viernes, 14 de agosto de 2009

Capitulo 23


Hola de nuevoo chicas!! Se qe les pedi una hora, pero no me fue suficiente. Les qise regalar un capitulo mucho mejor qe eso. No se pueden qejar del largo xq son 8 hojas del word, e decir muucho!! Les qiero agradecer a las 2177 personas qe han entrado y tambien a los 13 comentarios del capitulo anterior qe pedian desesperadas capitulo!! Entiendo su nerviosismo xq tambien soy lectora de novelas pero sepan entenderme, tengo otras obligaciones!! A las qe esperan capitulo en el fotolog, qe sigan esperando nomas xq hasta mañana no hay nada!! De verdad lo siento soy una mala escritora por dejarlas asi, de verdad lo siento!!! Les dejo el capitulo qe se qe muuuchas lo esperan, por fin las explicaciones!! Espero qe les guste, besoos..


Capitulo 23 – El Salvador
El teléfono siguió sonando insistente, el esfuerzo que tuve que hacer para poder cogerlo es inexplicable. Sentí como que mis ovarios se desgarraban haciéndose añicos, un dolor poderoso me invadió. Así que extendí el brazo tratando de alcanzarlo, puesto que estaba en la mesa de luz. Comencé a respirar entrecortadamente, es que el esfuerzo había sido tan grande al punto de quedarme tendida en la cama sin poder moverme. Odiaba ser mujer!! El hecho de menstruar, los cambios de ánimo, etc me podían de un humor de perros.
Mery: hola –dije encontré cortado cuando por fin puede atener. Sólo hacía fuerzas para que fuese una persona conocida y pudiera venir a ayudarme. Si fuese un número equivocado estaría arruinada.
Persona del otro lado del teléfono: hola –me dijo una voz que yo bien conocía, él me salvaría, él lo haría.
Jackson estaba del otro lado de la línea. No podía evitar sonreír por dos motivos. Me salvaría de este dolor inhumano y quería hablar conmigo, tal vez se había dado cuenta que necesito explicaciones. Además se suponía que había salido de su habitación y eso me podía muy contenta.
Jack: necesito hablar contigo –me dijo con un claro tono apenado. La sonrisa se esfumó y los dolores se intensificaron. No pude evitar soltar un grito ahogado. Inmediatamente él comenzó a hablar muy rápido – Mery estás bien? Qué te pasa? Te duele algo? Necesitas ayuda? –se notaba que lo había preocupado. La preocupación denota importancia, es decir que le importo y eso me hacía feliz. Pero no lo suficiente como para sacarme este maldito dolor.
Mery: estoy bien –le dije aún respirando con dificultad. No sé porqué le mentía de esa forma, porque la verdad era que no me encontraba nada bien. Pero ni él ni yo nos creíamos esa mentira.
Jack: estás en tu casa? –me preguntó preocupado y agitado como si estuviese moviéndose.
Mery: sí aquí estoy –le dije apenas susurrando. Qué es lo que pretendía hacer?
Jack: está bien, no te muevas –me dijo apurado – voy para allá, adiós – y colgó.
Jackson vendría a por mi, de eso estaba segura. Pero cuánto demoraría? Lo suficiente? Lo podría soportar? Comenzaba a dudarlo.
No sé cuantos minutos pasaron, la noción de tiempo la perdí luego de ese llamado. Haber escuchado su voz era música para mis oídos, el revoloteo de alas volvió a mi estómago en el momento que sus cuerdas vocales emitieron sonido.
Me limitaba a estar tendida sobre la cama esperando a mi salvador, el cual al parecer no llegaba. Qué le pasaba? Comenzaba a pensar que no aguantaría, que el dolor podría conmigo y que tal vez me desmayaría. Traté de relajarme, tal vez así el dolor disminuiría. Respiré hondo varias veces y logré un estado de relajación, pero de todas formas el maldito dolor no disminuía y Jackson que no llegaba. Además que no podía moverme mucho, los dolores me congelaban. Me moría de la vergüenza tender que decirle a Jack que tenía dolor de ovarios, “es algo natural” diría mi madre. De todas formas no es algo que se ande ventilando como la ropa húmeda. Pero si quería la verdad al parecer tenía que decírselo.
“Necesito hablar contigo” me había dicho, eso que significaba? No podía no pensar en esto, tal vez se había dado cuenta que yo tenía mis razones para enojarme y me daría explicaciones. Muchas explicaciones, dado que aún no entendía porqué no era capaz de no entender nada.
No se cuánto tiempo después de mi llamada alguien tocó desesperadamente la puerta. Solté un suspiro de alivio, Jackson había llegado.
Jack: Mery estás allí? –preguntó agitado y preocupado – Mery responde!!! –porqué demonios no respondía? Qué era lo que me pasaba? Comenzó a darle golpes a la puerta, si no hablaba terminaría rompiéndola.
Mery: debajo de la alfombra hay una llave –le dije pero no estaba del todo segura si me había escuchado. Lo había hecho?
Supongo que sí lo habría hecho porque a los segundos se escuchó el sonido de la cerradura abrirse. Entonces lo vi, mi ángel guardián. Estaba tan iluminado parecía verdaderamente un ángel, pero observándolo mejor tenía unas profundas ojeras grisáceas. Se detuvo al verme en la cama, supuse que sería la impresión, no lo sé. Sólo esperaba que me encontrara presentable y creo que lo estaba. Presentía que esto sería muy vergonzoso.
De pronto como si hubiese caído un balde de agua fría en él vino corriendo hacía mí y me comenzó a acariciar el cabello.
Jack: perdón, perdón, perdón –me decía una y otra vez. Me pedía perdón? Porqué? Tal vez eso lo tendría que hacer cuando yo sea conciente de que lo está haciendo, en estos momentos el dolor era tan intenso que nublaba mis propios pensamientos –todo esto está pasando por mi culpa, por no decirte la verdad –me dijo contra mi rostro, estábamos a escasos centímetros. Acaso se echaba la culpa de mis dolores menstruales? No entendía nada, yo solo quería que fuese a la farmacia a por el bendito remedio.
Mery: calla Jackson, luego hablamos –le dije un tanto suplicante. Él me miró con pena y algo de culpa. Era totalmente absurdo que se adjudicara la culpa de algo tan natural como son este tipo de dolores. O tal vez no se trataba de ESA culpa? Tal vez se refería a lo que pasó en el restaurante. Seguramente, pensé.
Jack: está bien, está bien – me dijo apurado mientras seguía tocando mi pelo. Mi respiración era agitada, luchaba para quedarme despierta. Eran tan intensos los dolores que era demasiado capaz de desmayarme a causa de ellos – sólo dime que tienes? –me preguntó apenado. Juraría que sus ojos se llenaron de lágrimas.
Mery: no te preocupes, son sólo dolores menstruales –le dije apenas susurrando, podía sentir como la sangre subía a mis mejillas. Acerqué mi mano a su mejilla para poder calmarlo, él cerró los ojos al contacto con mi piel.
Jack: estas segura? – preguntó preocupado –parece ser más serio.
Mery: quién es la mujer acá? –pregunté un tanto irónica. Qué iba a saber él de dolores menstruales.
Jack: tú, pero si no te puedes mover...no lo se Mery puede ser apendicitis –dijo simulando que sabía de que hablaba. Era muy tierno verlo ocupándose de mi.
Mery: ya me sacaron la apéndice. De verdad – dije convencida –sólo necesito una pastilla, pero aquí no tengo. Y cómo ves mucho no me puedo mover –concluí seria, los dolores se había radicado en mí y sólo necesitaba lo que no tenía. La bendita pastilla –así que allí –le señalé la mesita donde comúnmente se encuentra el teléfono –busca que hay plata. Ve a la farmacia y pedí un analgésico o una pastilla para los dolores menstruales.
Confesar esto era bastante vergonzoso y más si lo hacía con el hombre que me gustaba. Pero era normal, o eso se suponía. De todas formas la normalidad de la situación no le quitaba la parte embarazosa.
Jack: está bien cariño –me dijo mientras se paraba, dado que estaba arrodillado al lado de la cama. Me besó la frente y se quedó mirándome. Se lo veía tan grande e importante desde aquí abajo, tan hermoso – podrás resistir? Me limité a asentir.
Tomó las llaves que estaban sobre la cama y salió por la puerta. Si no me equivoco no tomó dinero, como pagaría? Ah, claro lo parará él, pensé. Se veía tan precioso, cansado y agotado pero de todas formas se lo veía hermoso. Entonces fue que me di cuenta que lo había extrañado demasiado, que lo necesitaba cuan aire para respirar, lo necesitaba y no lo podía evitar. Estaba dispuesta a dejar mi estúpido orgullo de lado por perdonarlo, lo haría estaba segura. Siempre y cuando su explicación sea certera y me convenza. Sino, sino no lo sé.
No sé cuando demoró pero se me hizo eterno, cada segundo parecían horas. Sentía como si hubiese estado tirada en esa cama toda la vida. No podía esperar para volver a verlo, simplemente lo necesitaba.
Los dolores seguían allí, me desesperaba que no se fueran! Pude sentir algo caliente que corría por mi rostro. Qué sería? Me llevé una mano a la mejilla e increíblemente me di cuenta que estaba llorando. Recuerdo que mi madre siempre me decía que lloraba por todo, “cuando tienes sueño, lloras. Cuando tienes hambre, lloras. Si estas enojada, lloras. Lloras por todo!!”. Y tenía toda la razón del mundo, supongo que lo peor de todo es que mi sensibilidad natural se alteraba con el cambio hormonal del período menstrual.
Pude sentir nuevamente el sonido de la cerradura. Por fin, pensé; él ya estaba aquí. Mi salvador y venía con la pastilla mágica. Luego de cerrar la puerta fue hacía la cocina a por un vaso de agua, o al menos eso imaginé. Mientras estaba allí gritó..
Jack: cómo te sientes? Mejor? –me preguntó, sabía que lo tenía preocupado mi inmovilidad. Es que los hombres nunca tienen idea de lo doloroso que puede ser.
Mery: supongo, pero ahora estaré mucho mejor –le dije tratando de sonreír. Él ya venía hacía aquí con un vaso de agua y galletitas de chocolate.
Jack: venga vamos a tomar la pastilla –me dijo cuan padre que le da un jarabe a su hijo pequeño. Me ayudó a incorporarme en la cama – primero cómete una o dos galletitas, no puedes tomar algo así sin nada en el estómago – me dijo con la ternura propia de un padre. Admiraba su dedicación, era tan propia de él esa ternura irradiante.
Así que como había dicho me comí dos galletitas antes de ingerir la dichosa pastilla que me salvaría. En todo ese proceso nadie habló, él no dijo ni una palabra ni yo mucho menos, estaba demasiado ocupada pensando que pronto se me irían los dolores. Él me miraba expectante, supongo que pensaría que al tomarme la pastilla instantáneamente haría efecto, porqué luego de que la ingerí me miró esperando una mejoría. Mejoría que no llegaría dentro de quince o tal vez veinte minutos.
Mery: hace efecto en diez o veinte minutos – le dije simulando una sonrisa, su ignorancia respecto a temas menstruales era divertido. Pero me sorprendía dado que tenía 3 hermanas mujeres, tal vez no era algo que quisiesen compartir con su hermano mayor.
Esos quince minutos se hicieron quince horas, yo me acomodé en la cama y apoyé mi cabeza en los almohadones, cerrando los ojos tratando de que el tiempo pase más rápido. Podía sentir sus ojos clavados en mí, expectante para que el dolor se fuera. Gracias a Dios, Jackson y la bendita pastilla poco a poco el dolor fue disminuyendo hasta quedar solamente en sombras.
Así que una vez que el dolor desapareció, me levanté de la cama y fui al baño. El rostro de Jackson se iluminó radiante al saber que ya me sentía mejor. Camino al baño me di cuenta que estaba en pijama, que vergüenza. Bueno pensé, más vergüenza de la que acababa de pasar posiblemente no la pasaría en el resto de m vida. Además no era que mi pijama fuese feo, de hecho era lindo. El pantalón era de algodón rojo y la parte de arriba, era una remera de tirantes blanca con un pequeño osito bastante tierno.
Jack: bonito pijama –me dijo sonriente como nunca lo había estado. Supuse que estaba contento de mi notable mejoría. Me limité a sonreírle.
Ya en el baño me di cuenta que ahora que me sentía mejor no podía alargar más sus explicaciones. Las quería pero no estaba segura si las podría soportar. Qué tan malas eran? Me lavé la cara para despabilarme un poco y salí del baño como nueva.
Eran ya las nueve de la noche y se venía lo peor sobre mí. Comenzaba a dudar y a tener miedo de las mismas, las quería escuchar sin dudas, aclararían mucho de mi confusión interna. Pero no sabía que tanto repercutirían en mí emocionalmente y tal vez aún no estaba lista. Así que trataría de alargarlo lo máximo posible.
Mery: te quedas a comer? –le pregunté como si nada. Me miró de lo más incrédulo, como si no fuese a creer lo que le decía.
Jack: estás en condiciones de cocinar? –me preguntó un tanto asustado.
Mery: bueno, no llamaría cocinar a lo que yo hago –le aclaré con una sonrisa, la cual él respondió amablemente. Parecía como si no hubiese pasado nada entre nosotros, como si un hubiesen peleas y explicaciones de por medio –pero sí estoy en perfectas condiciones. Te animas a tender la mesa? –pregunté como si nada.
Mientras yo hacía unos modestos fideos con tuco, él tendía la mesa siguiendo mis ordenes de dónde se ubicaba lo que necesitábamos para la misma. Cuando llevé la comida al mesa dispuesta a servirla, me di cuenta que la mesa tenía velas. Me gustaba ese toque romántico pero me asustaba saber que las explicaciones se acercaban sigilosas lentamente. Sabía que tarde o temprano les tendría que hacer frente.
Comimos en silencio, ambos estábamos demasiado concentrados en nuestros pensamientos como para ocuparse del otro. Supuse que estaría ordenando sus ideas como para largarlas paulatinamente en su momento.
Jack: para no saber cocinar –me dijo con una sonrisa mientras encomillaba el último verbo –te quedó muy rico.
Mery: gracias –dije ya en la cocina mientras lavaba los platos. Él también se acercó, se sentó en la barra americana y se limitó a observarme.
Luego de haber lavado los vasos y un plato, él como siempre rompió el silencio..
Jack: creo que tenemos que hablar –me dijo con serenidad pero podía notar perfectamente su ansiedad.
Mery: espera que termine aquí y hablamos tomando un té – le dije inquieta. Ya no sabía que hacer para alargar la situación, que tan importantes o graves eran sus motivos?
Luego de que terminé de lavar los platos, puse el agua a calentar e hice dos té de durazno y me dirigí a la cama. Tomé aire, valor y ganas de escuchar, liberando así el miedo, terror y ansiedad.
Mery: te escucho –le dije mientras revolvía el té inconscientemente. Al parecer él también se llenó de valor porque tardó unos segundos en contestar.
Jack: primero te tengo que pedir perdón – me dijo también revolviendo el té. Levantó la vista y nuestros ojos se encontraron, sus hermosos ojos verdes estaban sobre los míos, había olvidado esa sensación tan poderosa –quiero que sepas que tuve mis razones para mentirte.
Me mantuve en silencio esperando que siguiese hablando, cuando algo se nos hace difícil de decir es mejor que no nos interrumpan, sino nos cortan el valor que anteriormente habíamos tomado.
Jack: ya cuando filmábamos para Twilight éramos conocidos, los vampiros mas lindo –dijo con ironía – la película se estrenó para diciembre del 2008. Como ya sabes Robert es Edward y bueno las adolescentes mueren por él, he oído cosas muy extrañas que planean hacerle –rió con ironía –es una locura. A él no es que le disgusta pero a veces le molesta que lo atosiguen. Por eso es difícil de verlo digamos, a menos en alguna premiación o el set de grabación.
Volvió a hacer un pausa, sinceramente no tenía idea porqué me explicaba esto. De hecho sabía que era lo que Robert causaba después de escuchar a Gabi hablar de él, era todo un sex simbol.
Jack: luego de unas semanas del estreno de la película yo estaba en un bar tocando sólo como a veces suelo hacer. Luego de tocar me quedé a tomar algo en la barra y pude distinguir una chica morocha que me observaba atentamente desde el otro lado del lugar. Siempre suelen hacerlo, como Jasper es rubio y eventualmente yo no lo soy, la mayoría de las veces me observan y me analizan antes de acercarse. Para qué mentirte la chica era hermosa, ojos celeste cabello morocho largo. Prefiero las pelirrojas –aclaró sonriendo – pero no me importó, ella tenía algo que me llamó la atención. Al poco rato simulando ir a buscar un trago de la barra se me acercó. Me preguntó si era Jackson Rathbone, y no iba a mentirle además me había cautivado.
Esa chica ya me caía mal, muy mal de hecho. Sobretodo por la forma en que él la describía, seguramente se había enamorado de ella y por eso no podía estar conmigo? Acaso era esa la razón? No pongan la carreta delante de lo bueyes, nos solía decir una profesora de matemáticas. Decidí no adelantarme a los hechos, debía llegar al final de la historia para juzgar.
Jack: tomamos unos tragos, me dio su celular. No pude aguantarme más y a la noche siguiente la llamé – al menos no me sentía menos de esa forma. A mi también me había llamado la noche después que le había dado mi celular – la invité a salir un par de veces. Bueno ya sabes nos hicimos novios, realmente yo no sabía mucho de ella pero de todas formas no me importaba. La quería – hizo una mueca – usualmente cuando tengo una novia trato de llevar la relación al próximo nivel – no estaba segura si quería escuchar esta parte – no me malinterpretes –dijo enseguida viendo mi cara de frustración – mis amigos/as para mi son fundamentales, así que siempre que tengo una novia a la cual quiero mucho la presento, y ellos me dan su opinión. La cosa es que a Nikki y Ashley – no sabía quienes eran, supuse que sería algunas de las actrices – me dijeron que no les había caído bien. Kristen dijo que la odiaba, a Kellan le daba igual mientras estuviese buena – rió ante ese pensamiento – y Robert sólo quería mi felicidad. Una noche en mi apartamento de Los ángeles junto con los amigos de mi banda, llegó ella y me dijo que necesitaba urgente hablar conmigo. Debo admitir que al principio me asusté. Enseguida pensé que estaba embarazada – me estremecí al pensar que otra mujer tuvo a Jackson antes que yo – pero me pidió algo extraño, pero la quería y le concedí el “sueño” –hizo una pausa para tomar aire. Acaso pretendía que yo adivinase cuál era el sueño de aquella muchacha? – así que como había pedido le presenté a Robert. Unas semanas después recibí una llamada de él diciéndome algo que me rompió el corazón. No sé cómo pero ella había conseguido su celular, probablemente lo haya sacado del mío, y lo había estado llamándolo para poder salir. Él se negaba obviamente porque ella era mi novia, pero de todas formas ella seguía insistiendo. Hasta que un día explotó y le dijo la verdad.
Y cuál era la verdad? Este chico me tenía de los nervios!! Estaba convencida que si me encontraba con es muchacha había grandes posibilidades que la matase.
Jack: que sólo había salido conmigo para llegar hasta él. Que estaba perdidamente enamorada de Robert, que a mi nunca me quiso. De hecho le dijo que yo le daba asco, que luego de hacer el amor conmigo vomitaba porque yo le daba repulsiones. Obviamente te podrás imaginar que corté la relación con ella, Robert cambió el teléfono y ella nunca volvió a llamar – hizo una pausa para que yo asimilase todo. Esa chica era una desalmada, como se atrevía hacerle semejante daño a un ser tan puro como Jackson? Estúpida. Instintivamente me tiré en sus brazos para poder abrazarlo, creo que estaba más afectada yo que él. No podía existir alguien tan cruel – no te preocupes ahora ya está superado. Sufrí mucho pero mis amigos me apoyaron y me ayudaron a salir adelante. Desde ese entonces me cuido mucho con las mujeres.
Había entendido esa parte, pero dónde era que yo entraba? Aún no tenía una explicación a su mentira.
Jack: y luego llegas tu tan torpe y adorable como siempre. Al instante en que chocamos en la calle tu sonrisa y tus ojos me hipnotizaron. Luego en el bar la pasión con la que hablabas de ese libro me terminó de asegurar que me gustabas. Pero tenía miedo de arriesgarme nuevamente. Tu no me reconocías lo cual era bueno, de hecho podía ser yo mismo sin fingir alguien que no soy. Estaba convencido que tu ignorancia hacía mi profesión incluso la de Robert era real, pero no podía saber cómo te lo tomarías en el caso de que te enteraras. Por supuesto que no pretendía ocultártelo siempre, es sólo que el fantasma de Catherine seguía allí demasiado latente y me aterraba saber que tal vez te enamorarías de Robert, aún sin saber que él era el gran Edward Cullen.
Si historia era tan triste, tuve que hacer un esfuerzo muy grande para no largar las lágrimas acumuladas. Ahora podía entender las razones de su mentira, aun que no aprobaba la mentira en sí, sabía que tenía razones de sobra para haberlo hecho.
Mery: podrías haber confiado en mí. No me enamoraría de Robert aún sabiendo que él es Edward Cullen. No te haces una idea del impacto que fue verte en la pantalla, rubio, pálido, diferente. Pero pude reconocerte y la sorpresa que me causó fue increíble, hasta tuve que salir de la sala. No podía entender porqué me habías mentido y ahora lo entiendo, lo que no hace que apruebe tu mentira.
Jack: sin duda haberte mentido esta mal y siquiera yo lo apruebo, sólo que me estaba cuidando. Entiendo si no quieres hablarme o verme más –me dijo apenado mirando el piso. Me acerqué hacía él, con el dedo índice levanté su cara e hice que nos miráramos. Toda la intensidad y profundidad de sus ojos estaban sobre mí, podía saber exactamente sus sentimiento con tan sólo ver sus ojos. Era tan puro.
Mery: yo nunca haría eso. Yo, yo –hice una pausa, decir lo que sentía no era uno de mis mejores virtudes – yo te necesito –logré decirle, él sonrió con satisfacción y yo me limité a ponerme colorada, como era ya costumbre.
Jack: eres tan adorable cuando te sonrojas – me dijo mientras se acercaba hacía mí, quería ese beso, lo deseaba. Pero no ahora, no lo quería si lo iba a arruinar todo, mejor sería esperar hasta que las heridas estuviese 100% cicatrizadas. No pensaba jugar con sus sentimientos y menos con los míos. Así que apenas permití que me besase la comisura de lo labios.
Jack: con eso me basta –me dijo sonriente mientras me daba un beso en la mejilla.
Mery: mejor vamos despacio –le dije sonriendo.
Jack: estoy de acuerdo –me dijo también sonriendo. Ambos estábamos como si nunca hubiese pasado nada, tan felices como de costumbre. Podía sentir un gran alivio en mi interior, todo ya estaba aclarado y perdonado.
Sabía que tal vez me arrepentiría de lo que estaba a punto de hacer, pero no tenía nada de malo. Además lo necesitaba, no esta preparada para dejarlo ir.
Mery: te quieres quedar a dormir? –pregunté sonrojada.
Jack: me encantaría –me dijo con una enorme sonrisa, se notaba que eso lo alegraba.
Me tapé los ojos mientras él se desvestía. Listo me había dicho cuando hubo terminado, ya estaba a mi lado dentro de las sedosas sábanas. Me dormí en su pecho mientras me acariciaba el pelo, fue romántico sin duda. De hecho de por sí él lo era.
A la mañana siguiente me despertó el sol que entraba desde la ventana, abrí lentamente los ojos y pude ver el vacio del apartamento. Jackson se había ido, pero al observar la cama pude comprobar que no estaba tan sola, allí había una nota junto con una hermosa rosa blanca. Cogí la nota y la leí..
Querida Mery: me fui a casa a cambiarme y hablar con Robert. Quería agradecerte, me hiciste pasar una de las mejores noches de mi vida. Más tarde llamó para ver qué tal te encuentras.
Te quiero, Jackson.

Este hombre era la dulzura personificada y era todo mío. Acaso podía ser más perfecto?

9 comentarios:

  1. El mejor! ya t lo dije x msn!=D
    GRACIAS!

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  2. un besito! :D estoy muy feliiz por qe ayas subido :D muchos besitos! y si,te entiendo con esto de qe es dificil escribir algo coherente cuando tienes miles de lectoras! ajjaa lo se porqe tambien estoy escribiendo una nove jaja y nmis amigas me super apuran! asi qe muchos exitos y besitos! :) ;)

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  3. aaaaaaaaaaaaaaaaai!!!! yo tmb qiero ser ella! :E jajajajaja bueno! muchos besos! otra vez! :D :)

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  4. Quiero más !
    por favor sube otro capi ! !!!!!!! (:

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  5. esto era lo qe yo qeria leer
    x fin algo bueno jej
    mentira amiga
    amo tu nove
    i qiero masssssssss

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  6. alabado te voy a poner un monumento!!! qe bien qe ya subiste ahora otro? xDDD
    bueno anímate mujer qe al menos sabes qe como escritora tienes tus seguidoras eh

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  7. te soy sincera! vos podes llegar a ser una muy gran escritora!! de verdad,narras muy bien y esas cosas :) genial!!! :D
    ahora,qiero mass! ajajj besitoooos! :)

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  8. lo unico qe pregunto: para qe te tapaste los ojos cuando se desvestiaa?!!? :P jajajajaaj broma! besosss

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  9. ahhhhhhhhhhhhhh
    ame el capppppppppp!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    dios
    amo tu noveeeee!!!!
    la verda te quejaste porke te parecio q no fue muy bueno pero fue increibleee!!!!!!!!!!!!!
    diosaaaa totalll!!!
    beostes
    espero q subas rapidito

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REACCIONES A MI LOCA IMAGINACION..