sábado, 12 de septiembre de 2009

Capitulo 28

Hola chicas! Si se qe me demoré mucho en este capitulo, pero fue uno de lo mas largos y dificiles de escribir. Es uno de lo mas importantes, ademas si a eso le sumamos mi falta de tiempo, fue un caos la verdad. Siento haberme atrasado tanto, pero creanme qe valio la pena la espera.
Qiero agradecer a las 4408 personas qe visitaron el blog, de verdad que son increibles y por eso le qiero dedicar el capitulo a todo aqel qe este leyendo esto.
No se cuando volveré a subir, solo pido qe sean pacientes. Saben qe si me atraso es xq tengo mis razones no xq lo qiera hacer. Espero qe lo disfruten. Besos.

Capitulo 28 - Oficial
Cogí el bolso, las llaves y abrí la puerta, luego la cerré y me encaminé hacía el ascensor. Presioné el botón, los minutos que pasaron mientras venía el ascensor se me hicieron eternos, sólo quería verlo a Jackson, poder apreciar el verde esmeralda de sus ojos, su blanca sonrisa y sus tiernas palabras.
Subí al ascensor, bajé en planta baja, saludé al portero, el cual me recibió con una sonrisa y salí a la calle. Pero en el momento en que abrí la puerta de vidrio una bocanada de aire cálido vino hasta mí. Acaso hacía calor en Londres? De los seis meses, sólo recuerdo dos o tres días soleados.
Pero en ese caso no era exactamente calor, sino era ese calor húmedo previo a la lluvia, de echo ya se podía respirar el olor a la misma. Se podía sentir el aire pesado, húmedo, totalmente abrasador. Entonces entendí porqué Gabi llevaba una pollera, siempre tan exagerada.
Comencé a caminar calle arriba para poder llegar a la cafetería, esas dos cuadras se me hicieron eternas como la eternidad misma.
Al entrar a la cafetería me dirigí a la barra, como solía hacerlo, saludé a Charlie el cual me miró con ojos tiernos. Acaso tendría razón Jackson y él estaba enamorado de mí?
Me volteé para contemplar el lugar, el cual estaba abarrotado de gente, entonces lo vi. Allí estaba él con una radiante sonrisa para mi, y con sus ojos irradiantes de ternura. Recién en ese momento pude respirar con tranquilidad. Estaba tan hermoso como siempre pero en este caso tenía un brillo especial en sus ojos pululantes de amor; no pude evitar sonreír al verle.
Estaba muy lindo, es decir él siempre lo estaba pero hoy especialmente tenía algo más, tal vez sería la sensación de que me había pertenecido unos minutos. La sensación de que sus labios habían sido míos.
Me acerqué a él con una inevitable sonrisa en el rostro, conforme me acercaba su sonrisa se ensanchaba cada vez más.
Jack: buenos días –me saludó cuando me senté frente él. Ambos no podíamos evitar sonreírnos, era como querer tapar el sol con un dedo. Imposible.
Mery: buenos días – hice una pausa mientras colocaba el bolso en la silla –cómo amaneciste?
Jack: pues mal porque tu no estabas conmigo – dijo de manera tierna. Inmediatamente me puse roja cuan tomate maduro, me mordí el labio inferior evitando así que un suspiro de amor se escapara de entre ellos – eres adorable cuando te sonrojas.
Mery: basta, haces que me sonroje aún más –dije tímidamente.
Jack: de todas formas eres adorable – notaba como sus ojos brillaban intensamente.
Mery: gracias – de pronto sentí que tomaba mi mano, la cual reposaba cómodamente en la mesa con total parcimonia.
Jack: te das cuenta que aquí es dónde te conocí, acá empezó todo – dijo con nostalgia.
Me conmovía de sobremanera la forma en la que hablaba de lo “nuestro”, pero no era capaz de pensar que esa palabra aún no existía. De echo no éramos nada, o acaso si? Teníamos una relación? Acaso éramos novios? Aquellas cosas se pedían verdad? O al menos mi experiencia empírica así lo delataba.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por Charlie que llegó con su característica libreta en mano para así tomar nuestro pedido. Pero como ya era costumbre en él, me interrumpió haciendo el pedido con total seguridad. Inmediatamente me percaté de la mirada que Charlie le lanzaba a Jackson, eran celos? Tendría razón éste último y mi amigo estaba enamorado de mí? No podía concebir aquello, éramos amigos, sólo eso. Se supone que los amigos no se gustan entre sí, había traicionado mi confianza entonces. Decidí que tendría que dar este tema por sajado, tomar valor y preguntarle directamente. Pero claro estaba que este no era momento ni lugar.
Jack: queremos dos capuchinos con cuatro medialunas, dos porciones de torta de chocolate y jugo de naranja – pidió con una sonrisa. Juraría que había visto como de sus ojos verdes despedían cierto sentimiento no muy ameno hacía Charlie. Me preguntaba cual era la razón por la cual yo nunca entendía nada.
Lo miré algo extrañada por esa actitud, y al parecer él se percató de mi mirada.
Jack: me descubriste – dijo sonriendo, pero aún seguía confusa. Qué es lo que había descubierto? – estoy celoso.
Esa confesión pegó fuerte contra mis oídos haciéndome reaccionar, eso quería decir que yo lo importaba, pero de todas formas debería saber que no había motivos para que estuviese celoso. De echo debería saber ya, que él era mi único amor.
Mery: no tienes porqué, yo te quiero a ti – confesé tímida, haciendo que mis mejillas se encendieran.
Jack: que casualidad, porque yo también te quiero a ti – dijo alzando su brazo por encima de la mesa, de manera que su mano quedó a la altura de mi rostro, haciendo que el mismo se alzara para perderme en el mar de esmeraldas que eran sus ojos.
Mery: sabes? Comienzo a pensar que tenías razón respecto a Charlie – dije haciendo una mueca, no era común que mis amigos se enamoraran de mí.
Jack: acostúmbrate a que siempre tengo razón – dije en tono juguetón con una amplia sonrisa, se podía ver a la legua que ambos éramos completamente felices si nos teníamos uno al otro.
Mery: lo siento, me olvidaba que hablaba con el hombre perfecto – dije también jugando.
Jack: estoy lejos de serlo – se puso serio al ver que Charlie se acercaba hacía nosotros con el pedido. El cual posó en la mesa con sumo cuidado, pero al parecer no se iba de allí. Qué más querría?
Charlie: estás bien Mey? – preguntó preocupado. Debería estar mal acaso? Comenzaba a preguntarme si era yo la que nunca entendía nada, o eran ellos que lo complicaban todo.
Mery: perfectamente, y tu? – pregunté por cortesía, podía notar que la situación le incomodaba a mi acompañante.
Charlie: muy bien.
Mery: me alegro –dije sonriéndole para luego voltearme para mirar a Jackson, sabía que mi actitud le dolería pero tenía que tener claro, en caso de que Jack tuviese razón, que entre él y yo no sucedería anda.
Charlie se fue hacía la barra de lo más enojado y totalmente ofendido, me dolía tratarlo de esa forma.
Jack: creo que lo heriste –dijo haciendo una mueca.
Mery: lo sé – hice la misma mueca y comencé a arrepentirme por mis tratos. Ya más tarde podría hablar con él.
El silencio nos gobernó, tomé mi taza y bebí un sorbo por el simple echo de hacer algo. Al parecer Jackson se sentía de la misma forma, porque siguió mi estilo y me imitó al tomar su café.
Mery: sabes? Hoy a la mañana fue Gabi a mi casa y arreglamos todo – le conté sonriendo luego de terminar mi sorbo.
Jack: me alegro mucho – contestó también sonriendo – no se podían pelear por una tontería.
Mery: eso decía yo.
Jack: ayer Robert llegó a la casa con una enorme sonrisa – dijo contento.
Mery: si, de la misma manera llegó Gabi hoy – comenté sonriendo por la felicidad de nuestros amigos.
Jack: el amor se respira en el aire – concluyó filosóficamente.
Mery: eso creo – dije sonrojándome, sabiendo que no sólo se refería a nuestros amigos sino también a nosotros. Pero aún me abrumaba no saber que éramos realmente. Estaba segura que sólo yo me lo preguntaba, ya que los hombres no son abiertos a los planteos absurdos, según ellos y mucho menos a las formalidades. Aunque en ese aspecto estaba segura de que él no era de ese modo, simplemente no podía serlo con lo caballero que era.
De pronto la lluvia comenzó a golpear el asfalto en la calle, se podía sentir su olor en el aire. Apreciamos con precisión como la gente corría en la calle tratando así de buscar refugio. A veces no entendía a las personas, si mojarse era lo más natural del mundo, además era totalmente relajante. No pude evitar sonreír al pensar que cuando saliese también me mojaría.
Jack: porqué sonríes? – preguntó con curiosidad.
Mery: la lluvia –dije suspirando. La lluvia me traía recuerdos maravillosos.
Jack: y eso que tiene?
Mery: acaso no es maravillosa? –pregunté radiante de felicidad.
Jack: quiero saber más de ti – me dijo bajito mientras tomaba la fría mano que reposaba tranquilamente sobre la mesa – eres la mujer más interesante que conozco, me resultas fascinante.
No pude evitar sonreír, de echo no podía creer que yo le pareciera tan interesante como pretendía. Yo que era tan común y silvestre, sin ningún destaque ni nada por el estilo; pero como decían el amor es ciego.
Mery: qué quieres saber de mi? – pregunté intrigada.
Jack: para empezar – vaciló un momento al pensar la pregunta con precisión – por qué te gusta tanto la lluvia?
Mery: cuando era chiquita pasaba la mayor parte del tiempo en la casa de mis abuelos. La cosa es que cuando llovía yo salía a disfrutar el placer de tener el agua en el rostro, desde allí que me encanta – expliqué con nostalgia.
Jack: los querías mucho? – preguntó curioso.
Mery: por supuesto, prácticamente me criaron mis abuelos maternos ya que mis padres trabajaban todo el día – concluí mientras volvía a sorber la taza.
Así pasó la mañana y parte de la tarde, hablando de nosotros, conociéndonos mejor. Anécdotas, sonrojos, risas y sonrisas de por medio a nuestra charla. Hasta hubo un momento filosófico...
Jack: crees en el amor a primera vista? – preguntó como solía hacer hacía dos horas, con curiosidad.
Mery: empecemos por aclarar que el concepto de amor es muy amplio y a mi manera de ver sólo se ama a pocas personas – hice una pausa recuperando el aire exhalado – por ende el amor a primera no existe, sin embargo sí creo en la atracción física a primera vista.
Jack: confieso que nunca había escuchado tal reflexión. Las mayoría de las mujeres creen ciegamente en el amor a primera vista. Para mí es un eufemismo.
Mery: por lo que veo tenemos más de una cosa en común – concluí sonriendo.
Fue una tarde maravillosa pero cuando nos volteamos hacía el gran ventanal la luz del día comenzaba a escasear. Acaso el tiempo había pasado tan rápido? Supongo que la antigua frase “cuando te divertís, el tiempo pasa más rápido” era absolutamente verdad.
Jack: me parece que se nos fue rápido la tarde – dijo sonriendo, haciendo verbales mis pensamientos.
Mery: si, tal vez debamos irnos – invité sonriendo. Era increíble la forma en que él me hacía sentir, tan exclusiva, tan única. Como si yo fuese para él la única mujer importante del mundo.
Jack: si tal vez – dijo mientras sorbía la último de su ya tercer café, es que había sido una tarde muy amena entre charlas y ambos habíamos repetido nuestros pedidos.
Mery: me gustaría invitarte a mi casa – propuse algo tímida – me gustaría cocinarte algo que en mi país iba de la mano con la lluvia.
Jack: me encantaría, pero antes de salir necesito ir al baño – me dijo mientras se levantaba y se dirigía al lavabo de hombres.
Entre tanto Charlie se dirigía a la mesa en dónde me encontraba, lo hacía con paso decidido y podía notar en su semblante un poco de enojo, o tal vez eran celos? Se sentó frente mí y se limitó a mirarme por unos segundos. Qué pretendía?
Charlie: qué te ocurre? De un día para otro apareces con este hombre? Estás enamorada de él? –preguntó con curiosidad y celos. Me pareció el momento perfecto para largarle toda la verdad y cuestionar sus sentimientos, quería dar este tema por sajado.
Mery: pues sí estoy enamorada de él – le confesé con decisión, a lo que descompuso el rostro con horror – pero qué pretendes tú preguntándome todo esto?
Él no fue capaz de contestar a mi pregunta, podía sentir como sus neuronas hacían fuerzas para hacer sinapsis rápidamente y encontrar una respuesta rápida y convincente, pero claro era que no lo lograrían, porqué de su boca no salió ningún sonido. Por lo que debía darle la derecha a Jackson, mi amigo Charlie estaba enamorado de mí. “El que calla otorga” solía decirme mi padre cuando me mandaba alguna travesura y no quería confesarla.
Mery: sólo quiero que sepas que yo te quiero mucho – le dije, pude ver entonces que su rostro se iluminó. Me dolía lastimarlo pero era mejor en este momento que más adelante cuando sus ilusiones crecieran – pero sólo como amigos Char y me consta que tú sientes algo más. Lo siento pero no podrá ser – concluí haciendo un enorme esfuerzo para no largarme a llorar allí mismo, me era muy difícil ver a la gente querida dolida y no hacer nada, mucho menos si ese dolor era causado por mí.
Él sólo me miraba y podía claramente en sus ojos palpar el dolor que le causaba, lo que por consiguiente me causaba dolor a mí.
Charlie: está bien Mery, lo entiendo – dijo al fin con la cabeza gacha mirando sus propias manos que jugaban distraídamente por debajo de la mesa. Se levantó de la silla, comenzó a dirigirse nuevamente hacía la barra, pero antes de llegar a ella se volteó a mirarme – amigos? – preguntó, asentí con una leve sonrisa, la cual él correspondió y siguió su camino.
A los pocos segundos regresó Jackson a la mesa, pero en vez de sentarse en su lugar vino por mi espalda y me abrazó fuertemente, como si supiera exactamente que era lo que pasaba por mi mente.
Jack: cómo lo tomó? – me susurró al oído haciendo que me estremeciera. Pero me preguntaba cómo era que lo sabía. Lo tomé de la mano y lo cinché haciendo que nos quedásemos enfrentados uno con el otro.
Mery: cómo lo sabías? –pregunté confusa y con la voz entrecortada.
Jack: podía observar que quería acercarse pero no lo hacía por que estaba yo aquí, así que fingí ir al baño para que pudieran hablar. Pero al verlo irse con esa cara supuse que le habrás dicho todo – concluyó serio mientras me miraba a los ojos, haciendo que me perdiera en sus hermosos orbes verdes.
Mery: sí, pues le dije todo – dije agachando la mirada – pero no quiero que esté triste.
Jack: ya se le va a pasar amor, no te preocupes – mi corazón comenzó a bombardear más sangre al resto de mi cuerpo al escuchar que esa pequeña palabra salía de sus hermosos labios. Se sentí tan bien pensar que ese “amor” iba dirigido a mí y sólo a mí – si estas mejor, vayámonos.
Asentí sonriendo, cogí el bolso y me encaminé a la puerta. Pude ver como Charlie charlaba con Jackson mientras éste último pagaba, me inquietaba saber cual era la charla tan entretenida que tenían, aunque a decir verdad él único efusivo con la misma era Charlie, Jackson sólo asentía.
Comenzaba a incomodarme no saber de que hablaban, pero cuando menos lo pensé ya tenía a Jackson a mi lado tomándome de la cintura. Me abrió la puerta del lugar con caballerosidad y ambos salimos a la lloviznaza y neblinosa calle de Londres.
Mery: qué fue lo que hablaron allí dentro? –pregunté curiosa mientras ambos caminábamos hacía mi casa. La lluvia no molestaba de echo parecía más placentera que de costumbre, o tal vez era por la compañía, no lo sabía con exactitud pero se sentía cómodo.
Jack: me pidió que no te lastimara, y que si llegaba a hacerlo él mismo se encargaría de lastimarme a mí – contestó con una linda y radiante sonrisa. Que Charlie me protegiese de ese modo me había conmovido, a pesar de que lo había rechazado él aún se preocupaba por mí – te quiere mucho – concluyó serio y un tanto celoso.
Mery: lo sé – logré decir apenas con un susurro.
Jack: igual no te preocupes, porque él no tendrá motivos para lastimarme nunca – dijo seguro y sonriente. Por lo que había comprendido y seguido del hilo de sus pensamientos, eso significaba que él no me lastimaría.
En ese momento me tomó de la mano, pude sentir como por mi cuerpo recorrían corrientes eléctricas al entrar en contacto con su enorme mano. Se sentía tan bien esa conexión, como si fuésemos uno sólo. Ambos disfrutábamos de la compañía del otro en silencio.
Pero de repente la lluvia cayó con fiereza empapándonos a ambos, nos limitamos a reírnos y en mi caso a jugar cuando niña chica en un parque con la lluvia.
Jack: lamento interrumpirte, sobretodo porque te ves muy sexy mojada y créeme que lo estas – confesó sonriendo con voz sensual, a lo que yo me sonrojé al instante – pero deberíamos irnos a tu casa. Además no quiero que nos enfermemos.
Se veía tan tierno al protegerme pero no tenía intenciones de volver a mi casa todavía, necesitaba disfrutar de la lluvia unos momentos más. Así que me acerqué a él con una sensualidad infinita, la cual no tenía idea de dónde salía y posé mis manos detrás de su cuello.
Mery: qué me decías? –pregunté muy cerca de su rostro.
Jack: qué estabas muy sexy – tartamudeo.
Mery: gracias – dije mientras bajaba mi mirada y comprobaba que realmente estaba empapada. Al subir mis ojos me encontré con los de él, y pude descubrir en ellos una pasión ardiente, a la cual no me pude resistir y lo besé.
Puso una mano en mi cintura y me atrajo hacia él, al principio el beso fue dulce y tierno como solían serlo, pero conforme pasaban las gotas de agua en nuestros rostros el ritmo se intensificó. Al punto que pude sentir como su lengua acariciaba lentamente mi labio inferior como pidiendo permiso para entrar a mi boca. Permiso al cual cedí con gusto. Fue entonces cuando nuestra lenguas comenzaron a bailar un baile agitado, caliente y lleno de pasión.
Sentir el sabor del interior de su boca era mágico, como sabía que lo era para él también el sentir el mío.
Mi corazón golpeaba contra mi garganta con intensidad, mi respiración se tornó agitada, mis piernas parecían que se iban a doblar y a caer al asfalto mojado.
Las sensaciones que sentía era difíciles de explicar, podía sentir mi cuerpo cuan gelatina haciendo que temblara frenéticamente pero no tenía anda que ver con el frío que experimentaba sino más bien con la sensación de felicidad, la cual estaba radicada en mi cuerpo y parecía que no quería irse.
Desgraciadamente el aire nos era esencial a ambos y tuvimos que separarnos, pero tampoco entonces nuestras pieles dejaron de rozarnos porque manteníamos nuestras frentes unidas, limitándonos a mirarlos a los ojos. Disfrutamos de ese simple echo, perdiéndonos uno en los ojos de los otros, por varios minutos.
Jack: te quiero – dijo con la respiración acelerada, al parecer ese beso apasionado nos había dejado a los dos hiperventilando. De repente me dio un beso en la mejilla, me tomó de la mano y nos volvíamos a encaminar hacía mi casa bajo la lluvia.
Mery: yo también – le dije besándolo en la mejilla cuando estábamos enfrente de mi edificio. Logré encontrar las llaves en la profundidad de mi bolso, abrí la puerta, saludé a John el cual me miró desconcertado y nos encaminamos al ascensor.
Cuando llegamos a el piso dónde estaba mi apartamento, salimos del ascensor, cogí nuevamente las llaves, las coloqué en la puerta haciendo que la cerradura girase y ambos entramos en el interior de mi humilde morada.
Conforme más me adentraba a la casa fui prendiendo las luces ya que la misma se encontraba en penumbras. Fui al baño a por una toalla para que nos pudiésemos secar un poco, al salir se la arrojé en la cara al hermoso pero muy, muy sexy hombre que se encontraba en el centro de mi sala.
Jack: oye eso me dolió – contestó poniendo pucheros mientras se secaba la cara y se sacaba la campera así quedaba con menos ropa mojada encima.
Mery: mejor prendo el aire acondicionado – dije mientras buscaba el pequeño control remoto – así entramos en calor.
Mientras yo escurría mi largo y enrulado pelo, él se sacaba los zapatos los cuales estaban totalmente inundados, no pude evitar reírme ante esa situación. Pero no tuve opción y pocos segundos después yo tuve que hacer lo mismo, a lo que era él el que se reía ahora.
Mery: entraste en calor por lo menos? – pregunté cuando ya estábamos más o menos secos. Él sólo asintió, se veía tan lindo allí semi mojado, sin zapatos, apenas con un jeans y una remera blanca escote en V que se pegaba misteriosamente a su pecho. Mi cama pasó a estar repleta de ropa, mi buzo verde, su camisa roja, su campera roja y su sombrero negro. Los zapatos reposaba cómodamente en el baño.
Jack: y ahora que hacemos? – preguntó pícaro –porqué juraría que me prometiste que cocinarías – aventuró divertido.
Mery: ay tienes razón – dije sonriendo acercándome a la cocina tratando de sacar todos los ingredientes. Estaba segura que se deleitaría con esta receta oriental – me preguntó porqué siempre soy tan despistada con las cosas? – logré susurrar al no encontrar la harina, pero al parecer él me escuchó porqué comenzó a reírse – venga deja de reírte y pon algo de música.
Se acercó hacia el equipo de música y colocó la radio, en donde sonaba Paranoid de los Jonas Brothers y comencé a cantar mientras cocinaba. Él se limitaba a mirarme y sonreír de vez en cuando mientras se sentaba en las butacas junto a la barra americana.
Jack: te gustan los Jonas? – preguntó curioso.
Mery: no me disgustan – contesté cascando un huevo.
Jack: yo los conozco, son muy buenos músicos. Si quieres puedo presentártelos, los conocí en un festival que hice con la banda en Los Ángeles, en donde estaban ellos también – concluyó satisfecho de si mismo, como si conocer a los Jonas fuese muy importante, me reí ante ese pensamiento sobretodo porque su música y la de los hermanitos no coordinaba en lo más mínimo.
Derretí la grasa en el sartén y comencé a poner la masa allí esperando que se fritaran. Pero entonces sentí el cuerpo de Jackson a mis espaldas, comenzó a besarme suavemente el cuello, cerré los ojos frente a tal sensación pero los abrí inmediatamente al notar el calor de la hornalla frente a mí.
Mery: acaso quieres que me queme? –pregunté divertida, a lo que él se retiró completamente dejándome terminar de fritar tranquila.
Una vez terminada mi misión en la cocina, la lavé, cogí dos platos y un cuchillo y los llevé a la mesa. Cogí un tarro de la heladera y la bandeja con la comida.
Me senté en la mesa, cogí el cuchillo y lo hundí en el contenido del tarro para luego untarlo en la comida. La cual doble a la mitad y dejé reposando en su plato para hacerme el mío.
Mery: vamos, pruébalo – lo animé al ver la cara de rechazo que traía – no te arrepentirás, confía en mí –le dije segura de que le gustaría.
Alzó su temblorosa mano, me miró indeciso pero de todas formas lo tomó con la mano y se lo llevó a la boca. Mordió y comenzó a masticar suavemente, pero entonces sus papilas gustativas fueron capaces de captar el sabor del plato oriental por excelencia. Me miró sorprendido con los ojos como platos y una gran sonrisa de satisfacción en la cara, a lo que yo le respondí con otra. Con toda la confianza del mundo él agarró otra la unto y se la comió.
Entre los dos nos habíamos liquidado el gran plato, él se frotaba la panza con suavidad haciéndome entender que estaba totalmente repleto.
Jack: cómo se llama eso? –preguntó de lo más extasiado por su descubrimiento.
Mery: se llama torta fritas y son el plato por excelencia de los días lluviosos en Uruguay – respondí sonriente y satisfecha al saber que le habían gustado – y esto que está aquí – proseguí señalando el tarro con el cual untábamos – es dulce de leche. Es algo exclusivamente río platense, aquí no se vende. Este me lo mandaron mis padres desde allí.
Jack: pues está muy rico, tendrás que enseñarme a prepararlas – sonrió satisfecho pero su cara cambió rápidamente – pero lamento haber acabado con tu duce de lece – me dijo tratando de pronuncia la palabra en español, intento en vano porque no consiguió pronunciarla correctamente.
Mery: dulce de leche – repetí sonriendo en mi perfecto español – y no te preocupes por eso, el mes que viene ya me mandarán otro.
Estuvimos platicando unos minutos más, pero podía sentir que a pesar de que su cuerpo estaba aquí su mente vaga lejos, me pregunto que estaría pensando. Pareciese como si estuviera sopesando varias opciones a seguir, además tenía los ojos perdidos en el horizonte. Era claro que algo le pasaba pero no pretendía presionarlo para que me lo dijese, pero entonces volvió a enfocar sus ojos en mí, sintiendo todo el poder que ellos tenían en mí.
Jack: necesito pedirte algo –me dijo de pronto. Comencé a ponerme nerviosa, luego de sus cavilaciones que me viniera con esto me asustaba. Intenté mentalizarme que me diría algo bueno y positivo.
Mery: dime – dije tratando de infundirle valor. Antes de hablar respiró hondo y lo soltó todo.
Jack: sabes que yo te quiero verdad? – me preguntó indeciso, me limité a asentir. No tenía idea a dónde se dirigía su pedido y tampoco lo inutía – ytu? Me quieres? - que clase de pregunta era esa si él lo sabía perfectamente. Iba a replicar pero me interrumpió – sólo contéstame.
Mery: por supuesto que sí.
Jack: entonces, entonces – hizo una pausa en la cual trago saliva notoriamente – quieres ser mi novia?
Mi corazón se paró por segundos, mis pulmones le cerraron el paso al aire y en menos de lo que canta un gallo la situación se revirtió, haciendo que mi corazón bombeara sangre totalmente innecesaria, y mis pulmones dieran paso a aire que no era necesario para mi organismo. El nudo en la garganta era cada vez mayor, y las ganas de desmayarme aumentaban.
Mi mente sólo podía pensar que él me lo estaba proponiendo, que al parecer cómo lo había estado haciendo toda la tarde me leía el pensamiento, haciendo o diciendo exactamente lo que yo pensaba. La conmoción era tan grande que luchaba para no caerme de la silla. Pero sin embargo la felicidad era tan grande que entraba en mi pecho, lo único que pude hacer luego del impacto fue sonreír y conforme pasaba los segundos esa sonrisa aumentaba de tamaño.
Pero me creía incapaz de articular palabra, en esos pocos segundos que hubo entre medio de su propuesta y mi indecisión, me devané los sesos pensando en cómo responder sin hablar, entonces se me vino al cerebro el acto del amor exclusivo por naturaleza. El beso.
Así que me acerqué hacía él, me senté en su regazo y lo besé con ternura, él me correspondió como solía hacerlo y una vez separados preguntó..
Jack: eso es un sí?
Mery: sí – dije eufórica por fin. Estaba feliz y lo amaba como a nadie. Ya era oficial, él y yo éramos novios.

10 comentarios:

  1. ME ENCANTÓ EL CAPÍTULO.
    NO PUEDO ESPERAR, NECESITO LEER EL PRÓXIMO.
    WOW...
    Cuidate y porfavor sube capítulo mañana (:

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  2. agus me mataste con el cap por favorrr hermosooo
    es ayy... sin mpalabras
    amo a jacksonnencima me lo imagino asi re enamoradizo poetico y....
    hermosooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    t mandaste un capitulo excelenteee!!!!!!!!
    besotes nos hablamos

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  3. WOOLLAA

    Me rekete encanto el cap, largo pero precioso...
    Mery se da cuenta ke Charlie la kiere, pero ke el kiere su felicidad... Y encima conoce mas cosas sobre Jackson y bueno al final se acen novios, jejejeje!!!
    CUIDATE

    karol_twilight

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  4. Hermosooo el capitulo!
    estoyy re enganchada con tu novela!
    Ess geniaL!
    SUper super tierna! :)
    Gracias por escribir!
    besotee
    Julietaa

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  5. hola!
    recien lo puede leer por que estuve con unas chicas de intercambio estudiantil en mi casa y no pare en todo el finde!!!!
    me encanto y como siempre vali ola pena esperar!!!
    amo a jack!
    es un dulce!!!! y siempre tan caballeroso!!! en fin espero que el proximo no tarde tanto!!!
    espero que estes bien
    barvy /yourbloodylips

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  6. me mueroooooooo
    amo tus descripciones de besos amiigaaaaaa
    i aiiiiiiii estan re love
    jajaja
    te qieroooo

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  7. OMG OMG OMG OMG OMG OMG OMG
    AAAAAAAHHHHHH QUIeRO CAP !

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  8. Me encanta tu nove...
    pofiiiii sube cap

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  9. agus aparece por favor jajajajjaa

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  10. Holaaa !
    bno rexien ahora lo pude leer piorqe tuve a una chica de rosario en mi cas qe vino pior un intercambio , y NADA de tiempo tuve
    que tierno CAPIITULOO !
    y q largoo , wii. jaja
    ojala no tarde el proooxiimoo !
    tengo miedo de q se vengael conflicto , pliis Nooooo , AJAJA
    el es TAN TAN TAAN tierno , jaja
    me encanta .
    Besos Agus !
    q andes mas q bn !
    Clarii , /edwardanthonymc

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REACCIONES A MI LOCA IMAGINACION..