domingo, 19 de julio de 2009

Capitulo 13

Capitulo 13 – Paseo a la luz de la londinense Luna
Aún sabiendo que él me vendría a buscar, seguí haciendo lo que estaba haciendo, pero sin prestar atención claro. Él quería verme, tanto o más como yo a él. Sólo sería una caminata verdad? Nada importante, sólo caminaríamos. Si eso era, no entendía porqué estaba tan nerviosa.
Los minutos caían en cuentagotas, pasó lento muy lento. Necesitaba verlo, podía sentir un retorcijón en el estómago. Porqué estaba tan nerviosa? Sería que me estaba enamorando? Qué tan cierto podía ser eso? Si apenas lo conocía, sí pero sentía que mi vida dependía de la suya.
Las termitas se devoraron el árbol apenas en unos minutos, y fueron a por más. En esa media hora de espera había contabilizado por lo menos tres o cuatro árboles. Era increíble como esos bichitos tan chiquitos podían devorarse en apenas unos pocos minutos árboles enteros! El timbre me interrumpió el análisis de “la termita y yo”. Ya había llegado, wow ahora que hacía? Lo invitaba a subir? No, mejor me limitaba a bajar. No quería parecer “fácil”, si mejor sólo bajaba.
Cogí el chaquetón gris y mi bolso, apagué la tele y salí. Esperé el ascensor, cuando por fin vino entré y marqué planta baja. Esos dos minutos en los cuales esperé bajar se me hicieron eternos. Necesitaba verlo, quería volver a ver sus ojos verdes, quería memorizarlos, grabarlos en mi mente para así no olvidarlos jamás. El ascensor se abrió y entonces lo vi. Estaba tan hermoso como siempre, hoy traía un jeans negro, una remera blanca ceñida a su cuerpo, una camisa roja a rayas y las botas tejanas. Esperaba que no hubiese notado mi cara de embodaba al verlo. Era tan sexy y lindo, que wow me dejaba sin palabras.
Así que cogí las llaves y abrí la gran puerta de vidrio.
Jack: buenas noches –me saludó con un beso en la mejilla. Podía sentir como mis mejillas se encendían.
Mery: buenas noches –repetí mientras cerraba la puerta. Comenzamos a caminar calle arriba – caminata sin rumbo fijo? –pregunté.
Jack: caminata sin rumbo fijo – sonrió, era tan perfectamente perfecto que hasta dolía – que estaba haciendo cuando te llame? –pregunto intrigado.
Mery: nada interesante –él sonrió ante la última palabra –en verdad miraba como las termitas se comían los árboles –le dije sonriendo, es que era la pura verdad.
Jack: oye, eso si es interesante –protestó como niño chico. No pude aguantar la risa y largué una carcajada. Era muy divertida la forma en como había dicho aquello.
Mery: por lo que veo tu si estabas sin nada interesante que hacer como para salir a caminar conmigo a las nueve de la noche... –le dije son una sonrisa pícara. Me miró con esas dos esmeraldas brillantes que él tenía como ojos.
Jack: en realidad si hacía algo interesante, pensaba en ti –me dijo con la mayor ternura que alguien podía despedir. Me puse colorada automáticamente – y sé que nos vimos ayer, pero necesitaba verte, tenerte cerca –admitió un poco avergonzado. Acaso no era totalmente comestible este hombre?
Mery: si te consuela yo también pensaba en ti y en cuando me ibas a llamar –admití también. Al parecer era la hora de las confesiones, agaché la mirada.
Íbamos caminando como por unas peatonales que daban al río, los faroles despedían destellos de luz. La luz de la luna menguante daba de lleno en su cara, dándole a su piel un tono perlado, parecía un dios de la mitología griega. Tan hermoso como inalcanzable para un mortal.
Jack: quiero saber más de ti –me largó de pronto. Wow eso quería decir que le importaba, yo le importaba! Agustina céntrate!
Mery: qué quieres saber? –le pregunté indecisa y un tanto confusa, qué querrá saber?
Jack: que es lo que estudias? –preguntó fascinado.
Mery: Psicología, son 6 años de carrera y apenas estoy en el segundo –contesté orgullosa de mi carrera.
Jack: wow eso es mucho, y porqué aquí? Porqué en Londres? –esa era la pregunta que hacían todos.
Mery: porqué aquí el nivel académico es mayor –hice una pausa, él me miró como esperando algo más – y porque necesitaba abrir alas y volar. No quería enfrentarme a más preguntas un tanto incómodas, me sentía mal pensando que dejé a mis padres y mis amigas por venir a “volar” a Londres; así que era a
mí a quien le tocaba ahora – y tu estas de vacaciones verdad? –él asintió- vacaciones de qué? A qué te dedicas?
Jack: soy músico –dijo un tanto apurado – tengo una banda con otros tres amigos y tocamos en pubs y eso. Pero nada demasiado importante –concluyó un tanto nervioso. Y a este qué le pasaba?
Mery: que genial que trabajes de lo que verdad te gusta –acoté con una sonrisa, a la cual él respondió – y según me acuerdo me dijiste que eras de todos lados, como es eso? –pregunté intrigada. Este hombre tenía cada salida que me sorprendía.
Jack: pues si soy de todos lados –lo miré extrañada – nací en Luisiana (o como se escriba), Estados Unidos, pero luego por el trabajo de mi padre, nos mudábamos de aquí para allá. Somos una familia unida y siempre viajábamos juntos, era como un ritual –se notaba que la familia era muy importante para él por la forma de hablar que tenía. Esto me hizo acordar de mi familia, extrañaba tanto las cenas familiares en casa. Yo era hija única y mis padres lo eran absolutamente todo para mi. Sin planearlo, sin apenas pensarlo una lágrima recorrió mi mejilla.
Jack: ey pequeña que pasa? –preguntó preocupado mientras me llevaba a un banco para sentarme –fue algo que dije? Te sientes mal? Quieres que llame a alguien? –y siguió haciendo un sinfín de preguntas, que tierno que era se preocupaba por mi.
Mery: no, tranquilo estoy bien. Sólo que la forma en que hablaste de tu familia, con tanta entrega y amor, me hizo acordar a la mía y a cuanto los extraño –logré decirle entre lágrima y lágrima.
Él me abrazó fuerte, me acarició con delicadeza el cabello y susurraba en mi oído :”sh sh ya pasó pequeña, ya pasó” una y otra vez. Perdí la cuenta de los minutos que pasamos así abrazados, no quería despegarme de él pero era algo inminente, tenía que hacerlo.
Jack: estas mejor? –preguntó mientras secaba con su dedo índice una lágrima de mi mejilla. El sentir el contacto con su piel me daba como una especie de escalofrío en la columna, era increíble la sensaciones que él lograba en mí –quieres un helado? –me preguntó con esa hermosa sonrisa y señaló un carrito que había a nuestro costado. Yo sólo asentí – esta bien, ya vengo. No te muevas –me avisó. Al cabo de unos minutos regresó con dos conitos de vainilla (de dulce de leche no porque después Juli se queja ajaja), y volvimos a emprender nuestra caminata.
Mery: y porqué Londres para vacacionar? –me miró extrañado –es decir hay sinfines de lugares más estilo vacaciones –aclaré. Vaciló unos segundos pero luego volvió a hablar..
Jack: pues la verdad? No lo sé, sentía la necesidad de venir, además Rob me ofreció su casa así que.. –dejó sin terminar la frase –y si era el destino quien quería que yo estuviese aquí para que se dé esto? –preguntó señalándonos a ambos.
Mery: entonces pensas que el destino nos quiere ver juntos? –pregunté desconcertada, era una buena teoría.
Jack: porqué no? Además yo siempre le hago caso al destino... –dijo con una sonrisa sexy. Oh mi Dios que quiso decir con eso?
Seguimos caminando por una, dos quien sabe cuantas horas. Me contó de su familia, qué era el único varón entre tres mujeres, que era bastante celoso de los novios de sus hermanas, que de pequeñas les había enseñado a pelear, esa parte la disfruté bastante, podía imaginármelo perfectamente tratando de darle clase a sus hermanitas.
Por mi parte yo le conté de mis padres, mi madre con sus problemas de columna pero con su interminable buen humor, mi padre con esa aspecto serio y de miedo pero siendo el mejor hombre que conocí. Mis amigas, lo locas y diversas que eran unas de otras, alguna que otra anécdota.
Pero su celular nos interrumpió, mejor dicho alguien que llamaba a su celular lo hizo...

1 comentario:

REACCIONES A MI LOCA IMAGINACION..