo hago, pensé para sí misma.
Jack: Dios mío también trabajas? –preguntó sorprendido. Acaso era un delito trabajar?
Mery: sí, eso esta mal? –pregunté confusa. No entendía porqué pensaba de esa forma. Era un poco anticuado, pero me encantaba que cuidara y se importara por mí.
Jack: pues no, no esta mal. Sólo que una mujer tan joven y linda no tendría que trabajar –me dijo con ternura.
Mery: eso es machismo? –le pregunté absorta, no pensé que era de esa forma.
Jack: no, por favor no me malinterpretes, sólo que tengo tres hermanas y en casa me enseñaron a cuidar y respetar a las mujeres –dijo al fin. Por Dios, era perfecto!! Sería el hombre ideal, y si le pedía que se casara conmigo? Sacudí la cabeza tratando de borrar ese pensamiento.
Mery: es muy tierno de tu parte pensar así de las mujeres, pero tengo que comer y esa es la única forma –me miró extrañado –la casa donde vivo la paga la embajada, pero tengo que comprarme la comida, así que tengo que trabajar. De todas formas me encanta dónde trabajo, me siento muy a gusto –concluí con una sonrisa. Él se quedó perplejo y luego soltó una risita. No entendí nada, ahora que le pasaba? – qué pasa? De qué te ríes? –le pregunté confusa.
Jack: tus ojos –me dijo apenas en un susurro y bajando la vista, al parecer estaba avergonzado.
Mery: qué tienen mis ojos? –le pregunté asustada mientras me tocaba la cara.
Jack: no tienen nada –me dijo y levantó la mirada –sólo que tus ojos sonríen –concluyó. (Sí leyeron la entrevista que colgué hace poco sabrán en significado de esto).
Mery: si –afirmé con una sonrisa –mi padre siempre me dice que mis ojos hablan por sí solos. Solté una carcajada al acordarme de eso. Cómo extrañaba a mi familia.
Jack: un hombre sabio, sin duda –reflexionó también con una sonrisa. Seguía mirándome a los ojos con atención.
En ese momento se abrió la puerta del local, como yo estaba de espaldas a la misma no le di importancia. Pero Jackson levantó su mano derecha haciéndole señales a esa persona, supuse que sería su amigo; el tal Robert.
Así que me di vuelta en la silla, dejando que mis rulos rubios se sacudieran de un lado a otro. El tal Robert era precioso. Su pelo era rubio, cobrizo, difícil de distinguir el verdadero color; lo tenía despeinado como si recién se hubiese levantado, y tenía unas pequeñas gotitas de lluvia en él. En ese momento me percaté de que llovía, muy típico de Londres. Llevaba unos jeans claros, una remera blanca y encima una camisa azul a cuadritos negros y blancos. Y traía chapiones (zapatillas o como sea que le digan en su país). Sus ojos no los supe distinguir porque traía unos lentes oscuros que le quedaban de maravilla. Se detuvo en mitad de camino a la mesa, se bajó los lentes de forma muy sensual. Y entonces pude ver sus ojos, eran entre grises y celestes. Preciosos. Al parecer me miraba a mí, sonrió y me quedé encandilada, su sonrisa era perfecta. Al igual que él.
Se acercó a la mesa y me dio un cálido beso en la mejilla, luego se sentó con nosotros.
Rob: así que ella es Mery? –le preguntó a Jackson. Este sólo asintió, luego Robert me volvió a mirar a mí –yo soy Robert y tu eres Mery por lo que sé –se presentó con una sonrisa.
Mery: si yo soy Mery, mucho gusto Robert – le dije al chico perfecto, pero su perfección no se acercaba a la de Jackson. Este último era perfecto en todos los sentidos! Volví a posar mi mirada en esos ojos esmeraldas –estos ojos que sonríen se van, así ustedes pueden hablar solos –le dije con una sonrisa, tomándole el pelo por lo de los ojos que sonreían.
Jack: pero está lloviendo, no quieres que te llevemos? –me preguntó mientras le hacía señas a Robert.
Rob: sisi, no quieres que te llevemos? –me repitió Robert, poco más que obligado por Jack.
Mery: no se preocupen por mí, además están lloviendo –les dije con una enorme sonrisa.
Jack: y eso que tiene? –preguntó confuso.
Mery: me encanta caminar por la lluvia –le dije con una sonrisa, mientras me colocaba el chaquetón.
Jack: interesante –dijo Jack, Robert no entendía nada pero yo me reí. Era como un código secreto.
Les di un beso a ambos, pero antes de que me dirigiera hacía la puerta, Jack habló..
Jack: sería una falta de respeto pedirte el celular? –me preguntó de lo más tímido. Robert puso los ojos en blanco.
Mery: no, no me parece una falta de respeto –le dije con una sonrisa, de lo más emocionada. Podía ver como Charlie lo miraba con odio desde el otro lado de la barra. Le saqué el celular de las manos a Jackson, marqué y guardé mi numero allí.
Jack: gracias, no podía estar una semana sin hablar con vos –me dijo tímidamente. Me puse roja al instante, que vergüenza; pero sí él supiera que yo me sentía igual que él, sin poder aguantar esperar hasta el próximo sábado – adiós –me dijo. Me dio un beso en la comisura de los labios, se dio media vuelta y volvió a la mesa con Robert. Me giré y salí entre las nubes a la lloviznosa tarde en Londres.

sábado, 11 de julio de 2009

Capitulo 8

Capitulo 8 - No lo aparentas, así que no cuenta
Jack: enamorado de la música –me dijo con una enorme sonrisa. Suspiré, por lo menos no estaba enamorado de otra mujer. Eso significaba que se podría enamorar de mi. Pero qué decía? Sólo éramos únicamente amigos. Si no lo contestaba, pensaría que era una idiota.
Mery: pero quién no esta enamorado de la música? –le pregunté. Él sólo sonrió, me quedé embobada mirándolo, es que era perfecto! – nadie puede vivir sin música –concluí.
Jack: sin duda yo no podría vivir sin música –me dijo sonriendo. Al parecer le encantaba lo que hacía.
Mery: te gusta mucho lo que haces no? –le pregunté. Aunque no sabía porqué le preguntaba, eso era tan evidente.
Jack: sin duda, amo la música –me dijo todavía sonriendo; mientras yo bebía un sorbo del capuchino.
Entonces sólo nos dedicamos a mirarnos, esos ojos verdes esmeraldas. Eran mi predicción! Sentía que podía saber y ver su alma sólo con mirarlo a los ojos. Era transparente.
Jack: te puedo hacer una pregunta? –me preguntó, sacándome así de mis pensamientos. Asentí mientras mordía un pedacito de medialuna –tal vez no es una pregunta propia que se le deba hacer a una dama, y menos viniendo de un caballero –hizo una pausa. Y este que iba a preguntar? Empezaba a asustarme, trague lentamente el trocito de medialuna, mientras él me miraba intensamente.
Mery: anda pregunta, no me voy a ofender –le dije sonriendo, aunque estaba un poco asustada. Qué se le ocurriría preguntar? Con qué iba a salirme ahora?
Jack: cuantos años tienes? –me preguntó bajando la mirada. Acaso pensaba que eso era una pregunta promiscua? O qué?
Mery: 19 – y solté una carcajada. Él me miró como enojado, no quería que se enojara conmigo ni mucho menos – lo siento –me disculpé al instante – sólo pensaba que ojalá hubiera hombres tan caballerosos como tú en Uruguay.
Jack: acaso no hay? –preguntó extrañado.
Mery: pues no mucho, de momento no he encontrado ninguno –hice una pausa –salvo tú, por supuesto. Pero no eres de allí, asi que no cuenta – le sonreí de buena gana.
Jack: te preguntaba la edad, sólo por intriga. De hecho pareces mayor, tu personalidad es demasiado madura para los 19 –dijo sorprendido.
Mery: supongo que eso es bueno. Pero vivir sóla en un país desconocido, fortalece la personalidad y ayuda a madurar –le respondí de lo más sería –sería una falta de respeto preguntarte también tu edad? –le dije con una tímida sonrisa.
Jack: pues de hecho no me parece una falta de respeto –me dijo con una amplia sonrisa, sus ojos brillaban. Decir que Miguel Angel no estaba vivo sino Jackson sería en David de esta época – tengo 25 –dijo sonriendo –ya soy un viejo –agregó.
Mery: pues entonces yo soy un bebé de pecho –le dije, ambos nos reíamos con entusiasmo.
Jack: pero no lo aparentas, asi que no cuenta –me empezó a pelear.
Mery: pues entonces tu tampoco aparentas 25 –le respondí, no podíamos parar de reírnos! De pronto le sonó el celular...
Jack: lo siento pero debo atender –se disculpó.
Mery: no te preocupes, tranquilo – le dije, así yo aprovechaba a tomar el capuchino que ya estaba casi frío.
Conver. Telefónica..
Jack: hola Rob –le dijo de lo más animado –bien y vos? – hizo una pausa, al parecer el tal Rob hablaba mucho –sisi te acompaño, no tengo problema – volvió a hacer una pausa -si estoy con ella –le dijo. Acaso el tal Rob sabía de mi? Jackson le había hablado de mí? Eso es positivo, pensé para mí misma – estoy en la cafetería –le avisó – bueno te espero acá –le dijo, pausa –sisi chau.
Fin de la conver. Telefónica.
Me miró con sus ojos brillosos, sólo observaba como comía, de hecho era bastante gracioso.
Jack: lo siento, pero vienen a recogerme -me avisó. Me daba pena separarme de él –era Robert, mi amigo con el que vivo –aclaró –necesita una cosa. Bueno no pude negarme.
Mery: si, entiendo. Amigos son los amigos –le sonreí – entonces yo me voy –le dije mientras hacía ademán de levantarme de la mesa.
Jack: por favor no te vayas –me dijo, mientras me agarraba de la muñeca. Sentir su piel contra la mía me dio un retorcijón en el corazón –quédate hasta que venga Rob –me pidió. Cómo negarme si me lo pedía con esa carita de pollito pasado por agua.
Mery: entonces me quedo –le dije volviendo a sentarme. Él me sonrió de una manera, wow era perfecto! –te puedo preguntar una cosa mientras viene tu amigo? –sólo asintió con la cabeza – cito palabras exactas: Eres una de las mujeres más interesantes que conozco –él sólo sonrió- siento si te parece inapropiado, pero es que me quedé con ganas de saber más –le dije, mientras bajaba la mirada avergonzada. No sé como me atreví a preguntarle aquello. Pero sólo quería desenvolver el misterio que ocultaban esas palabras, y lo quería oír de su boca..

viernes, 10 de julio de 2009

Capitulo 7


Capitulo 7 - Segundo café

Ya era por fin sábado, había estado esperando este día con muchísima ansiedad. Estaba de lo más nerviosa, ahora sería diferente porque sabía que me iba a encontrar con él. Como me comportaría? “normal, como sos vos” me diría Vale (amiga de Uruguay). Y si me dejaba plantada? No lo creo, no sonaba como algo que él haría. Pero que decía? Si sólo lo había visto dos veces!! Ahora no me comportaría como una loca de los libros, es más dejaría que él hablara la mayoría del tiempo. Pero mi misión del día de hoy, era desmenuzar aquella frase: Eres una de las mujeres más interesantes que conozco! Hasta donde yo sabía, eso no sonaba como algo malo.
No sabía como iría vestida, sería todo tan distinto sabiendo que lo vería. Pero no era una cita, no de ningún modo. Sólo iba a tomar un café con un amigo. Un amigo que sólo conocía de dos veces. Pero porqué le daba tantas vueltas al asunto? Si, porqué sin duda estaba para internar. Loquísima.
Isabel me diría “ponete re gata”, ella con sus locuras, siempre tan graciosa y divertida. Así que luego de bañarme me dirigí al ropero. Preferiría seguir el consejo de Vale, vestirme normal como soy yo. Nada de aparentar algo que de verdad no soy, solo sería engañarme a mi misma. Así que me puse el jean azul eléctrico, una remera blanca con florcitas rosadas (re tierno), un buzo gris bien abrigado, el chaquetón gris junto con la bufanda azul.
Salí de casa, me despedí de Nick y me dirigí hacia la cafetería. Iba a paso normal, nadie me apuraba y hasta donde sabía no habíamos quedado a ninguna hora específica. Así que iba lentamente caminando por las calles, con el viento londinense en la cara. Amaba esa sensación. A los cinco o diez minutos, ya había perdido el tiempo, llegué a la cafetería. Lo primero que hice fue vislumbrar a ver si él ya había llegado, pero al parecer no estaba. Así que me dirigí a la barra y me quedé hablando con Charlie un buen rato. Me tocó un buen interrogatorio, qué quién era el chico de la otra tarde? Qué de dónde lo conocía? Qué cuántos años tenía? Aunque pensándolo bien, eso no lo sabía; tendría que preguntarle. Luego me puse yo con el interrogatorio, qué cuando iba a casarse? o cuándo me iba a presentar una novia? Me habían llegado rumores que era mujeriego, pero nunca lo había visto con ningún chica. Hasta llegué a pensar que era gay. De repente cambió el semblante, se puso serio y distante.
Charlie: me parece que te andan buscando –me dijo de lo más serio y se dirigió derecho a la cocina. Y a este que le pasaba? Entonces me giré para ver a quién se refería, pero creo que ya lo sabía. Allí estaba él con una enorme sonrisa blanca mirándome desde el otro lado del salón. Hoy llevaba unos jeans, botas tejanas (tal cual el otro día), una camisa de manga larga la cual la había arremangado hasta los codos, un chaleco gris y una corbata negra. Esta informalmente formal, se lo veía tan lindo. Comencé a acercarme hacía él, me miraba y sonreía. Acaso tenía algo malo? Monos en la cara? No creo..
Lo saludé con un cálido beso en la mejilla, juraría que el cerró los ojos y suspiró por nuestro contacto.
Mery: como estás? –le pregunté mientras me sacaba todo el abrigo que llevaba, es que allí hacía mucho calor.
Jack: pues muy bien y tu? –me preguntó mirándome a los ojos y con esa sonrisa maravillosa que tenía. Sus ojos eran mil veces mejor de lo que recordaba!
Mery: muy bien –le respondí también sonriendo. En eso se acerca Charlie a tomarnos el pedido.
Charlie: que desean tomar? – antes de que yo hablara, él se me adelantó –pues ya sé que quieres tu Mey -él me decía así, no era algo que me disgustara- capuchino con dos de azúcar, como siempre –y me sonrió. Qué se traía entre manos este? No entendía nada. Se volteó a mirar a Jackson, cambió el semblante a este lo miraba con desprecio, con odio. Okei, que parte me había perdido? –y tu que quieres? –le preguntó de la manera más fea que se puedan imaginar, casi le escupió las palabras. Yo abrí la boca para protestar, pero Jackson levantó su mano izquierda tranquilizándome. Pero a estos dos que mierda les pasaba?
Jackson: pues para mi un café bien cargado –le dijo con la mayor amabilidad que un hombre puede tener. Era tan bueno, creo que me estaba derritiendo. Charlie estaba que echaba humo de las orejas, la amabilidad de Jack lo había irritado más. Así que este (Charlie) se giró para volver a la barra, o tal vez a la cocina, pero entonces Jack abrió esa hermosa boca que tenía...
Jack: oye, te animas a traernos 6 medialunas? (facturas, bizcohos o como sea que se diga en tu pais) –le preguntó de la misma forma, cordial y amable que antes.
Me quedé absorta en mis pensamientos, entre las sonrisas y los ojos de Jackson, que me podía perder en ellos. Y la actitud negativa de Charlie estaba hecha un lío. Hasta que Jack me sacó de mis propios pensamientos, creo que Charlie ya había traído nuestro pedido a la mesa, puesto que esta estaba llena. Cuándo paso eso? Tanto tiempo estuve pensando? Y porqué Jackson no me avisó? O sólo se dedicó a mirarme?
Jack: sabes que ese tipo esta enamoradísimo de ti?-me soltó de golpe. Eh? Charlie enamorado de mí? Por favor si nos conocíamos hace meses, si lo estuviera ya habría mostrado cierto interés en mí.
Mery: estas loco? Charlie enamorado de mí? –le pregunté confundida. Tendría razón?
Jack: te lo puedo asegurar, sólo estando enamorado un hombre mira así a una mujer, como te estaba mirando él –me dijo de lo más convencido. Creo que estaba disfrutando todo esto.
Mery: y tu como sabes? –le pregunté sorprendida. Qué tanto sabía él de mujeres?
Jack: pues estoy enamorado –me soltó de repente. Acaso lo estaría de mí? No creo, eso sería tan imposible como que a mí me gustara correr. O no era tan imposible? Y él sí estaba enamorado de mí?

jueves, 9 de julio de 2009

Entrevista

Entrevista a Jackson Rathbone
Jackson Rathbone es una triple amenaza: Un actor increíble, cantante y escritor. Las mujeres no pueden imaginar que es lo que Jackson busca en una chica. Algunas piensan que cualquier muchacha puede tener una segunda oportunidad con este bombón. Pero están equivocadas. Jackson se abre y cuenta que es lo que mas le gusta de las mujeres, da consejos para una cita y nos cuenta como sellar el trato para salir en una segunda cita con el.
¿Cuáles son las cualidades que buscas en una mujer?
Busco una mujer con una sonrisa sincera y amor por el arte. Amo el hecho de poder salir en citas locas; como entrar sin permiso a zoológicos y quedarnos ahí por horas...así que tiene que ser una mujer aventurera...pero también me encanta una noche tranquila en la playa a medianoche y con un fogón, whiskey y amigos. Así que tiene que ser una mujer que se pueda adaptar a cualquiera de las dos situaciones y no se ponga muy pegajosa si estoy tocando algo de música y pasando tiempo con mis amigos y familia.
En tu opinión ¿qué es lo que notan los hombres de las mujeres?
La manera en que se comportan. Muchas veces, con mis amigos notamos mujeres que son hermosas pero que lucen miserables en su comportamiento. Y eso no se ve bien. La vida es muy corta.¿Cuál es tu cita ideal? Bueno, vivo con los chicos de la banda, 100 Monkeys, asi que me gustaria llevar a una chica a cenar, los dos solos, ir a caminar, hablar y luego volver a nuestra casa Monkey ("Monkey House") para ver si ella se lleva con mis amigos/ compañeros de banda. Si ella se prende a tocar algo con nosotros, tirarle pelotas de papel a la cabeza de mis amigos o por lo menos no se ofende cuando agarro una guitara...entonces sé que habrá una segunda cita.
¿Qué es lo que hace que rompas relación con alguien?
Si la chica está involucrada con otra persona. No creo en la ideología "es otro código de área, no es engaño". Creo que eso es más una idiota-logía.Muchas veces me han tratado de seducir mujeres que tienen un anillo (de compromiso o de casada) y para serte franco me indigna. Incluso si la mujer tiene novio y está a punto de romper con él...para mi, está mal. De hecho, ni siquiera consideraría tratar de conquistar a una mujer a menos que esté completamente soltera.
¿Cuál es la mejor característica que tiene la mujer?
Todas. Soy un amante, no un peleador. No me fijo en detalles, simplemente me encanta todo.
¿Cuan importante es la personalidad por sobre la apariencia?
Creo que la forma en que la mujer camina, habla y se comporta es mucho mas importante que la forma en que se viste o se maquilla. No me importa cuan hermosa sea; si ella lo sabe y lo demuestra demasiado, para mi esa mujer es muy ostentosa y superficial. Uno de los primeros singles de nuestra banda se llama "Ugly Girl" (disponible en iTunes) y es acerca de una mujer que sacrifica su personalidad por la apariencia. Para mi, eso hace fea a cualquier mujer.
¿Qué es mas sexy: una mujer en un pequeño vestido negro y tacos o una mujer en pantalones de entrenamiento y musculosa?
Depende del horario y del lugar en donde lo esté usando.
En tu opinión, ¿qué es lo mas importante en una relacion?
Altruismo, honestidad y una sana atracción sexual. Creo que un instinto animal en toda relación funciona. Teniendo eso, el resto se trata de mantenerlo honesto y no siendo egoístas. Se necesitan dos para bailar tango, ¿verdad?
¿Cuál fue el peor consejo sobre citas que pudiste haber tomado?
"Dice todo lo que ella quiera escuchar". Olvidé quien me dijo eso, pero es totalmente mentira. Tratar de ser lo que ella quiere que seas es una idea terrible. Trato de buscar una mujer con la que pueda ser yo mismo y ella pueda ser ella misma conmigo. Odio cuando las relaciones cambian a las personas, pero pasa...a veces para bien y a veces para mal, pero cuando dos personas se enamoran y siguen siendo las mismas personas...eso es verdadero amor. En mi humilde opinión.
¿Qué es lo primero que te llama la atención de una mujer?
Sus ojos y su sonrisa.
¿Tienes algún régimen especial en cuanto a higiene? ¿Algo en especial que uses en tu piel, pelo, etc?
Ja ja. ¡No! Solamente agua y jabón. También me lavo los dientes con pasta dental, uso desodorante y ocasionalmente, me afeito.
¿Prefieres a las mujeres con maquillaje o al natural?
En la mayoría, natural. Pero soy conocido por estar extremedamante atraído al look punk rock. Aunque a veces es demasiado y no te das cuenta como puede llegar a lucir esa mujer por la mañana; pero es cuestión de que tipo de maquillaje la hace sentir ella misma y la hace sentir cómoda por como es, no al revez. En otras palabras, una mujer que define su maquillaje pero no deja que su maquillaje la defina a ella.
¿Rubia o morocha?

Olvidaste, pelirrojas.
¿Altas o bajas?
Usando palabras de Goldilocks "lo suficiente".
¿Color de ojos preferidos?
No importa eso. Me gustan los ojos que sonríen.
¿Pelo corto o pelo largo?
No tengo preferencia...he salido con mujeres con cortes de pelo mucho mas cortos que el mío y con mujeres con el pelo tan largo que le podrían hacer un lazo a la luna.

Capitulo 6

Capitulo 6 - Esperando
Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue llamar a Gabi y contarle todo!
Conver. Telefónica. (en español)
Gabi: hola –dijo ella al otro lado del teléfono.
Mery: Gabi, soy yo –le dije –nosabesloquemepaso –espeté de golpe.
Gabi: para, para, despacio si? Soy un ser humano, acordarte –me dijo, siempre haciéndome reír, era tan payasa.
Mery: no sabes que me paso!! –le repetí pero esta vez con más pausas entre palabra y palabra.
Gabi: obvio que no sé que te paso, si yo estoy acá!! –me dijo elevando la voz, era tan graciosa a veces!
Mery: jaja me volví a encontrar con el chico de los ojos verdes!! –le grité al teléfono!
Gabi: no te lo puedo creer!! Y dale contame todo!! Qué paso? Hablaron? Te invitó a salir? Te pidió el teléfono? –me dijo de golpe, muchas preguntas!!

Le conté muy resumidamente mi tarde, ella repetía constantemente “no lo puedo creer”, “ah que tierno”. Se despidió diciendo”ahora te voy a tener que aguantar toda la semana hablando del chico de los ojos verdes”. Me conocía tan pero tan bien, es que era imposible no hablar de él, si era perfecto!!
Me dirigí a la ducha, necesitaba que el agua caliente corriera por mi espalda para bajar toda la adrenalina producida en la tarde. Estaba en la ducha, pero mi mente como siempre lejos, muy lejos. La conversación con Gabi, me hizo acordar que no tenía su teléfono, me tendría que aguantar una semana entera sin saber nada de él. Esperando hasta el sábado, que sin duda le iba a pedir su celular, es que no me podía dejar con estas ansias de escuchar su voz.
Encima esa frase resonando en mi cabeza Eres una de las mujeres más interesantes que conozco! Hasta donde yo sabía ser interesante no era sinónimo de fea, estúpida, superficial.
Interesante, interesante era el discovery channel, él me consideraba ASÍ de interesante entonces? Si, desde luego me tendría que matar. Esa noche, luego de cenar me fui a acostar. Tuve un sueño muy raro...
estaba en un lago, era todo verde, precioso. Entonces él se acercaba con sus penetrantes ojos verdes. Cada vez se acercaba más, y más. “te amo” me susurró al oído, tenía sus labios a centímetros, podía sentir su respiración en mi cara, ya podía saborear el beso..
RING RING RING Quién fue el maldito que inventó el despertador? Acaso no se podía soñar en paz? Era domingo lo sé, pero tenía que ir a la librería, así que me levanté, desayuné y me fui para allí. Creo que le di el cambio mal a un cliente, había tirado un montón de libros que estaban en los estantes, incluso me choqué contra una puerta.
Definitivamente mi mente no esta allí, se encontraba con esos ojos. Me estaría enamorando? Imposible! Si a este chico solo lo conozco de...bueno solo lo vi dos veces, eso es tiempo suficiente para enamorarse? Acaso el amor exige tiempos? No lo sabía, pero esperaba averiguarlo. Como era de esperar, el jefe me retó por ser tan distraída (que ya lo era de por sí, o sea que con la mente en cualquier lado la cosa de duplicaba).
La maldita semana paso lenta, muy lenta. Contaba los minutos, las horas, los días para volver a verlo. Volver a verlo, a él y sus ojos, sus ojos que serían mi perdición. Gabriela ya no me aguantaba más, hasta me gritó en una clase! El profesor nos miró a las dos anonadado. Esa parte fue graciosa, pero tenía que dejar de pensar en él o al menos hablar de él, sino perdería a Gabi. Es que yo sé que soy pesada, pero no lo podía controlar!
Y aquí me tenía, esperando que sea sábado para volver a verlo. Esperando...

miércoles, 8 de julio de 2009

Capitulo 5


Capitulo 5 - Charlas y capuccino

No lo podía creer era él, el chico de los ojos verdes y lo tenía frente a mí! El destino nos vuelve a unir, todavía no caía en la cuenta que estaba ahí, que de verdad existía y no era un invento mío.
Seguía cantando, y por favor que bien que lo hacía. No podía sacarle los ojos de encima. Estaba tan concentrado en su guitarra y en lo que cantaba que uno se daba cuenta a la legua y media que amaba lo que hacia. Entonces hubo un tiempo únicamente melódico, tocaba la guitarra con atención y mirando las notas que él mismo emitía. De pronto levantó la vista y clavo sus intensos ojos en mí, me sonrió de una forma que su sonrisa podría iluminar hasta el mismísimo infierno! Yo no pude hacer otra cosa que devolvérsela de la misma forma, aunque era un acto involuntario. Sólo con verlo sonreía.
La canción acabó, los que allí estábamos aplaudimos con fervor. Él agradeció con un gracias, y se marchó por detrás del telón. Volví a fijar la vista en el libro, pero mis pensamientos estaban lejos. Lo volvería a ver? Y si había desaparecido? Tal vez eran solo espejismos míos y él nunca estuvo allí? Creo que mis preguntas se esfumaron cuando alguien puso su mano en mi hombro, me sobresalté.
Xxx: siento haberte asustado –me dijo una voz muy sexy y varonil a mis espaldas. Entonces se dio a conocer, para ese entonces ya lo tenía frente mío con esos hermosos ojos verdes clavados en los míos – te puedo invitar un café Mery? –me preguntó.
Me sonrojé, no solo me está invitando un café sino que también se acuerda mi nombre? Esto era la gloria, pero me había quedado muda de la impresión de su invitación. Así que sólo asentí, él se sentó cómodamente en la mesa frente de mí. No se cuanto tiempo pasó, segundos, minutos o quizá horas, en que simplemente nos miramos fijamente. Sus ojos, sus hermosos ojos me atrapaban, parecía que me podía perder en ese color esmeralda. Ellos (los ojos) eran la respuesta a el misterio que se desataba en mi interior. De dónde conocía yo a este chico? Porqué lo conocía, antes lo había visto, pero en dónde? Aún no lograba recordar. Al parecer él también estaba muy a gusto con la situación, o tal vez estaba, igual que yo, muy compenetrado en sus propios pensamientos. El silencio no nos molestaba, estábamos a gusto así, pero decidí romperlo, tenía demasiadas dudas..
Mery: estamos en desventaja –comencé. Me miró de lo más extrañado, supongo que no sabía a que me refería – vos sabes mi nombre, pero yo no el tuyo –le dije sonriendo.
Xxx: Jackson –me contestó sonriendo.
Mery: entonces Jackson –le dije poniéndole un acento especial a su nombre, tal cual él lo había hecho con el mío una semana atrás –siempre sueles tropezar con chicas en la calle? –le pregunté. Sí, lo se tal vez no era lo pregunta que más necesitaba, pero algo es algo; además no se podía empezar por la pregunta gorda.
Jack: si, bueno a veces –dijo sonriendo, pero de pronto se puso serio –en verdad sólo con chicas lindas. Instantáneamente me sonrojé, me había dicho que yo era linda, al menos eso había entendido –por lo que veo, no eres de aquí verdad? Tienes un acento extraño –me preguntó intrigado.
Mery: tan extraño como el tuyo –le contesté –así que ambos somos extranjeros –concluí, él me miro sonriendo. Hice una leve pausa para acomodar las ideas–de dónde eres? Cuál es tu historia? –pregunté ansiosa de por fin tener algunas respuestas.
Jackson: pues soy de todos lados –lo miré extrañado –pero nací en Luisana, Estados Unidos, toda mi familia es de allí. Y en este momento estoy de vacaciones –concluyó. Estadounidense entonces? Hasta donde tengo entendido las personas del sur de ese país eran de lo más amables y en el caso de los hombres muy caballerosos – ahora te toca a ti –me animó sonriendo, pero a la vez se le notaba ansioso.
Mery: pues soy de un lado solo –le dije, tratando de imitar sus propias palabras. Él soltó una carcajada –pero nací en América del Sur..
Jack: así que latina? –me interrumpió sorprendido.
Mery: si me dejas terminar tal vez te cuente –le dije seria, solo levantó la mano como gesto de disculpa –pues sí, soy latina. Nací en Uruguay, sí lo sé la mayoría no lo conoce –aclaré viendo su cara de sorpresa- es muy chico, está entre Brasil y Argentina. Y estoy aquí estudiando –concluí.
Jack: pero entonces tu nombre no es Mery verdad? –preguntó sonriendo, este chico las cazaba al vuelo.
Mery: pues no, mi nombre es María Agustina –le dije en español, él quedo asombrado. No supe si por mi español (el cual sólo usaba con Gabi, ella era argentina), o por mi nombre.
Jack: lo siento, pero lo puedes repetir –me pidió amablemente.
Mery: María Agustina –le repetí – qué tiene? No te gusta?
Jack: es que es muy lindo, y más si lo dices en español –me dijo, me sonrojé y él se rió de mí –qué estas leyendo? –preguntó mientras agarraba el libro que trataba de leer. Como vio que estaba escrito en español, lo volvió a dejar en la mesa.
Mery: es un libro uruguayo –le conté, él prestaba atención de lo más interesado – sobre una historia verídica uruguaya. El libro se llama “La sociedad de la nieve”. Se trata sobre un grupo de rugbyers que viajaban a Chile por una competencia, y su avión cayó en la Cordillera de los Andes. Para sobrevivir se alimentaros de los cuerpos –puso cara de asco- no los juzgues!! –le avisé – fue todo una experiencia de vida que les dejó un mensaje grabado a fuego. Tu que harías en su situación? –le pregunté, él no contestó –vez? Fue una decisión clave, vida o muerte? Como eran católicos, creían que las almas de sus amigos estaba ya en el cielo con Dios, por tanto los cuerpos, eran eso sólo, cuerpos. De los 37 que eran al principio, sólo sobrevivieron 19. –él no dijo absolutamente nada, así que seguí con mi reflexión – y sabes cuál es mi reflexión? Todos tenemos nuestra propia cordillera, en mayor o menor medida todos tenemos algún hecho en nuestras vidas que hace que la veamos de otra forma, que giremos 180º, y ésta fue la de ellos –concluí casi sin aire.
Me miraba anonadado, no se si con la historia o conmigo. De hecho creo que estaba pensando que era una idiota. Sí, seguramente.
Mery: lo siento –me disculpé- soy un poco efusiva. Es que amo los libros, perdón si te asusté! –que no se vaya y me deje sola, pensaba una y otra vez.
Jack: sabes? Eres una de las mujeres más interesantes que conozco! –me soltó de pronto. Esa no era la respuesta que esperaba!!
Mery: eso es bueno o malo? –pregunté confundida –sabes? Es un poco tarde –le dije apenada mirando el reloj –me tengo que ir a mi casa! Nos encontramos el sábado que viene aquí? Así me cuentas si eso es bueno o malo? –le pregunté.
Jack: me encantaría –me dijo, yo ya me estaba parando – adiós María Agustina –me dijo. No lo podía creer, había dicho mi nombre en un perfecto español!!!
Lo miré sorprendida sonriendo, me le acerqué y me dio un tierno beso en la mejilla que se me hizo demasiado corto.
Mery: adiós Jackson – y salí de la cafetería despidiéndome también de Charlie, el cual miraba con desprecio a Jack.
Mientras caminaba hacia casa mi mente vagaba, vagaba en sus ojos verdes esmeralda. No lo podía creer! Nos volvimos a ver! Me animé a preguntarle su nombre, y hasta invitarlo a salir! No podía sacarme sus ojos de la mente, ni tampoco sus palabras Eres una de las mujeres más interesantes que conozco! Al parecer tendría que esperar al próximo sábado para saber a qué se refería con eso...

martes, 7 de julio de 2009

Capitulo 4

Capitulo 4 - Encuentro

Era ya sábado, hoy no trabajaba en la librería, y tenía como costumbre ir a una pequeña cafetería que había cerca de casa, así lo hacía cada sábado desde que estaba aquí. Iba con un buen libro, el cual leía mientras tomaba un rico capuchino.
Así que luego de limpiar un poco la casa la cual estaba un tanto desordenada, cogí el libro seleccionado para hoy y salí del departamento. Llamé al ascensor, subí y presioné la planta baja. Cuando llegó, salí, me despedí de Nick, el portero y salí a la calle. Pero hacía demasiado frío, demasiado para Londres y eso ya era mucho. Así que hice el recorrido inverso y volví al departamento para cambiarme; no se como pretendía salir de esta forma a la calle, tan desabrigada. Si me viera mi madre probablemente me retaría, y sin querer se me escapó una sonrisa al pensar en ella.
Entonces me puse los jeans rectos negros, las converse botitas azules, una remera blanca por encima una camisa celeste a cuadritos blancos y lilas, un buzo celeste, la bufanda también celeste (siempre iba a juego con la ropa) y el querido chaquetón celeste. Y entonces volví a bajar por el ascensor, me volví a despedir de Nick, el cual no entendía absolutamente nada y me miraba de lo más sorprendido, seguramente pensaría que estoy loca. Pero quién no lo está? Y salí a la calle, ahora no sentía el frió. Comencé a caminar cuesta arriba en las calles, la cafetería no quedaba demasiado lejos y no hay nada mejor que caminar por las viejas calles con el viento londinense golpeándote en la cara. Iba a paso lento, tratando de memorizar cada rincón de la ciudad, que hermosa que era. Era una ciudad con historia, Enrique VIII pasó por estos lugares, Jacobo I, Churchill, María y Fernando, Newton, John Lennon, reyes y personajes históricos pasaron por aquí. Y ahora, yo piso unas calles que fueron recorridas por miles y miles, hasta me hacía sentir importante.
Demore unos 5 minutos en llegar a la cafetería, era muy acogedora, las mesas y sus respectivas sillas eran de una madera muy oscura. Las paredes estaban revestidas con una madera clara dándole un toque más cálido. En el fondo había una especie de pequeño escenario, pero nunca había visto cantar a nadie en estos 6 meses. Detrás de la gran barra se encontraba Charlie, el dueño, el cual se había hecho un buen amigo en este tiempo. Era un hombre trentañero, treinta y pocos diría yo, con su rubio cabello corto a la moda y sus ojos verdes, rompía corazones. Pero no el mío, yo sólo lo veía como un amigo y creo que a veces eso le molestaba un poco.
Me acerqué a saludarlo, intercambiamos unas pocas palabras, le pedí mi típico capuchino y me dirigí a mi mesa de siempre.
Mientras esperaba que algunos de los mozos llegara con mi capuchino, me puse a observar a la gente, que a decir verdad estaba casi desierto el lugar. Aunque eso era lo que me gustaba de el, que se podía pensar tranquila, sin nadie que interrumpa. Un buen libro, un capuchino y mis pensamientos.
La gente que allí se encontraba no era mucha, pero si interesante. Había una señora de unos 80 años, que me llamó la atención por la forma en como agarraba la taza, permanentemente la tocaba y la agarraba de distintas formas. Había algo que la inquietaba, de seguro tenía alguna preocupación, algo que la ponía nerviosa. Qué le pasaría pobre señora? Creo que nunca lo averiguaría porque en ese momento se levantó y a paso lento se dirigió hacía la puerta.
Giré la cabeza y divisé una pareja que hablaban animadamente tomados de la mano por encima de la mesa. Pero lo que me sorprendió de ellos fue la forma en que se miraban. Lo hacía como si en los ojos del otro encontraran un tesoro, con atención, ternura. Se notaba que se querían, era como si encontraran en el otro la felicidad, como si su vida dependiera de esa mirada, y lo hacían con tanto amor. Algo que nunca había experimentado en carne propia, porque sí novios hubo pero nunca las mariposas en la panza, nunca hubo amor, solo cariño. A veces pensaba que me iba a quedar sola, pero estaba convencida que había alguien para mí, sabía que existía mi media naranja. Pero tendría que buscarla? O vendría sola a mí?
Al ver a aquella pareja, ver como se miraban y mencionar el amor, me hizo acordar al chico de lo ojos verdes. Ojos verdes que eran casi iguales que a los de Charlie, pero entonces porqué los de este sujeto sí me llamaban la atención y los de Charlie no? Qué tenía él de especial? Algo oculto detrás de esos ojos seguro tendría, pero creo que nunca lo sabría. Se fue sin decir donde localizarlo.
En ese momento me trajeron el capuchino, así que comencé con la rutina. Pero esta no era una agotadora, me sentía bien haciéndola, se estaba a gusto. No sé cuanto tiempo pasó, pero cuando levanté la vista del libro el lugar se encontraba con personas distintas, cuánto tiempo había pasado? Al parecer cuando leía no era conciente del tiempo, me metía tanto en la historia que no prestaba atención a mi alrededor. Tomé un sorbo de la taza, este Charlie si que me conocía, hasta ya sabía cómo me gustaba el capuchino. Acaso soy tan predecible? Solté una risita por lo bajo, y volví a clavar la vista en el libro.
Comenzó a sonar una linda y suave melodía. Quién estaba cantando? Fuese quien fuera lo hacía de maravillas, puse mi atención en el pequeño escenario clavando mis ojos en él con un movimiento de cabello (tipo los Angeles de Charlie vieron cuando la rubia hace eso con el pelo? Bueno mas o menos asi).
Allí había un sujeto sentado en una banqueta y con una guitarra. Llevaba unos jeans azules, botas tejanas negras, una camisa azul a cuadritos y un gorro de tangero pero lo usaba de costado, le daba un aspecto bohemio. Su guitarra era preciosa, parecía nueva y brillaba. Pero cuando le puse mi 100% de atención en él, me di cuenta que me estaba mirando. Y entonces esos ojos, era él, tenía que ser él. Era el chico de los ojos verdes...

lunes, 6 de julio de 2009

Capitulo 3

Capitulo 3 - Ganas me dan..
Mery: disculpa? Un nombre? –le pregunté de lo más sorprendida.
Xxx: necesito ponerle un nombre a esa hermosa cara –me dijo sonriendo. Oh creo que con hermosa cara se refería a la mía. Si no me equivocaba este chico me estaba preguntando, de una forma poco convencional, mi nombre.
Mery: Mery –le dije sonriendo. No se la razón, pero este chico inspiraba confianza.
Xxx: pues adiós, Mery –me dijo aún sonriendo y poniéndole un acento extraño en mi nombre. Y cerró la puerta del taxi, el cual arrancó. Entonces me di cuenta que le tenía que dar la dirección de la facultad.
Esa mañana no presté atención ninguna a la clase, sólo pensaba en esos ojos verdes. Estaba segura que los había visto en otro lado, pero donde? Aún no lograba recordar. Qué tonta fui de no preguntarle su nombre, me perdí la oportunidad de conocerlo. De seguro que nunca lo volvería a ver, si Londres era una ciudad tan grande. Ni un número de teléfono ni nada, solo ganas de volver a verlo, eso me dejo. Sus ojos me inspiraban confianza, y eso al decir verdad me asustó un poco. Los últimos ojos que me inspiraron confianza se encontraban ahora en Uruguay, totalmente alejado de mí. Eran los ojos de mi ex novio el cual me lastimó mucho. Pero esta vez era distinto, con este chico sentía que lo podría confiar mi vida, todo era demasiado raro...
El resto de la semana pasó lenta y aburrida. La facultad, la biblioteca, el trabajo y mi casa, la misma agotadora rutina de todos los días. Aún esperaba el día en que esta se rompiera. Pero lo más extraño o interesante, fue que no me pude sacar esos hermosos ojos verdes de la cabeza, buscaba una y otra vez en el historial de mi memoria, pero no recordaba a nadie con esos intensos pero hermosos ojos verdes!
Gabi, una de mis amigas dentro de la facultad, cuando le conté la historia me dijo que me olvidara de el chico. Creo que ella no entendía que necesitaba saber quien era aquella persona, necesitaba volver a verlo, preguntarle su nombre, saber más de él. Pero me había dejado atada de pies y manos, no tenía como localizarlo. Sólo esperaba que el destino nos volviera a juntar..