domingo, 28 de marzo de 2010

Capitulo 36

Estoy acá, sí volvi. Y supongo qe mas tarde de lo qe a ustedes les gustaria. Iba a escribir el capitulo entro de la boda, pero me di cuenta qe si lo hacia qedaba demasiado largo y me demoraría muchisimo más. De modo que decidi cortarlo por acá, aunque creo que de todas formas les van a gustar. Gracias a mi amiga Trii que me ayudó con los vestidos de las chicas!!
People, just enjoy.



Capitulo 36 - La previa.
Me sentía mal, debía admitirlo. Estábamos ya a miércoles, y Kellan no había llamado. La culpa se había instalado en mí como una nueva moda, y no podía erradicarla. Lo había dañado y me dolía haberlo echo. Él más que nadie no se lo merecía. Me sentía una mala persona. ¿Acaso todo tenía que salirme mal? Ahora no sólo debía enfrentarme a Jackson en la boda, sino también a Kellan y francamente no sabía si podría con ambos.
Las chicas no sabían precisamente qué había pasado pero tenían la certeza de que algo había sucedido para que nos distanciáramos. Demás estaría decir que lo que había sucedido esa noche moriría conmigo. Ya demasiada culpa tenía como para escuchar un sermón ajeno. Tenía muy claro cual había sido mi error y lamentaba no poder hacer nada para repararlo. Pero no podía llorar más por la leche derramada; lo echo, echo está.
Estaba en la peluquería tratando de hacer algo con mi cabello. El viernes había llegado a mí como un veloz auto de carreras y sinceramente me encontraba aterrada. Sabía que debía encontrarme con dos hombres distintos, muy distintos pero al fin y al cabo hombres. Y a pesar de mis errores, quería gustarles, quería verme atractiva para ellos. Iría al infierno por pensar de ese modo, sólo debía verme bonita para Jackson. Estaba echa un lío, y al parecer la peluquera de dio cuenta porque dijo – problemas de pantalones?
- algo así – admití suspirando.
- entiendo – dijo mientras peinaba mi cabello con cuidado – qué es lo que prefieres?
- definitivamente quiero mis rulos naturales – dije extremadamente convencida de aquello, sabía que a Jackson le encantaba mi pelo – tal vez un semi recogido, pero quiero que se note el largo. La experta acá eres tú – dije halagando a la señora, a lo que ella sonrió. Parecía rondar los cuarenta y tantos, pero se mantenía en excelentes condiciones. Traía el pelo teñido de un molesto rubio, tenía mucho maquillaje de modo que sus ojos marrones quedaban en todo su esplendor.
- un casamiento? – preguntó queriendo chismosear. Si algo tenían las peluqueras era su extrema curiosidad.
- sí, así es. De una amiga, de echo soy una de las damas de honor – dije contenta porque Gabi me hubiese elegido. Obviamente no era la principal, esa sería su hermana pero luego veníamos Juli y yo.
- y te vas a encontrar con tu ex novio verdad? – hizo una pausa mientras tomaba el secador – se te nota el nerviosismo en la cara. Serénate si no quieres que él no lo note, niña.
- técnicamente no es mi ex. Es complicado – confesé mientras la señora secaba mi cabello con dedicación.
- no pienso moverme – declaró sonriendo.
- en verdad, nunca terminamos oficialmente. Él se fue a LA y yo me quedé acá. Lo fui a despedir al aeropuerto pero nunca supe nada más de él. De eso ha pasado un mes y ahora me ves, tratando de arreglarme para que él me vea bonita.
- me parece perfecto, niña. Debes re conquistarlo, si estás tan nerviosa es porque lo amas y él debería saberlo, no crees?
- sí, pero nada es tan fácil. Tuve un pequeño desliz con su mejor amigo – confesé avergonzada, de pronto la señora paró el secador, giró la silla en la que me encontraba y quedamos cara a cara.
- por Dios niña, qué hiciste? – preguntó preocupada abriendo los ojos más de lo normal.
- sólo fue un beso – aclaré con culpa – un muy buen beso – pero al ver la cara de la señora, agregué – pero enseguida le aclaré las cosas y le dije que mi corazón pertenecía a Jackson. Fue triste verlo irse con esa pena en los ojos. Me siento una mala persona – confesé dolida y totalmente arrepentida. La señora aún sin conocerme me abrazó como una hija y me consoló mientras unas traicioneras lágrimas bajaban por mis mejillas. Este era el momento en que extrañaba los consejos de mi madre, pero al parecer esta señora había aparecido para ser mi ancla.
- tienes claro a quién amas, verdad? – preguntó con comprensión en sus ojos. Me limité a asentir – será mejor entonces que vayas por él, le digas lo que sientes y arreglen las cosas. Mira niña, el tren pasa sólo una vez – dijo con sabiduría – si no lo coges, se irá sin ti. Hablo por experiencia propia.
- gracias señora – dije con sincero alivio. Necesitaba un consejo de alguien con más experiencia, y aunque sonara raro sentía que mi madre me había enviado a esta señora para hacer lo que ella, producto de la distancia, no podía.
- ahora a ponerte linda para tu hombre – dijo mientras me volvía a colocar frente al espejo.
Al cabo de tres cuartos de hora, mi cabello lucía radiante. El largo se mantenía, pero habían recogido el frente jugando con mis mechones y haciendo una clase de moño en la parte de atrás, de modo que los pequeños rulos que se formaban en las puntas cayeran con delicadeza. Me encantaba, era justo lo que buscaba. Delicadeza, elegancia pero sencillez. Me despedí con un afectuoso abrazo y una sobrada propina de la señora y me encaminé hacia el departamento.
Hoy me tomé el atrevimiento de no ir a trabajar, un día menos no sería la gran diferencia. De modo que había utilizado ese tiempo en la peluquería.
Al llegar a casa, me desplomé en el sillón más próximo y me puse a ver televisión. Aún no sé cómo, pero me topé con la cara de Jackson en un canal. Se veía joven, tierno pero estaba muy bonito. Al parecer era un serie llamada Beautiful People.
Verlo había reavivado mis ganas de volver a verlo. Necesitaba decirle que sentía mi orgullo, que me perdonara, qué volviéramos a ser lo que éramos antes. Que lo necesitaba como el aire que respiraba.
Varios té de por medio mientras veía la maratón de la serie, llegó la hora de prepararse. Cogí aire y demasiado coraje, la hora se acercaba y para ser sincera me encontraba totalmente aterrada. Me había bañado antes de ir a la peluquería, de modo que sólo me tocaba maquillarme y vestirme. Debía encontrarme con las chicas en un hotel que Robert había reservado a las 7.30 y apenas eran las seis y contando con lo rápido qué me maquillo, tendrían tiempo de sobra.
El vestido lo habíamos ido a comprar Gabi, Juli y yo semanas atrás. La novia había elegido el aguamarina para los vestidos de las novias, de modo que Julieta, Verónica (la hermana de Gabi) y yo deberíamos vestir de ese color.
El diseño le era insignificante, sin embargo le importaba en demasía que respetáramos el color. Estuvimos todo ese día tratando de elegir el bendito vestido para mi amiga y para mí, afortunadamente encontré uno que iba de acuerdo con el pedido de mi amiga y se ajustaba a mis gustos. Y sobre el blanco edredón descansaba. Suspiré tomando valor, fui hasta él, le quité la bolsa y lo miré en toda su plenitud.
El escote contaba con plisados y era en V. Debajo del busto, se ceñía una clase de faja de un tono gris perlado que finalizaba con una elegante moña. Luego el vestido caía dándole forma a mis caderas pero con magnífica elegancia. Llegaba hasta el piso y era de seda aguamarina, por supuesto. Los zapatos que llevaría eran negros, taco aguja en punta y estilizaban enormemente mis piernas. (
http://www.hispabodas.com/img/fotos/517-elegante-modelo-para-madrina-en-tono-aguamarina-destaca-.jpg )
Al terminar de vestirme, me vi al espejo y me sorprendí. El vestido me quedaba increíble. Se adaptaba a mi figura de una forma magnífica y disimulaba aquello que no debería estar allí. Me sentía muy a gusto con él.
Quería un maquillaje natural pero que resaltara mis facciones, aunque pensándolo mejor sería conveniente maquillarme allí en el hotel directamente. Así que cogí el porta cosméticos de cuero, y lo guardé junto con las llaves, el celular y la billetera en una exclusiva cartera de la misma tela que el vestido; cogí también un chal para protegerme del frío del mismo tono que la faja del vestido.
Al salir obtuve una mirada sorprendida de John, me detuve algunos minutos hablando con el simpático portero para luego pedirle que me pidiera un taxi. Le indiqué la dirección del hotel al chofer y con extrema lentitud nos dirigimos allí. Al parecer era la hora pico, de modo que había muchísimo tráfico en las calles londinenses.
Llamé a Julieta para avisarle que demoraría más de lo esperado, y mi amiga poco más que suplicando me dijo me apurara, que ya no podía soportar más la ansiedad de Gabi. Por supuesto no hice más que reírme y colgué.
El hotel era majestuoso, arañas de cristal, vestíbulos de mármol, grandes ventanales con unas exquisitas cortinas con bordados de oro. La decoración era magnánima. De echo, allí mismo se festejaría la boda; luego de la iglesia todos vendrían a un salón que aquí había. La pareja tenía reservada la habitación 503, de modo que con extremo cuidado de no caerme me encaminé hacía el ascensor. El cual era tan elegante como el resto del hotel, con espejo de cuerpo entero, paredes de madera clara y pisos de mármol rosado.
Al llegar a la habitación toqué con fuerza, suponiendo que con el lío que allí dentro habría, no me escucharían. Pero Julieta abrió la puerta tras varios segundos, se la veía un poco descolocada y entendí en ese momento que necesitaba seria ayuda para controlar los nervios de Gabi. La saludé con un abrazo y recién entonces me percaté de su vestimenta. Tenía un vestido aguamarina, por supuesto, el cual en el busto tenía un drapeado así también como las pequeñas mangas que traía. Luego de la mitad del busto le nacía un drapeado que iba hasta la cintura; que era ideal para disimularla y luego caía con sencillez. Había optado por dejarse el pelo moreno suelto y le daba un toco muy latino. Estaba preciosa. (
http://img.alibaba.com/photo/251025264/FL2035_bridesmade_dress_fashion_bridesmaid_dress.jpg )
- me imagino la cara de Cam cuando te vea – dije sonriendo mientras dejaba la cartera en una de las butacas que allí había – estas preciosa.
- gracias, pero no creo que sea el único que babee – dijo sonriendo ilusionada por mi encuentro con Jackson. Lo entendí perfectamente, pero en este momento no me sentía capaz de pensar en eso, de modo que salí por la tangente. Típico de mí.
- dónde está la novia? – pregunté curiosa y a la vez asustada por el caso de histeria a la que me enfrentaría. Al parecer Juli, no había podido con ella.
- con el peluquero – dijo extenuada – histeria es poco, está de lo más ansiosa.
- no te preocupes, ya me sabré arreglar con ella – dije sonriendo mientras me dirigía al cuarto donde mi amiga había señalado.
Al abrir la puerta corrediza estaba Gabriela en una bata blanca sentada en una elegante silla, y había un hombre parado jugando con su cabello y un secador. La que parecía su hermana, estaba sentada en otra silla y se la veía abatida. Se notaba claramente que estaba nerviosa porque cada segundo le decía al peluquero que le estaba tirando el cabello. Luego de haber analizado la situación, decidí hablar para que notaran mi presencia - cómo está la novia más hermosa? – pregunté sonriendo, mientras Gabi saltaba de la silla y corría para abrazarme. Pude ver como su hermana gesticulaba la palabra ayuda con demasiado énfasis y al parecer el peluquero estaba de acuerdo con aquello porque movió la cabeza coincidiendo con la hermana de la novia. Luego que nos deshicimos del abrazo, la tomé por los hombros y le dije con la tranquilidad que me caracterizaba – respira hondo. Que el aire entre en tus pulmones suavemente, y salga con simpleza. Que ese aire te llene y te haga sentir más liviana – ella inmediatamente cerró los ojos mientras yo hablaba. Los allí presentes me miraban como si fuese Dios, pero sólo estaba aplicando técnicas de relajación – ahora moverás tus hombros en círculos, sacando toda la tensión que allí radica.Pero al parecer aquello no fue suficiente, porque Gabriela abrió los ojos sacada y dijo gritando – cómo quieres que no esté tensionada? Me voy a casar! Sí, a casar! Y encima con el hombre más sexy del mundo según la revista People. Eso es mucho.
Ya me empezaba a cansar, mi amiga siguió parloteando estupideces hasta que mi límite dijo basta y la cacheteé con fuerza para que reaccionara. Y al parecer funcionó porque muy sumisa volvió a su asiento y dejó hacer su trabajo al peluquero. Verónica, la hermana de Gabi me agradeció y estuvimos charlando un rato, luego se nos unió Juli, pero para ese entonces el peluquero había echo maravillas con Gabriela y ya estaba terminada.
Le había echo un elegante recogido pero respetando el desflecado cerquillo que tanto le gustaba. Se veía madura pero infantil, clásico pero moderno. Perfecto para ella. Justo en ese momento tocaron la puerta, era la madre de la novia, la maquilladora y la modista con el vestido.
Entre todas la ayudamos a poner esa delicia de tela y cuando por fin lo tuvo puesto, cayó en la idea que realmente se casaba, porque murmuró – me caso – con extrema adoración. Su sueño se hacía realidad y fue genial ser partícipe de ello. Todas le sonreímos y le dimos un afectuoso abrazo, pero obviamente no pude detener la lágrima que bajaba por la comisura de mi ojo.
Nunca había visto semejante belleza de vestido, era de alta costura. Era blanco por supuesto como Gabi quería, la parte de arriba era un apretado corsé bordado con piedras que acentuaba la figura de mi amiga. A pesar de ser strapless, tenía unas pequeñas manguitas de tela también bordada. Tenía una cola pronunciada de tull, en donde el final también estaba bordado. Era precioso. (
http://imagenes.solostocks.com/z2_4539663/preciosos-vestidos-de-novia-y-calidad-se-venden-por-unidad.jpg )
Mientras la maquilladora hacía su trabajo con la novia, Julieta y la familia de Gabi charlaban, me decidí a maquillarme. De modo que cogí el estuche de los cosméticos y me dirigí al majestuoso baño. Todo era de mármol y sospechaba que era más grande que mi departamento. Eso fue raro, definitivamente. No quería maquillarme realmente, pero si no lo hacía probablemente Gabriela me pegaría. Así que suspirando cogí las sobras celestes, apliqué una aguamarina en el párpado movible e hice la profundidad del ojo con una sombra más oscura y para acabar coloqué un poco de plateado en el arco superciliar. No era un maquillaje común pero me gustaba. Luego apliqué rimel, un poco de rubor y brillo labial.
Al salir me encontré con la maquilladora que ya se iba y al verme dijo – exótico pero lindo e impecable.
- gracias – agradecí confusa, me había agarrado desprevenida. Al parecer la novia ya estaba lista pero aún era temprano para ir a la iglesia, además Gabriela se quería hacer esperar. Típico de ella. La madre de ella ya había partido a la iglesia para recibir a la gente junto con los padres del novio y el novio mismo. Pero al irse la madre de la novia vino el padre para llevarla al altar.
Y en ese momento de espera deseé poder llegar a estas alturas, poder casarme con la persona que amaba. La cual sabía que estaba en este momento en el altar. Sabía que debía enfrentarlo, domar mi orgullo y pedir perdón por mi acciones. Pero tenía miedo, si las cosas no salían como esperaba? Qué haría? Lloraría por años, muchos años y no estaba segura de poder soportar tal dolor.
Además estaba el tema de que al lado de Jackson estaría Kellan, el Kellan que yo había lastimado, al que había besado y al que consideraba un amigo. Eran tantas cosas que no sabía si podría enfrentarlas a todas. Pero algo me sacó de mis cavilaciones y fue Julieta, avisando que ya era hora de partir a la iglesia. De modo que tomé la cartera, me enfundé en el chal y desfilé hacia la puerta seguida de las damas de honor, el padre y la novia. Afortunadamente todos entramos en el ascensor.
Al salir la novia y el padre se fueron en un remise rentado, mientras las damas de honor nos fuimos en otro aparte.
El trayecto afortunadamente no fue demasiado largo, sin embargo fue suficiente para que mi mente pensara en el próximo movimiento a seguir. Antes de lo que me hubiese gustado, ya estaba frente a la colosal iglesia que Gabriela y Robert habían elegido; y lejos de estar tranquila, temblaba de nervios.

4 comentarios:

  1. Nananana Agustina,, me encanta como esta quedando la historiaa,, pero me deprime que hagas sufrir a Kellan,, es muy hot para andar haciendo pucheritos,, y sabe que si Mery y Jack no se reconcilian en MI boda te pego okkkk???
    Cambiando de temaa,, OMG!!! me caso con Robbb,, te amo te amo te amo!!! ahahah
    Ame los vestidos de las damas de honor y el de la novia aunque es cero mi estilo,, seguro que cuando me case va a ser un poquiiiiiiito diferente-pero manteniendo al novio,, obviamente-
    Asi que espero la proxima actualizacion,, y mas te vale que no te tardes eh!! Jaa
    Besoos

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  2. genial el cap... de verdad...
    Espero que salaga todo bien en la boda...
    los vestidos son hermosos...
    Quiero saber que pasara con jackson?
    mery sera capaz de pedirle perdon?
    sera él capaz de perdonarla???
    Quiero saber
    !!!

    Cuidate mucho
    y ojala que no te demores tanto en subir el proximo cap... porque en verdad me encanta la nove...

    bye

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  3. heeey! han tenido buena recepcion los vestidos :D jajaj hicimos un buen trabajo :)

    me dejast con los nervios full! stoy ansiosa kiero puro q subas el siguiente capitulo! la boda en si! y agustina mas te vale q se reconcilien, apoyo a gabi xD le dire a ella q t pegue si no los reconcilias! xD jajjajaa y pobre kellan :( tan lindo el u.u pero alguien tiene q sufrir para q vuelvan a star juntos nuestros protagonistas favoritos :)
    envidio a gabi .. se casa con rob (L) y con ese tremendo ni q vestido! lo amé!

    bueno bueno, me ire a estudiar! (K) q estes super! cualkier otra cosa me dices no mas :)

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  4. holaaa..

    mui bueno el capitulo,

    pero quiero ver qe sigue, qe hace ella y jackson cuando la vea, y pobre kellan..

    buen en fin todo,

    un beso



    www.fotolog.com/ladebo_lacueva

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REACCIONES A MI LOCA IMAGINACION..